43.-.

2.2K 180 14
                                    

La boda fue rápida y nada hermosa, simplemente firmamos lo que debíamos firmar y todo se apresuró gracias a los contactos de Michael, para las 2:30 pm de ese día, estábamos casados e íbamos rumbo a otro país.

- Perdona que todo haya tenido que ser así –Dijo por enésima vez

- Debemos olvidarlo, ahora estamos casados –Sonaba demasiado intenso y apresurado

- Podemos aparentar que no lo estamos y casarnos realmente algún día –Reí y luego tomé su mano

- Debo admitir que al casarme esperaba algo más que un apresurado trámite, pero estoy contigo y eso me hace realmente feliz –Besó mi mano

- Belle, belle, belle. Estaremos bien, yo cuidaré de ti –Acarició mi mejilla y besó mis labios

Estuvimos un par de horas en el avión y después descendimos, para ser sincera ni siquiera había preguntado a dónde es que íbamos.

- Edmond ¿Qué sucedió con Curie? –Preguntó en cuanto estuvimos en el auto

- Estaba en Londres, al parecer recibió fuertes amenazas y prefirió dejar el caso...

- Y el país... Cobarde –Parecía enojado

- Michael esos hombres son peligrosos, yo tampoco arriesgaría mucho, menos sabiendo que tiene familia –Michael rodó los ojos

- Tal vez, busquemos un hotel y mañana partimos temprano –Debía estar muy cansado

- ¿Dónde estamos? –Pregunté de la nada

- Italia señorita mía –Respondió amable– Florencia exactamente

Fuimos hablando hasta que Edmond logró dar con el hotel, enseguida subimos a la habitación, ambos estábamos cansados y preocupados de que los que entraron a casa supieran donde nos encontrábamos.

Nos sentamos en la cama, nos deshicimos de los zapatos y estuvimos en silencio unos segundos, hasta que decidí que era momento de preguntar.

- ¿Por qué elegiste Italia teniendo todo el mundo? –En realidad la idea me encantaba

- Elizabeth, tal vez pienses que estoy loco, pero hay un pueblo, Rocca d'Orcia, a las afueras de ese pueblo, a unos 15 minutos hay una casa rodeada por algunos viñedos... Ahí quiero vivir cuando sea más viejo y quería que lo conocieras, además que nadie sabe de la propiedad y estaremos seguros hasta que atrapen a Andrews –Asentí

- Ya quiero conocer el lugar –Sonrió

- Hay un detalle...

- Dime, lo que sea –Le animé

- Como nadie debe saber que estaremos ahí, nos toca limpiar el lugar –Parecía apenado y yo reí

- Oh señor Allard, no tengo problema alguno con ensuciarme las manos limpiando su hogar –Me besó

- Gracias belle –Le devolví el beso

- ¿Podemos conocer un poco este lugar? –Lo pensó unos segundos

- No quiero llamar mucho la atención, de por si nos han mirado raro al notar que Edmond pagaba por nosotros –Con un nombre falso, cabe aclarar

- Será después –Dije resignada

- Te llevaré a conocer el mundo Elizabeth, después de casarnos seriamente aprenderás tantos idiomas como te sea posible, entrarás a la escuela y estudiarás lo que desees, viajaremos por el mundo y tendremos un par de hijos –Sonreí

- ¿En ese orden? –Logré una risa suya

- En el orden que tú quieras, siempre que los hijos esperen, debes hacer todo lo que alguna vez deseaste –Sus ojos se volvieron intensos y lo besé

Flores en tu peloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora