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Poco le duró el agradecimiento a ese malnacido, no me desnudaba frente a esos cerdos, pero poco le falto para ponerme un cartel de "Puta para mis amigos".

Me sobra decir que me sentía peor que en el lugar anterior, me humillaba y pisoteaba a más no poder, decía que era la "puta inteligente" de su burdel, era como la atracción de feria.

Cada día estaba peor, me sentía asquerosa, muerta en vida.

- ¿Carola? Madre mía, andan con todo –Soltó al teléfono mientras yo revisaba sus cuentas– Estoy seguro de que yo no tengo espías dentro– Yo seguía con los ojos en las enormes cantidades de dinero que ese tipo manejaba bajo el agua– Si tienen pruebas suficientes es imposible hacer algo, la ley nos ayuda un poco, pero con pruebas están todos jodidos, eso fue de una mente inteligente –Con sus dedos recorrió mi cuello hasta echar todo el cabello de lado, siguió hablando mientras tocaba mis hombros y luego colgó– No te imaginas, preciosura, acaban de apresar a Carola y a unos 10 mas –Como si aquello no me alegrase el alma– ¿No opinas nada?

- Que me alegra –Dije seca, con una de esas sonrisas que si pudiera verme en el espejo me helarían

- ¿Sabes algo del autor de esa gran hazaña? –"Claro que lo sé"

- ¿Qué voy a saber yo? Ni siquiera hablo bien tu idioma –Tecleé algunas cosas

- Creo que es momento de aceptar una oferta que tengo por ti, desde hace mes y medio –El muy idiota sospechaba que la infiltrada era yo

- No tengo elección –Apreté la mandíbula cuando besó mi cuello

- Creo que eres policía –Susurró cerca de mi oreja

- Señor –Abrió la puerta de golpe uno de sus hombres

- ¿Qué quieres? –Dijo frío

- Llegaron las nuevas...

- No me interesan estoy ocupado, explícales lo que deben hacer y listo –Le indicó que cerrara la puerta– De verdad odiaría que fueras policía y me viera obligado a cerrarte la boca para siempre –Me besó de nuevo

Me quedé en silencio mientras él seguía besando y tocando, lo odiaba tanto, me asqueaba su colonia, sus manos, su boca. No deseaba pasar más tiempo en esa situación.

- Hace como un mes que no recibe a las nuevas por estar con ella –Estaba diciendo una de las chicas a uno de los tipos que nos "cuidaban" y nada más verme aparecer se quedó callada

- No te detengas, todos tenemos opiniones –Le dije intimidándola con la mirada

- Era una simple observación –Parecía disculparse

- No voy a contradecirte –Seguí mi camino sin mirarla de nuevo

Pasaba las tardes encerrada en la oficina del animal ese y generalmente me enteraba de todo por las llamadas que recibía, "nueva mercancía en camino" era la clave para saber que vendrían nuevas chicas. Hasta antes de conocer aquel mundo, yo ya creía que la vida y el Dios que todos defendían era injusto, después de haber visto tanto, estaba segura de que, si Dios existía, odiaba con saña a cierta parte de "su creación".

- ¿Estás poniendo atención? –Me sacó de mis pensamientos su maldita voz

- Repítelo de nuevo –Dije sin dejar de mirar el ordenador

- ¿Estarías dispuesta a irte? Me ofrecen lo doble de lo que pagué por ti a Carola –Yo no habría ofrecido un céntimo

- ¿Es decisión mía? Estaba segura de que las mesas, floreros y las putas no teníamos elección –Ya ni siquiera me dolía autonombrarme prostituta o parecido

Flores en tu peloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora