Las dos semanas siguientes se fueron rápido y yo seguía indecisa sobre la ruta que debía tomar respecto al trabajo que me ofrecía el señor Andrews, las veces que se presentó en la oficina me insistió que lo hiciera, que oportunidades como esa no se presentaban dos veces.
En casa todo era un caos, Manu y yo peleábamos todo el tiempo por culpa de mis pensamientos recurrentes de aceptar el empleo y tener más rápido el dinero para todo lo que necesitábamos para obtener la custodia de Sus.
- Llegué –Avisé llegando tarde por enésima vez
- Que bueno, hay comida en la nevera y creo que se acabó el agua caliente –Soltó desde la habitación
- ¿Qué mierdas? No me digas que nos toca comprar a nosotros de nuevo –Dije molesta
- Si les toca –Dijo la señora que vivía ahí
- Compramos la vez pasada –Me ayudó Manu
- Nosotros compramos la vez pasada y la chica sola la anterior –Mintió ella
- Yo llevo anotadas las fechas señora –Me enojé
- A tu conveniencia, yo tengo buena memoria –Dijo altanera
- Carajo –Estaba muy molesta
- No me hables así niña que no te estoy irrespetando, es su turno, ya dije –Intentaba hacerme enfadar aún más
- Yo no voy a dar ni un peso más para el gas, es la tercera vez que nos hace esto –La miré con furia y ella miró a Manu como amenazándolo
- Nosotros lo pagamos –Dijo él
- ¡Nosotros pagamos una mierda! –Me exasperé– De nuestro dinero no tocas un peso para mantenerle el agua caliente a esta vieja ladrona, primero cobrándonos de más en la renta y ahora el gas –Estaba demasiado enfadada
- A mí no me llamas ladrona escuincla estúpida –Se acercó como queriendo hacerme daño y el marido salió al rescate
- La llamó como se merece...
- Entonces a mí me toca llamarte puta ¿No? ¿De dónde sacas tanto dinero? –"Hija de la..."
- No tengo porque darle explicaciones de algo que no le importa, haga favor de poner el gas, que es su turno y si no pues se baña con agua fría hasta que se le antoje –Salí hecha una furia y azoté la puerta tras de mí
Unos 10 minutos después Manu llegó hasta mí y jalándome por el brazo me enredó entre los suyos.
- Por favor, por favor, sólo ignórala –Dijo a mi oído
- Suéltame –Me zafé –Yo no pienso ignorar que está viviendo de nosotros Manu, toma nuestra comida, quiere que paguemos más de lo que nos toca...
- Ya saldremos de ahí, lo prometo...
- No necesito promesas Manu, y tú tampoco, lo que necesitamos es dinero –Mis ojos ya no se aguaban
- ¿Qué deseas hacer?
- Voy a tomar el trabajo...
- ¿No te conformas verdad? –Me miró extraño
- ¿Cómo dices? –Le devolví la mirada
- Ya no eres la misma Lia, la chica que lo único que deseaba era salir del basurero, sin importarle limpiar pisos o parabrisas en otra parada –Bajé el móvil que ya estaba listo para ser usado
- No sé exactamente a qué te refieres amigo...
- A que me parece que acomodar en los estantes de un supermercado o limpiar los pisos te parece poca cosa, primero me ocultas que trabajas de "asistente" y luego quieres irte a quien sabe qué a otro país –Abrí los ojos como platos
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Flores en tu pelo
De Todo- ¡Arriba cariño! -Las delgadas manos de mi madre mueven mi pequeño cuerpo- Vamos, vamos Lia, no hay mucho tiempo. - ¿Mami? ¿Qué sucede? -Pregunto con el pelo sucio y enmarañado sobre mis ojos - En silencio -Susurra luego de un bajito "shh" Me toma...