Run Away With Me || Daryl Dixon.

Capítulo 29.

-No nos iremos.- dice Rick molesto sacando armas de una bolsa.

-No podemos quedarnos aquí.- dice Hershel desde las escaleras.

-Y si hay otro francotirador, unas tablas de madera no serán suficientes. - dice Maggie.

-Nisiquera podemos salir.- dice la joven Grenne.

-Si Rick dice que no nos vamos, no nos iremos.- lo apoya Glenn.

-No, es mejor vivir como ratas.- dice Merle, quien esta encerrado en el comedor.

-¿Tienes una mejor idea?.- pregunto molesta a Dixon mayor.

-Si, pudimos habernos ido anoche y vivir para luchar otra batalla. Pero se nos fue esa oportunidad. -

-No le tememos a ese payaso.- digo de mala gana.

-Deberian. Eso del camión y la reja, eso no es mas que tocar el timbre para el. Puede que tengan muros fuertes, pero el tiene armas y gente. Si controla los terrenos altos, podría hacernos morir de hambre.-

-Pongamoslo en otro bloque de celdas.- dice Maggie.

-No, tiene razón.- digo junto a la castaña.

-¿Que pasa contigo? Fue todo su culpa, casi te mata.- dice Angie, quien está arriba junto a Daryl.

-Vivir con rencor no es lo mio. Lo dejo pasar. Excepto en tu caso, te odio.- le digo de mala gana.

-Bueno, no importa de quien sea la culpa. - dice Carol.

-¿Que hacemos ahora?.- cuestiona Beth.

-Deberiamos irnos. Axel esta muerto. No podemos quedarnos aquí sentados.- vuelve a decir Hershel.

Rick solo lo mira, camina hacia el comedor, para escapar de aquí.

-Regresa- le grita Hershel quien se pone de pie, y camina hacia el sheriff -Te estamos perdiendo Rick, y lo entendemos, pero no es momento. La noche después de la granja dijiste que esto ya no era una democracia, ahora tienes que hacerlo valer. Puse la vida de mi familia en tus manos. Aclara tus ideas y haz algo.- Rick se limita a asentir.

Todos se van a hacer cualquier cosa para evitar pensar en el problema que tenemos.

Voy a mi celda, saco una blusa de mi mochila la dejo en la cama, me quito la que tengo ya que esta llena de sangre de caminantes.

Unas manos se posan en mi cintura, un aliento choca contra mi cuello.

-Ese tatuaje sigue viéndose tan sexy.- mi piel se eriza por completo ante su voz ronca.

-Me alegra.- siento que sus manos desabrochan mi sujetador. Lo baja lentamente por mis brazos.

Sus manos vuelven a colocarse en mi cintura, las mueve recorriendo hasta mi abdomen y las sube hasta mis pechos.

Los aprieta una vez que están en sus manos. Suelto un gemido.

-Daryl, no podemos.- me da vuelta y estampa sus labios contra los míos.

Caminamos aun besándonos, mi espalda toca la fría pared.

-Alguien podría venir.- digo separandome un poco de el.

Camina hasta la puerta de la celda, saca su cabeza.

-Nadie venga a molestar.- grita y cierra la reja, pone una gruesa sabana para que nadie pueda ver. Río por su acción.

-Destrozala hermanito.- escucho el grito de Merle. Daryl sonríe y yo suelto una gran carcajada. Viene hacia mi.

-¿Feliz?.-