Run Away With Me || Daryl Dixon.

Capítulo 32.

Han pasado dos días desde la charla que Rick tubo con el Gobernador.

Por alguna extraña razón, no quiere hablar de eso, menos conmigo. Lo evita a toda costa.

Por otro lado, las cosas con Daryl siguen igual. Apenas me ve, no a querido dormir conmigo, a duras penas me besa. Justo como hace dos años, cuando mi madre lo separó de mi.

La diferencia es que mi mamá no esta aquí. Así que algo pasó, pero claro.

¿Daryl Dixon hablando de sus sentimientos? Ni de mamada.

Es como pedir que los caminantes se extingan por completo y volvamos a la normalidad.

-Tu conduces.- Glenn me da las llaves de la camioneta que usaremos para llevar las púas.

Michonne va de copiloto y Daryl y Glenn van atrás. Mientras algunos distraen a los caminantes del patio.
Me detengo mientras ellos bajan y colocan las púas en el suelo para a evitar que pasen.

Michonne decapita a algunos caminantes con agilidad, alejandolos de los hombres. Una vez que terminan, Michonne sube a la camioneta y los otros dos en la parte de atrás.

Conduzco hacia la entrada, la cual es abierta por Rick.

Una vez que estamos dentro, el sheriff cierra la puerta y viene hacia nosotros.

-Si tratan de llegar hasta la puerta, disparemos a los neumáticos.- digo llegando con el sheriff.

-Buena idea.- Dice mientras asiente.

-Fue idea de Michonne.- sonrió girando hacia mi amiga. El mira a Daryl.

-No tenemos que ganar, sólo tiene que resultarle difícil llegar a nosotros.- dice la morena llegando a mi lado. Rick la mira fijamente y asiente.

Su mirada va a su espalda, Maggie y Carl llegan con ollas y unas cucharas, ellos distraeran a los caminantes.

-Vamos.- nos dice el sheriff a todos.

Comenzamos a caminar, pero una mano me detiene.

-¿Podemos hablar?.-

-Claro.-

Glenn me lleva un lado del pabellón, donde según me dijo tenía una puerta que arreglar.

-Yo quería disculparme por cómo te hablé hace días.-

-No lo sé Glenn, heriste mis sentimientos.- digo fingiendo estar enojada y pongo una mano dramáticamente en mi pecho.

-No debí hablarte así.- murmura aveeginzado. Lo tomó del brazo y lo aprieto contra mi cuerpo.

-Te perdonó por ser chino, si no te tendría odio toda la vida.-digo aún abrazandolo. Escucho que ríe.

-¿Me hechas una mano?.- me pregunta al separarnos. Le asiento.-La puerta esta tirada y tenemos que colocarla de modo que sea difícil pasar.-

-Bien.-

Tomo una de las puertas mientras Glenn pasa la cadena entre ella para amarrarla.

Una vez que termina, la toma él y la acomoda bien.

-¿Han visto a Merle?.- escucho la voz de Daryl a nuestras espaldas. Le niego con la cabeza y una pequeña mueca. Glenn sólo lo mira y vuelve su vista a la puerta.

Llega a donde nosotros y ayuda con la segunda puerta.

-¿Ya se disculpó con ustedes?.- le cuestiona al chino. Esté no le responde.

-Por que eso hará.-vuelve a decir. Glenn recoge unas botellas en una caja del suelo y las deja sobre la mesa.-Hará las cosas bien. Yo lo obligare.- el chino aún lo ignora.