Theresa solamente se dedicaba a estudiar desde aquel momento. Snape les había puesto un examen el día antes de las vacaciones, por lo que ese era su pretexto para pasarse todo el santo día estudiando, sin hablar con nadie. Sólo se dedicaba a comer, estudiar y dormir.
Se dirigía de nuevo a la biblioteca cuando se topó con un Colin Creevey agitado, que se acercaba a ella a paso rápido, Theresa supo lo que quería.
- Ho... Hola, Tessa -dijo el chico, que ya era más alto que cuando lo conoció hace dos años.
- Hola, Colin -dijo la chica sonriendo-. ¿Necesitas algo?
- Me... Me preguntaba si querrías venir al baile conmigo -dijo Colin, demasiado rápido, pero Theresa no iba a hacer que lo repitiera. Theresa suspiró.
- Lo siento, Colin, pero ya tengo pareja -el chico suspiró derrotado-. Aunque si consigues ir, te prometo bailar contigo una pieza, ¿sí?
El chico asintió un poco más motivado y se despidió de Theresa para luego salir corriendo junto a su pequeño hermano.
La verdad era que Theresa no tenía pareja. Un par de chicos de Hogwarts y uno de Durmstrang se lo habían pedido, sin contar a Colin, y Theresa siempre había dado la misma respuesta. En el fondo de su corazón, aún tenía la esperanza de que Fred se lo pidiera; pero esa esperanza se esfumó aquella noche en la sala común, mientras Theresa y Hermione estudiaban sus apuntes de Pociones.
- Es un puñetero -dijo amargamente Ron-. Colocarnos un examen el último día... Estropearnos el último cachito de trimestre con montones de cosas que repasar...
- Mmm... pero no veo que te estés agobiando mucho -replicó Hermione. Ron se entreteníaa levantando un castillo con los naipes explosivos, que era mucho más divertido que hacerlo con la baraja muggle porque el edificio entero podría explotar en cualquier momento.
- Es Navidad, Hermione. Nos merecemos un descanso -dijo Ron. Y, al colocar en el techo del castillo las últimas dos cartas, el edificio entero estalló y le chamuscó las cejas.
- Muy guapo, Ron... Esas cejas te combinarán a la perfección con la túnica de gala.
Eran Fred y George. Theresa centró su vista en sus apuntes, ignorando por completo a los dos nuevos integrantes de la conversación. George se sentó a su lado, intentando llamar su atención, pero Theresa estaba demasiado dolida con su gemelo como para poder mirarlo a la cara.
- Ron, ¿nos puedes prestar a Pigwidgeon? -le preguntó George.
- No, está entregando una carta -contestó Ron-. ¿Por qué?
- Porque George quiere que sea su pareja de baile -repuso Fred sarcásticamente. Theresa se revolvió en su asiento.
- Pues porque queremos enviar una carta, so tonto -dijo George.
- ¿A quién seguís escribiendo vosotros dos, eh? -preguntó Ron.
- Aparta las narices, Ron, si no quieres que se te chamusquen también -le advirtió Fred-. Bueno... ¿ya tenéis todos pareja para el baile?
Theresa se atragantó y tuvo que toser, mientras George le palmeaba la espalda.
- No -respondió Ron.
- Pues mejor te das prisa, tío, o pillarán a todas las guapas -dijo Fred. Theresa notó que le temblaban los apuntes.
- ¿Con quién vas tú? -quiso saber Ron. Theresa levantó la vista para mirar a los pelirrojos.
- Con Angelina -contestó enseguida Fred, apartando la mirada cuando Theresa lo observó. Se le cayeron los apuntes al suelo y Hermione se apresuró a recogerlos.
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treat you better;
FanfictionTheresa conocía a Draco desde que eran unos niños, se habían criado juntos. En Hogwarts, los seleccionaron para casas separadas, pero eso no frenó la amistad que se tenían, o eso creía Theresa. En su casa, conoce a Harry Potter y Fred Weasley, unos...