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La noche antes de que el curso terminara, Theresa preparó su baúl. El banquete de fin de curso, que era motivo de alegría otros años, éste sería diferente. Todo había cambiado.

Cuando Theresa, Harry, Ron y Hermione entraron en el Gran Comedor, vieron enseguida que faltaba la acostumbrada decoración: para el banquete de fin de curso solía lucir los colores de la casa ganadora. Aquella noche, sin embargo, había colgaduras negras en la pared de detrás de la mesa de los profesores. Theresa no tardó en comprender que era una señal de respeto por Cedric.

Theresa vio a Draco sentado en la mesa de Slytherin, y la saludó con un leve movimiento de cabeza y una pequeña sonrisa que no mostraba sus dientes. Theresa hizo lo mismo. Aunque ya se habían recuperado de su fuerte discusión debido a la condición de mortífago de su padre, Theresa comprendió que Draco no tenía la culpa de nada; nadie elige en qué familia nacer. Y Theresa tampoco podía quejarse, pues Lucius siempre se había mostrado cariñoso con ella, igual que Narcissa. Sabía a ciencia cierta que Draco no tenía la culpa, por lo que no podía enfadarse con él por ello.

- El fin de otro curso -dijo Dumbledore, mirándolos a todos. Hizo una pausa y posó los ojos en la mesa Hufflepuff-. Son muchas las cosas que quisiera deciros esta noche, pero quiero antes que nada lamentar la pérdida de una gran persona que debería estar ahí sentada, disfrutando con nosotros este banquete. Ahora quiero pediros, por favor, a todos, que os levantéis y alcéis vuestras copas para brindar por Cedric Diggory,

Así lo hicieron.

- Cedric ejemplificaba muchas de las cualidades que distinguen a la casa de Hufflepuff -prosiguió Dumbledore-. Era un amigo bueno y leal, muy trabajador, y se comportaba con honradez. Su muerte os ha afligido a todos, lo conocierais bien o no. Creo, por eso, que tenéis derecho a saber qué fue exactamente lo que ocurrió. Cedric Diggory fue asesinado por lord Voldemort.

Un murmullo de terror recorrió en Gran Comedor. A Theresa le dieron escalofríos.

- El Ministerio de Magia no quería que os lo dijera. Es posible que algunos de vuestros padres se horroricen de que lo haya hecho, pero yo opino que la verdad es siempre preferible a las mentiras, y que cualquier intento de hacer pasar la muerte de Cedric por un accidente, o por el resultado de un grave error suyo, constituye un insulto a su memoria. Hay alguien más a quien debo mencionar en relación con la muerte de Cedric. Me refiero, claro está, a Harry Potter.

Un murmullo recorrió en Gran Comedor de nuevo.

- Harry Potter logró escapar de Voldemort. Arriesgó su vida para traer a Hogwarts el cuerpo de Cedric. Mostró, en todo punto, el tipo de valor que muy pocos magos han demostrado al encararse con lord Voldemort, y por eso quiero alzar la copa por él.

Casi todos los presentes levantaron sus copas, murmurando su nombre como habían murmurado el de Cedric, y bebieron a su salud. Pero, a través de un hueco entre los compañeros que se habían puesto en pie, Theresa vio que Draco, Crabbe, Goyle y muchos otros de Slytherin permanecían desafiantemente sentados.

- El propósito del Torneo de los tres magos fue el de promover el buen entendimiento entre la multitud mágica. En vista de lo ocurrido, del retorno de lord Voldemort, tales lazos parecen ahora más importantes que nunca. Todos nuestros invitados han de saber que serán bienvenidos en cualquier momento que quieran volver. Os repito a todos que, ante el retorno de lord Voldemort, seremos más fuertes cuanto más unidos estemos. Estoy convencido de que nos esperan tiempos difíciles y oscuros. Algunos de vosotros, en este salón, habéis sufrido ya directamente a manos de lord Voldemort -Theresa recordó su segundo año, cuando ella y Harry se enfrentaron cara a cara al recuerdo de Tom Ryddle-. Muchas de vuestras familias quedaron deshechas por el. Hace una semana, un compañero vuestro fue aniquilado. Recordad a Cedric. Recordadlo si en algún momento de vuestra vida tenéis que optar entre lo que está bien y lo que es cómodo. Recordad a Cedric Diggory.