Cada vez que los cuatro chicos pasaban por el pasillo del tercer piso, apoyaban las orejas contra la puerta para ver si Fluffy estaba gruñendo allí dentro. Snape seguía con su habitual mal carácter, lo que seguramente significaba que la Piedra estaba a salvo.
Hermione, tenía en su mente otras cosas, además de la Piedra Filosofal. Había comenzado a hacer horarios para repasar y a subrayar con diferentes colores sus apuntes. Al final, Theresa acabó haciendo lo mismo, persuadida por su amiga. Ambas fastidiaban a Harry y a Ron todo el tiempo para que hicieran lo mismo.
- Faltan siglos para los exámenes.
- Diez semanas -replicó Hermione.
- Eso es un segundo para Nicolás Flamel -bromeó Theresa.
- Pero nosotros no tenemos seiscientos años -le recordó Ron-. De todos modos, ¿para qué repasáis si ya os lo sabéis todo?
Theresa rodó los ojos, pero Hermione siguió discutiendo con el pelirrojo. Los profesores parecían pensar lo mismo que las chicas. Les dieron tantos deberes que las vacaciones de Pascua no resultaron tan divertidas como las de Navidad. Era difícil relajarse con Hermione al lado, recitando los doce usos de la sangre de dragón o practicando movimientos con la varita. Los cuatro pasaban todo su tiempo libre en la biblioteca, haciendo trabajos suplementarios y estudiando.
Theresa, que estaba buscando "díctamo" en Mil hierbas mágicas y hongos no levantó la cabeza hasta que oyó que Harry decía:
- ¡Hagrid! ¿Qué estás haciendo en la biblioteca?
El guardabosques apareció con aire desmañado, escondiendo algo detrás de la espalda. Parecía muy fuera de lugar, con su abrigo de piel de topo.
- Estaba mirando -dijo con una voz evasiva que les llamó la atención-. ¿Y vosotros qué hacéis? -de pronto pareció sospechar algo-. No estaréis buscando todavía a Nicolás Flamel, ¿no?
- Oh, lo encontramos hace siglos -dijo Theresa con aire grandilocuente.
- Y también sabemos lo que custodia el perro, es la Piedra Fi... -dijo Ron.
- ¡¡Shhh!! -Hagrid miró alrededor para ver si alguien los escuchaba-. No podéis ir por ahí diciéndolo a gritos. ¿Qué os pasa?
- En realidad, hay unas pocas cosas que queremos preguntarte -dijo Harry- sobre qué cosas más custodian la Piedra, además de Fluffy...
- ¡SHHHH! -dijo Hagrid otra vez-. Mirad, venid a verme más tarde, los alumnos no deben saber nada.
- Te vemos más tarde, entonces -dijo Ron. Hagrid se escabulló.
- ¿Qué escondía detrás de la espalda? -dijo Hermione con aire pensativo.
- Voy a ver en qué sección estaba -dijo Ron, cansado de sus trabajos. Regresó un minuto más tarde, con muchos libros en sus brazos. Los desparramó sobre la mesa.
- ¡Dragones! -susurró Theresa-. ¡Hagrid estaba buscando cosas sobre dragones! Mirad estos dos...
- Hagrid siempre quiso tener un dragón, me lo dijo el día en que lo conocí -dijo Harry.
- Pero va contra nuestras leyes -dijo Ron-. Criar dragones fue prohibido por la Convención de Magos de 1709, todos lo saben. De todos modos, domesticar un dragón es peligroso.
- Pero no hay dragones salvajes en Inglaterra, ¿verdad? -dijo Harry.
- Por supuesto que hay -respondió Ron-. Verdes en Gales y negros en Escocia.
- Entonces, ¿en qué está metido Hagrid? -dijo Hermione.
Cuando llamaron a la puerta de la cabaña del guardabosques, una hora más tarde, les sorprendió ver todas las cortinas cerradas.

ESTÁS LEYENDO
treat you better;
FanfictionTheresa conocía a Draco desde que eran unos niños, se habían criado juntos. En Hogwarts, los seleccionaron para casas separadas, pero eso no frenó la amistad que se tenían, o eso creía Theresa. En su casa, conoce a Harry Potter y Fred Weasley, unos...