"El alma que hablar puede con los ojos, tambiénpuede besar con la mirada"
Gustavo Adolfo Bécquer.
Ha pasado un mes desde cuando Lu me hizo suya.
Como todavía no he podido acostumbrarme a lo que estoy viviendo, hemos decido que la compra de los preservativos para evitar un posible embarazo, en este primer mes él se encargue de conseguirlos, para el siguiente acudo a una mentira piadosa.
No lo puedo evitar, son inaguantables las ganas de sentirlo, de entregarme a sus caricias y a sus mimos, eso es algo que no puedo dejar de anhelar y de desear para que mentir, mis ansias de que me quiera como solo él lo sabe y lo puede, se me hacen irrefrenables.
Le digo a mi madre que el ritmo de mi periodo es muy irregular, me lleva a una ginecóloga para que me indique algún tratamiento para intentar aliviarme de esa indisposición, los anticonceptivos son las pastillas que me receta como medio para anular ese desequilibrio hormonal.
Después de la clase de sexología juvenil, comienza mi vida sexual con Lu, lo hago en forma continua estando cada dos o tres días y a veces todos, el deseo de nuestros cuerpos por las caricias y por los besos son completamente salidos de toda racionalidad, somos incapaces de contenernos y lo mejor de todo es que ni siquiera hacemos el intento.
Esta noche está conmigo y la vamos a pasar... pipa.
Nos amaremos hasta que amanezca porque cada que estamos, nos desquitamos de los días que no hemos podido estar.
Entra furtivo, lo hace como el más hermoso de los ladrones que cuela para robarse a la princesa, es como en los cuentos de hadas pero en este caso es diferente, porque es ella la que lo incita a que la rapte, ella que lo incita a que se la lleve, a que la haga tan feliz que las perdices escaseen y que tengan que traerlas de otro sitio, y de bastante lejos por cierto.
Ese pobre animalito será el que siempre cargue con las consecuencias de la felicidad de los protagonistas de todas esas historias de los cuentos soso como algunos los califican, esos famosos relatos que la a mayoría nos parecen cursis, pero en el que todos deseamos ser los personajes protagónicos en esas románticas historietas.
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LAYLA Y LU.
RandomQuieren conocer las pilatunas que a veces nos juega el corazón, bueno pues he aquí una de ella. Esta es una historia simple, sin muchos aspavientos para volverse inolvidable, a veces enamorarse nos vuelve cursis, quien no ha sentido los estropicios...