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Los besos son como pepitas de oro o de plata, halladas en tierra y sin un gran valor, pero preciosas porque revelan que cerca hay una mina.

                                                                                      George Villiers.


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Soy el manjar de mi amado, indiscutible, irrefutable.

Lame la planta de mis pies con una caricia que me hace revotar casi hasta salir volando de la cama, cada que siente mi inicio a un nuevo desmoronamiento, me muerde en el empeine, con eso detiene todo lo que me estaba recorriendo, así me mantiene mientras se engolosina con mis piernas, con mis tobillos, con mis corvas, con mis rodillas, mejor dicho con mis miembros inferiores.

Y entonces llega a mis muslos, otro de los campo que tanto anhela, ahí asume una forma diferente de encarar esa disyuntiva, sus caricias se vuelven sublimes y a la vez lascivas, suaves, lujuriosas, lentas, impúdicas, ásperas, libidinosas.

Me esclaviza con sus roces, cuando prácticamente estoy por rendirme decido suplicarle que me haga suya, las ganas de sentirlo se me hacen inaguantables, como si lo intuyera de pronto me besa en la ingle, lo cual me produce tal estallido de placer que asemejo recibir por dentro una especie de explosión con consecuencias colosales.

En un momento todo se pone blanco, luego se oscurece, después como si una niebla gris borrara lo que nos rodea me deja sin saber si estoy vivía o si estoy muerta, al sentir sus labios en esa parte de mi cuerpo es como si me transporta a una dimensión desconocida de una belleza inconmensurable, no quisiera regresar de ahí nunca, pero sus labios son como el anzuelo que me engancha y me retorna zarandeándome y produciéndome tal grado de estremecimiento que pareciera como si convulsionara.

Sin dejarme recuperar, su lengua arremete en mi interior, es como una especie de tirabuzón que arrasa con todo lo que encuentra, se desplaza por mi interior sin detenerse en ningún sitio, succionado toda la humedad que me han producido sus caricias desde que inició en mi vientre hasta cuando llego a este sitio por donde ahora se me inserta.

LAYLA Y LU.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora