Quieren conocer las pilatunas que a veces nos juega el corazón, bueno pues he aquí una de ella.
Esta es una historia simple, sin muchos aspavientos para volverse inolvidable, a veces enamorarse nos vuelve cursis, quien no ha sentido los estropicios...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El amor es el regocijo por la sola existencia del otro.
Jorge Bucay.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El agua esta tibia.
La luna asemeja a un globo amarillo, es como un adorno colgado en el centro de un infinito domo, el cual se ilumina con infinidad de diminutas lucecitas que titilan en la inmensidad de la noche, parece el parpadeo de pequeñas luciérnagas, es como si con eso le estuvieran haciendo un refulgente homenaje a las caricias que en este momento él amorosamente me prodiga.
Estamos un poco alejados de la playa, el hotel donde nos hospedamos luce imponente, la forma cóncava de la estructura causa verdadera sorpresa, su gallarda majestuosidad le da un toque de verdadera fabula.
No hace mucho hemos llegado a cumplir con el ofrecimiento que nos concedieron nuestros Papás y ya estamos desnudos dentro del mar a unos pocos metros de la orilla.
La noche con su selene brillantes, nos ilumina dando a nuestros cuerpos una dorada tonalidad que nos asemeja como a dos deidades jugando a ser humanos, pareciese que somos los únicos seres vivos que podemos sentir esta clase de sentimiento.
En eso Dios nos bendijo, el amor que sentimos es mucho más portentoso que el poder que esos seres imaginarios podrían tener, pero ellos jamás podrían experimentarlo como nosotros los hacemos, pues lo sentimos en cada célula, en cada atomo de nuestro organismo.
Yo amo Lu más que a mi vida, más que a mí todo, más que al cielo si eso es posible.
Amarlo es tan sencillo, tan fácil y tan simple, porque él me ama tanto que a veces pienso que ese sentimiento es tan grande que no se necesita que yo ni siquiera lo haga, porque sin duda él ama por ambos, por eso debo quererlo, porque su cariño es tan infinito que no me deja otro recurso que amarlo hasta que se me acabe la licencia que tengo para estar en este hermoso paraiso.
