Agradecimientos.

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Vaya, no puedo creer que por fin haya llegado a esta parte, después de tanto tiempo. Estoy escuchando la canción que le otorgó el nombre a esta, que fue y siempre será su historia, y juro que me tiemblan las manos. 

Se preguntarán, ¿por qué? Bueno, además de que abarcó dos años y medio de mi vida —pues la comencé en la Navidad de 2014—, fue uno de los proyectos más bonitos que he hecho y al que le he puesto una gran parte de mi corazón. Además, representó la culminación de lo que sigue siendo, hasta el día de hoy, mi trauma más fuerte: Ana y Fernando. Es por eso que también he tardado tanto en animarme a terminar con esto, ya ven que es muy difícil desprenderse de algo a lo que amaste tanto. Pero todo llega a su fin en algún momento, y es tiempo de que esta historia lo haga también.

De verdad, no tengo palabras para agradecerles lo mucho que me dieron a través de este sencillo relato, y creo que no podré explicarles cuánto cariño les tengo a todas ustedes. Me encantaría hacer menciones especiales, pero tantas personas fueron parte vital de esto, que no acabaría nunca. Y de verdad, llegaron a conocer varias partes de mí a través de la historia, como mis traumas o aficiones, que "sin querer, queriendo", fui plasmando en cada capítulo. 

Simplemente, les agradezco la confianza para conmigo, mis palabras y mi alocada imaginación; la paciencia que tuvieron para esperar mis actualizaciones, para mis embrollos y desembrollos, en fin, todo. Y sobre todo, el inmenso amor que me demostraron al seguir la historia, es algo que me llevo en el corazón. Cada risa que me provocaron, cada momento en el que estuvieron al pendiente, su emoción, su llanto y sus emociones me acompañaron y fueron parte de estos años tan maravillosos que tuve el placer de compartir con ustedes. 

Como escritora, me siento muy realizada y satisfecha, aunque sí admito que, con la práctica, uno quiere volver atrás y hacer cosas que antes no sabías. Sin embargo, con este proyecto crecí bastante, y espero que los siguientes estén a la altura de sus expectativas. Porque, claro, ya he comenzado a planear algunas cosas por allí, así que nos veremos muchísimo más pronto de lo que creen. 

Una vez más, chicas, gracias por todo. Las llevo siempre conmigo, y les prometo que en las próximas historias, seré más organizada para tardar menos, para que, por ende, no le sufran tanto, jajaja. Les mando un beso enorme, ¡las amo!

Siempre de ustedes, 

Ana Daniela. 

No Te VayasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora