Desperté agotada por el cansancio de un mal sueño que giraba entorno a Sam y me retiré las sabanas de encima para alejar el calor de mí y permitirme así pensar con mayor claridad. En el momento en el que las plantas de mis pies tocaron el suelo, Will se apoderó de mis pensamientos inmediatamente y con él la noche anterior incluyendo la discusión en casa de James y por supuesto...la sorpresa en mi jardín. Las dudas sobre él se acumularon en mi cabeza como piezas de un puzzle sin resolver, ¿qué significaba Will para mí?¿y qué significaba yo para él? ¿qué eramos?¿qué ibamos a ser?
El sonido de los mocasines de mi padre sobre el parquet del pasillo me sacó de mi ensimismamiento y me dí cuenta de lo que debía hacer antes de centrar mi atención en cualquier otra cosa, necesitaba respuestas sobre todo lo que me había ocultado de aquel accidente y sobre el porqué específicamente, no me sentía bien ocultandolo un día más y me cerebro de paranoica tan solo hacía más que dar vueltas alrededor de ideas de bombero sobre posibles hipótesis. Me vestí tan rápido como pude y salí de mi habitación cepillandome el pelo asegurandome así de que mi padre no fuese tan rápido como para dejarme con las palabras en la boca en la cocina.
-¡Buenos días Bella! - exclamó mientras removía su taza de café.
-Tenemos que hablar - murmuré - sobre varias cosas...
-Primero, no pienso ir a esa maldita gala o lo que sea del hospital en la que esperabas que actuase como tu hija buena, creo que sabes los motivos,vaya...y segundo, tenemos que hablar he encontrado cosas que tu no me contaste sobre tu..ems...accidente...
-No tengo nada que hablar sobre ese tema, no hay nada que hablar al respecto.
Podía notar el enfado en su voz y también en la manera de fruncir sus labios, como si tuviese que frenar las palabras.
-Sí, sí que hay que hablar sobre ese tema y sobre el porque sigues ocultandome las cosas como si tuviera siete años - escupí - soy tu hija, tengo derecho a saberlo.
-¡Esta discusión se ha acabado! - dijo alzando la voz - me voy a trabajar, yo no estoy disponible para tonterías como esta Bella...
-Se ha acabado para ti - murmuré mientras pasaba por mi lado en dirección a la salida - si no me cuentas tú lo que quiero saber, lo averiguaré yo misma...es tu elección.
Sus ojos se clavaron en los míos y yo le sostuve la mirada para que comprobase que era cierto, no le mentía y no tenía ningún motivo para hacerlo, encontraría la manera de averiguarlo y él no podría evitarlo, sabía que en sus ojos se reflejaba el debate mental que estaba sufriendo en ese mismo instante porque veía como la pared que intentaba destruir se desmoronaba por completo, cayendo en picado.
Estaba agotada, en todos los sentidos posibles de ese comportamiento tan extremadamente autoritario de mi padre, jamás se cansaría de ocultarnos cosas, por mínimas que fueran y ese comportamiento se extendía desde el extraño accidente hasta por supuesto Elizabeth. Jamás se cansaría mientras que yo ya estaba agotada y tan solo tenía diecieste años.
-¡Eh! - exclamó una voz por detrás de mi.
Me giré a un par de calles del instituto y observé en mis espaldas a Will, con sus sonrisa de oreja a oreja y sus ojos azules reluciendo a juego con el cabello rubio chafado bajo sus gafas de sol.
-Hola - susurré nerviosa.
Se colocó a mi lado y caminamos juntos en dirección hacia el instituto.
-¿En qué piensas? Ni si quiera te has fijado en que por primera vez en semanas he dejado de lado mi coche para venir andando...me has fallado - dijo fingiendo estar ofendido.
ESTÁS LEYENDO
Opposites
RomanceBella llega a una ciudad desgraciadamente muy familiar para ella. Tras los seis años más difíciles de su vida cuando parecía que el día a día era una rutina, un giro de tres cientos sesenta grados cambiará su forma de ver las cosas, nuevas personas...