77. CAPÍTULO FINAL.

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DOS AÑOS DESPUÉS

-  Y esa es mi historia - digo finalmente.

La mujer me mira atentamente, han sido muchas sesiones, ha sido un largo camino el que me ha traído hasta donde estoy ahora y finalmente, he llegado.

- ¿Y ahora mismo como te sientes?

Lo pienso durante un segundo, y solo necesito eso, solo necesito un segundo para darme cuenta de como me siento y de como quiero sentirme por el resto de mi vida.

- Bien - digo sincera.

- Ha sido un largo camino el que te ha costado recuperarte de todo esto Bella - dice ella.

Puedo ver una sonrisa de orgullo en su rostro de mediana edad y entonces le sonrio de vuelta, lo he conseguido. Hoy en día soy la Bella que quiero ser, la Bella por la que he luchado dos años. Porque aquellos primeros tiempos en Nueva York en los que parecía que todo se había arreglado... no eran más que una cortina de humo que me impedía ver más allá, y finalmente lo conseguí. Decidí que necesitaba ayuda, ayuda profesional y recurrí a Kate, mi psicóloga, a la que ahora mismo tengo frente a mí, orgullosa de que finalmente me haya encontrado a mi misma.

- ¿ En qué piensas ahora? ¿Cuáles son tus planes?

- Quiero pasar el verano lejos de aquí, necesito unas vacaciones, me las merezco. Y quiero acabar la carrera en Julliard aunque haya firmado con la discográfica para ese disco - digo, segura de mí misma - y quiero ser feliz.

- ¿Todo eso te haría feliz?

Me encojo de hombros, mientras jugueteo con el bajo de mi camiseta, necesito algo más, sé que necesito algo más.

- Han pasado dos años, y has conseguido hablarme de todas y cada una de las cosas que en un pasado te hubiese atemorizado simplemente comentar ¿sabes lo que eso significa? Que tú te has encontrado a ti misma, pero... ¿vas a dejar que el destino o como tu lo quieras llamar, te quite tu felicidad?

Frunzo el ceño, mientras mi mente estudia lo que ha dicho, hemos aprendido a usar la dinámica de que ella me intenta sacar los sentimientos más ocultos de mi interior y yo me dejo, catalizandolos cuando deben salir.

- Gracias - me limito a decir finalmente - por ayudarme a salir del agujero al centro de la Tierra en el que estaba metida.

Me levanto del diván, dando por finalizada la sesión de una hora que siempre tiene lugar los miércoles, y le doy un pequeño abrazo.

- Gracias - susurro sincera, en su oreja, en medio de nuestro abrazo.

- ¿Volverás? - me pregunta, antes de salir.

- Siempre seré una chica traumada, tranquila, vendré después del verano.

Y el cambio, por ejemplo, está en que yo en un pasado jamás habría bromeado con ello y ahora me rio con mi propia broma mientras cierro la puerta detrás de mí.

Mi pelo ha crecido, vuelve a estar a la altura de mi pecho y los mechones libres caen rebeldes ante mi rostro, aunque los retiro cada dos por tres, como antes. Salgo de la consulta y me dirijo hacia el pub irlandés en el que he quedado para comer con mi padre, esta cerca de su hospital y en pleno centro neurálgico de Manhattan, Times Square. Me siento en la mesa más alejada y espero a que mi padre entre en local, acompañado de mi hermanito Sam, futuro abogado de causas perdidas como a mi me gusta llamarle. Realmente no va a ser un abogado de causas perdidas, va a ser un gran abogado, yo lo sé. Y sé que en el fondo, quiere ser abogado para poder salvar las injusticias como la de mi madre, futuro fiscal de Nueva York, señoras y señores : Sammuel Shein. Ha crecido, se ha hecho mayor, ahora tiene músculos marcados pero para mí seguirá siendo mi pequeño Sammy.

OppositesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora