69. Problema

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- Te vi anoche, con Black - suspiré.

Estaba tumbada en el sofá, hecha un ovillo contra uno de los reposabrazos y tapada con una manta hasta arriba. Whoa, planazo. Ironía. Tenía un tremendo mal día, horrible concretamente y solo me acababa de levantar, sin embargo, tenía la cabeza llena de ideas y momentos del día anterior que rebotaban una tras otra en las paredes de mi cerebro haciendo que cada maldito segundo fuese a un peor, estaba abrazada a mi teléfono para no despegarme de él y así poder contestar en cuanto me llamase, creyendo como una ilusa que lo haría ese mismo día... creyendo que lo haría, como una maldita ingenua.

Mi padre me observó atento, viendo si era un farol pero llegó a la conclusión de que no iba a bromear con ese asunto, para nada. Me retiré el pelo de la cara sacando por primera vez la mano de entre la manta y volviendo a guardarlo inmediatamente.

- ¿ Cómo sabes su nombre?

- Investigué - me limité a decir.

- ¿Bromeas? Te dije que...

- ¿Crees que a estas alturas yo te creería? - inquirí.

- Ayer hice mi trabajo como padre, y no voy a darte ninguna explicación al respecto.

Bufé. Bufé porque estaba exhausta de esa relación, estaba agotada de que mi padre forzase las cosas, siempre intentando manterme alejada a pesar de que cada día nos alejaba de él no solo mental sino físicamente. Porque en ese preciso momento solo desaba largarme de allí, irme a cualquier otro lugar lejos de él y de sus mentiras, de su sobreprotección, de su vida.

- Le mantendré alejado de ti Bella - prometió.

Reí, irónica porque ¿él creía que soloc consistía en mí? ¿y ella? ¿y su madre?¿y su amor? ¿dónde iban a parar todos ellos? a la misma papelera en la que había metido su vida, y la de Sam y la mía... y la de mi madre, como si no contase para nada.

- ¿Y de ella? ¿Ya da igual, no?

- Ella se marchó con él, habían otras posibilidades y se marchó con...

- No sé de quien he sacado mi carácter luchador - le corté - porque de ti no... si ella fuese el supuesto amor de mi vida ya estaría a mi lado y ese hijo de... - bufé de nuevo y controlé mi vocabulario antes de continuar - ya estaría en la cárcel. Así que no lo sé, no sé ni si quiera si lo saqué de ella...porque ella se dió por vencida hace demasiado tiempo.

Salió a la calle sin mirar atrás, pasando de mí...¿ sorprendente? Me limité a volver a mi postura inicial, como un vegetal sobre el sofá y respiré hondo. Tenía un largo fin de semana por delante para pasar así.

- ¿Te encuentras bien? - inquirió Harry al anochecer.

Había ido a ver como había acabado la fiesta, ya que desaparecí de madrugada y volví a casa andando sola, y efectivamente, no es que estuviese en mis plenas facultades mentales. Asentí con la cabeza, fingiendo, y Harry sonrió levemente.

- ¿Es un intento de engañarme? Creía que eras capaz de hacerlo mejor... - bromeó.

Negué con la cabeza y contuve las lágrimas que iban a caer por mis ojos si yo no las frenaba antes, estaba llegando a un límite en mi vida. Primero Black, después Will y Zack, después mi padre... ¿cuándo iban a parar las decepciones en mi vida? ¿cuando iba a llegar el momento de respirar hondo y darme cuenta de que todo era un sueño y solo soñaba? Era cierto el hecho de que lo de los chicos había sido una mera estupidez, y también era una tontería porque encima lo había empezado yo... y aún así, se me hacía una montaña. A cada poco se me hacía más duro seguir adelante, subir la colina era cada vez más cansado y mis fuerzas se estaban empezado a agotar por ver cada vez la cima más lejana.

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