Envolví mis manos en el bajo del sueter largo y caminé de vuelta hacia casa, a penas era de día y yo ya estaba despierta como si fuese lo más normal del mundo. Los surfistas comenzaban a inaugurar el las primeras olas y los jubilados y personas que salían a la calle temprano ya paseaban por la orilla de manera que no estaba tan sola como parecía. Pero en mi cabeza, estaba totalmente sola. Marqué el mismo número que tantas veces había marcado ya y escuché de nuevo los mismos tonos los cuales había ya memorizado y sabía en que momento iba a sonar cada uno de ellos. Esa vez hubo un tono más, y entonces, de nuevo...volvió a colgar. Alguien colgó y yo volví a resignarme, como cada vez que eso ocurría, ya sabiendo que colgaría...ya no sabía si siempre lo haría... ¿ conseguiría alguna vez contactar con esa persona? ¿O simplemente seguiría colgando hasta que me olvidase del tema?
Entré en casa tras un largo rato caminando y cogí una taza de café que raramente mi padre había dejado preparadas sobre una bandeja de plástico junto a uno de mis muffins favoritos, de una panadería céntrica que se basaba en chocolate y más chocolate. La cogí sin mediar palabra, ya que no le encontré en la cocina y la saqué al jardín, donde un sol otoñal asomaba tenuemente entre las nubes, haciendo que pareciese un sitio cálido y apropiado para relajarme mientras desayunaba. Me senté euno de los sillones blancos y extendí las piernas sobre el sujetapies a juego de color que tenía justo delante. El sonido de la música de la radio de Sam llegaba a mí desde su habitacíón y le dí el primer mordisco al muffin al son de una balada de Radiohead. Mi hermano pequeño y su estridente música llegaron al jardín en forma de persona y altavoces, llevaba consigo el último modelo de altavoces Bits que mi padre le había dejado comprarse y tras enchufarlo en la pared la música sonaba más fuerte de lo que a mí me gustaba y más aún siendo ese grupo de música.
- ¡Hermanito! - exclamé fingiendo una alegría, muy mal fingida, por verle - ¿te importaría apagar eso?
- Sí, me importaría - dijo riendo.
- Vaya subnormal -suspiré.
- ¡Eh! Esta carita, no viene sola... - dijo con arrogancia.
Observé como se llevaba la mano a la cara, señalandola y dandole relevancia y reí ante su sonrisa pedante, ni si quiera sabía como le aguantaba en momentos como ese.
- Estás guapo - comenté sin mirarle - y mayor. Estás mayor Sam.
Deslicé la mirada a lo largo de mi hermano Sam y comprobé como en breves sería del tamaño de Harry o Zack, o Will. Los entrenamientos le hacían aumentar su musculatura y ya no era el chico débil que tanto había protegido, de hecho en una pelea ya no tenía claro quien protegería a quien. Yo probablemente intentaría protegerle pero sabía que él era más fuerte ya, y incluso teníamos la misma madurez . Era mi hermano, ya no tan pequeño.
- Tengo dieciseis casi, doy gracias de crecer la verdad - dijo tras un largo trago de leche.
- Oye, ¿tú sabes quien puede gustarle a Harry? - pregunté, tanteando el terreno.
- ¿A qué te refieres? ¿Harry está interesado en alguien? ¿Y en quién?
Sonreí, por Harry, porque jamás sabíamos lo que realmente sentía o pensaba hasta que ya no tenía importancia y comprobé, que no solo se trataba d emí a quien le pasaba eso, sino también Sam y supuse que el resto, era un misterio, siempre lo había sido...probablemente incluso más que yo, pero él a diferencia de mí sabía como actuar para que eso no se notase, era tan extrovertido y tan alegre que nadie se paraba a pensar en esas cosas.
- ¿ Tú crees que puede ser de nuestro grupo?
Sam se encogió de hombros y entendí la sensación, era extraño cuando las parejas se formaban dentro del grupo porque parecía que estabamos ciegos, como en esa situación por ejemplo. es decir, era extraño ver que no nos habíamos fijado en el feeling entre ambas personas antes de que pasase. Era extraño generalmente porque todos solíamos ver como hermanos cuando de repente....¡bum! las cosas cambiaban, parecía incluso imposible que entre hermanos de repente se enamorasen pero pasaba, aunque en situaciones como esa pareciese imposible. Pero Harry....¿Harry con alguien del grupo? Obviamente yo, quedaba descartada, y la siguiente en la lista era... ¿Jen? ¿Tay? Otra que tal, descartada, y por no hablar de que Jen estaba con James... ni idea, realmente.
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Opposites
Roman d'amourBella llega a una ciudad desgraciadamente muy familiar para ella. Tras los seis años más difíciles de su vida cuando parecía que el día a día era una rutina, un giro de tres cientos sesenta grados cambiará su forma de ver las cosas, nuevas personas...