62. Te tengo

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- ¡Bella! - me llamó Harry.

- ¡SEÑOR STYLES BAJE LA VOZ! -le ordenó la bibliotecaria.

Harry rió mientras se acercaba a mí, con un puñado de libros y libretas entre sus brazos, que desposió haciendo un sonoro ruido sobre la mesa en la que yo estaba sentada.

- SHHHHHHH - insistió la señora Hannigan.

La mujer de nariz aguileña y ojos pequeños escondidos tras unas gafas acabadas en punta, nos estaba echando una mirada asesina bajo los cristales que debían medir como poco cuatro dedos de grosor. Era demasiado joven como para estar perdiendo su tiempo de esa manera con un grupo de adolescentes hormonados, algunos de los cuales se escondían entre las estanterías de la biblioteca para magrearse sin temor a ser pillados nada más que por otras parejas iguales a ellos.

- Necesito ayuda para el exámen de química - murmuró a mi lado.

Harry se puso las gafas y reí al ver como se miraba en el espejito de mi estuche y suspiraba frustrado, odiaba esas gafas, las odiaba con toda su alma pero era divertidisimo verle con aires de empollón sin ese ambiente de malote que siempre llevaba él.

-Tengo que escribir una redacción para Inglés  y ni si quiera sé como empezar - suspiré .

Estuvimos en silencio un rato, el suficiente como para escribir un parrafo sobre los sentimientos para esa dichosa redacción, pero sabía que Harry no aguantaba mucho estudiando cuando tenía algo en la cabeza, y efectivamente... lo sacó.

- Oye... ¿crees que Taylor y Liam van en serio ? -preguntó, mirando al libro, en voz baja.

Dejé el lápiz a un lado y me deteuve en sus ojos verdes que evitaban los míos.

- No lo sé, ¿por qué lo preguntas?

- Por curiosidad, en el cumpleaños de Sam parecían estar...digamos a gusto - suspiró.

 - Ya, les vi... Liam parece un buen chico ¿no crees?

- Lo es - murmuró, sin mirarme.

- ¿A qué viene todo esto? - inquirí -¿qué pasa Harry?

- Nada, en serio, es solo curiosidad, venga ayúdame con esto...

Por primera vez en toda la conversación se dignó a mirarme a los ojos y yo contemplé su mirada, buscando la verdad en aquello sin demasiado éxito. Harry raras veces preguntaba esas cosas, y su tono de voz y la inseguridad con la que me había estado mirando antes de hablarme... algo me olía raro a mí.

- No soy tonta - murmuré.

- No es nada en serio... -suspiró - me alegro de que sean felices...

Reí, irónica y me dispuse a ayudarle estudiar dando por zanjado todo ese asunto, porque no quería presionar y sabía que no iba a sacarle nada , al menos en ese momento.

- Los exámenes empiezan el miércoles, será mejor que nos pongamos en serio -  le insté a Harry cuando optó por salir a fumar un cigarro - no me gusta este nuevo vicio tuyo...

- Es lo que hay - suspiró, revolviendose sus rizos con la mano.

Me abroché la chaqueta  mientras él le daba un par de caladas a su cigarrillo y me apoyé en la barandilla del edificio, esperando a que Will pasase  a recogerme y así ir a estudiar a casa con él. Esas semanas se iban a dedicar exclusivamente al estudio, o bien con Will o con el resto o bien sola, pero necesitaba tanta nota como me fuese posible para poder salir adelante con grandes resultados que fuesen aceptados en mi universidad de cabecera. El todoterreno negro de Will paró frente a nosotros y ni si quiera esperé a que él bajase del coche para dirigirme hacia allí y meterme en el asiento del copiloto, odiaba el maldito invierno de ese maldito estado pero cuando entré, Fix You de Coldplay estaba sonando y los cristales estaban prácticamente empañados por la calefacción encendida en el interior. Me quité el abrigo deprisa y lo dejé en la parte trasera mientras me frotaba las manos para hacerlas entrar en calor también.

OppositesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora