17. Te creo

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La debilidad no era una opción, nunca lo había sido para mi. La gente se puede permitir ser débil y tener un altibajo en su vida cuando esta segura de que va a haber alguien a su lado sujetando los pilares de su vida, evitando que caigan con todo su peso sobre su persona. Yo no podía permitirmelo porque no solo cargaba conmigo misma, cargaba con mi hermano y me había ocupado de que él se convirtiese en un chico responsable y cuidado de si mismo, en un chico capaz de vivir por su cuenta sin darse a la mala vida. La mayoría de los niños que quedaban huerfanos de padre o de madre y cuya infancia transcurría en su mayoría a solas acababan siendo chicos conflictivos, yo podía decir orgullosa que mi hermano no era uno de esos chicos carne de comisaría por actos bandálicos, él era distinto. Me había costado muchisimo llegar a donde estaba y sabía que si había llegado era gracias a haber prescindido de los momentos de debilidad, yo no era vulnerable o al menos no me dejaba ver como alguien vulnerable, de esa manera la gente creía que podía salir de cualquier cosa absolutamente y que no tenían la posibilidad de destruirme. Era falso. Todo falso. Pero convertir la presión que cada situación peligrosa para mi debilidad ejercía sobre mi en ira y rabia funcionaba bien, porque conseguía desahogarme con las personas sin acabar destrozada en su presencia, no me gustaba dar la imagen de chica desvalida sin madre, porque no lo era, era alguien fuerte.

Y sin embargo, a pesar de todo eso, ahí estaba yo, llorando con un desconocido que me abrazaba intentando recomponer los pedazos de mi que acababan de romperse ante él. Había desplazado su cadera para poder acoger mi cuerpo insignificante entre sus dedos con mayor facilidad y comodidad para mí, pudiendo acoger mi nuca con su mano derecha haciendo que una de las pocas partes de mi cuerpo que no estaba en contacto con el suyo lo estuviese. Sabía que debía parar, y quería parar, pero sin embargo...simplemente no era capaz de hacerlo. Will no se separó ni se movió ni un solo momento, me abrazó haciendome sentir menos sola de lo que habitualmente me sentía y se lo agradecí considerablemente en silencio aunque no se lo dije. Poco a poco sentí como mi corazón y mis pulmones se relajaban y conseguí incorporarme , alejando mi cabeza de la suya y de todo su cuerpo en general, una vez me había calmado me sentí avergonzado por mi comportamiento, inusual en mi. Permanecimos en silencio, yo insegura de que decir y él inseguro de si hablar empeoraría las cosas. No era un silencio incomodo, ni si quiera me molestaban sus ojos azules sobre mi rostro atentos a cualquier movimiento, simplemente había encontrado un momento de paz.

-Lo siento, yo no suelo comportarme de esta forma...tan infantil.

-No voy a discutir que esto sea o no infantil...pero espero una explicación, no digo ahora y ni si quiera pronto pero me preocupas.

Permanecí en silencio de nuevo, muchismo más relajada, intentando alejarme de el pensamiento de Elizabeth y de mi infancia con miedo de que si volvía a pensar en ella, el sentimiento sería aún más dañino y devastador en mi interior.

Will me miraba sin inmutarse y finalmente saqué una media sonrisa en su honor, intentando tranquilizarle a él también, porque no debía de sentirse muy bien tras verme así. Su mano se desplazó hasta mi frente para retirarme un par de mechones de la frente y sonreí cuando lo hizo un poco más. Le observé mientras miraba al frente, a Saints con aspecto relajado y los ojos azules brillantes bajo los rayos de sol de mediodía. Mis ojos se deslizaron desde su rostro hasta su cuello, donde esas finas líneas cruzaban su cuello marcandole, distinguiendole de otros. No podía ocultar mi curiosidad y tampoco creía que pudiese.

-¿Qué te pasó con las cicatrices?- inquirí.

Bajó la cabeza, no muy a gusto con esa pregunta y la levantó para volver a mirarme a los ojos.

-Yo...voy a explicarte porque no soy como tu y la prensa creeis, bueno y medio país.

Cambió de tema como si nada, y sin embargo, no me afectó tanto como pensaba ya que había decidido dejarle hablar de ese tema, quería escuchar su explicación y decidir al respecto.

OppositesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora