El coche continuó por las calles nocturnas de Saints mientras yo cantaba al son de algunas de mis canciones favoritas bajo la atenta mirada de Will que disfrutaba más que yo incluso con eso. CUando nos detuvimos frente ami casa aguardé sentada hasta que él me miró, tras aparcar por completo, expectante.
-¿Y bien? - inquirió -¿te vas ya?
- Baja anda - suspiré.
Me guardé la sonrisa para cuadn ocerré l apuerta detrás de mi, lejos de su campo de visión, impidiendo así satisfacerle. Tomé la delantera, abriendome paso entre la valla que rodeaba mi casa y la contigua hacia la playa.
-¿Cambio de planes? - preguntó curioso.
Asentí con la cabeza justo en el instante en que mi spies se hundieron en la arena y avancé un par de metros más hasta llegar a una zona en la que un par de luces de las casas que hacían que se iluminase tenuemente, pudiendo vernos con claridad y me senté doblando las piernas primero y dejandome caer con suavidad después.
- ¿No hace un poco de frío para estar aquí a estas horas? -sugirió dudoso.
- Si no te apetece puedes irte a casa - bromeé.
Me dirigió una mirada seria, contemplando las posibilidades de que yo pensase que era probable que él se marchase. Finalmente, se sentó tan cerca de mi que nuestro sbrazos estaban pegados el uno con el otro y podía sentir su respiración entrecortada junto a mí.
- Lamento el incidente con Zack, a veces se les cruzan los cables con esto del fútbol...ya sabes - comenté sin darle más importancia.
- Sabes tan bien como yo que eso no ha sido por el fúbtol ¿no?
Siempre quitandole la inocencia a las cosas, vaya ¿como no?.
- No me gusta que os peléeis - protesté sin mirarle.
- Ojalá no tuviese que discutir con él ni que montar esos espectáculos...a mí tampoco me hacen gracia, te lo prometo Bella.
- No prometas - murmuré cabizbaja.
En cuanto las palabras salieron de su boca un escalogrío me recorrío por dentro y se me revolvió el estomágo de arriba a bajo, había prometido cosas en el pasado que para mí ya no tenían validez alguna y no quería manchar los aspectos del futuro con nuevas promesas fallidas.
- Pero...
- Deja de prometer cosas que no vas a cumplir, me hace más mal que bien - suspiré.
- Disculpame, no prometeré más lo pro...
Reí ante el instinto que le salía ya natural y disfruté del sonido de nuestras risas a la vez.
-¿Sigues surfeando?
- Sí - admitió - es un vicio...
-¿Podría verte mañana por la mañana? ¿Temprano? ¿O tampoco? - dije con un tanto de resquemor.
- Dime la hora y allí estaré... lo pro...
- ¡Will! - exclamé protestando.
- ¡Lo siento! - exclamó de nuevo.
- Te pasas el día disculpandote - susurré.
Ambos quedamos en silencio y observé su expresión, pensativa, distraído. La incomodidad se hizo paso entre nosotros y no nos molestamos en romperla, por miedo de empeorarlo.
- ¿Puedo preguntarte algo desde la máxima sinceridad? -inquirí - ¿cuanto tiempo pensabas seguir con esa supuesta farsa?
- Borra la palabra "supuesta" de tu vocabulario ¿de acuerdo? De acuerdo, volviendo al tema...no lo sé Bella. no medí mi comportamiento y ahora es tarde pero no lo sé...solo me di cuenta del daño que hacía cuando ya era demasiado tarde, había llegado demasiado lejos.
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Opposites
RomanceBella llega a una ciudad desgraciadamente muy familiar para ella. Tras los seis años más difíciles de su vida cuando parecía que el día a día era una rutina, un giro de tres cientos sesenta grados cambiará su forma de ver las cosas, nuevas personas...