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-Los hombres son unos  malditos, crueles, insensibles, hijos de la graaan....

- Bella...yo soy un tío - intervino Harry, contemplando hacia donde iba la conversación.

- Soy consciente - escupí con mirada asesina.

- Y lo peor es que para ellos solo somos unos...

- Juguetes ,  marionetas, maquinas... - ennumeró Tay.

Reí por como miraba a Harry, intencionadamente, intentando picarle un poco y sacarme una sonrisa a la vez. Caminabamos juntos hacia casa mientras yo intentaba no coger a Harry del cuello y pagar con él todo lo que me tocaba pagar con los otros dos ineptos, estúpidos, idiotas, degenerados, aprovechados, desconsiderados...en fin.

- Debería defender a mi género pero...no  parece que tenga posibilidades ¿no? -inquirió Harry.

Taylor y yo le lanzamos una mirada asesina que interpretó como el momento para callarse, sin poner ninguna objección a dos adolescentes hormonadas y enfurecidas.

- Deja de fijarte en quien menos te conviene ¿ te parece una buena idea para solucionar tus problemas? - inquirió Harry .

- No es en quien se fija ella, es en quienes sois...sois vomitivos todos y cada uno de...

- Que vosotras siempre vayais a los mismos idiotas que os usan más que a pañuelos de usar y tirar no significa que no haya nadie ahí fuera esperando a que le mireis, sonriais o hableis...simplemente, los malos siempre os llaman más, no es culpa nuestra...es culpa vuestra - puntualizó Harry.

Contemplé como se sacudía los rizos, ostentosos sobre su frente mientras bajaba la mirada y la apartaba de nosotras; había tantas cosas que me estaba perdiendo últimamente que ni si quiera entendía ese discurso tan ensalzador que había soltado Harry.

- Harry y sus discursos moralizadores antimundo -  contestó Tay riendo.

Continuamos en silencio hasta que llegamos a mi casa, yo inmersa en mi mundo y ellos en el suyo propio que a pesar de ser mil y una veces más fáciles que el mío, supuse que también tenía sus cosas.

Dejé caer la mochila sobre el sofá y me senté a su lado, agotada y solo con ganas de dormir a pesar de la pila de deberes que tenía en mi habitación. Cogí uno de los cafés a medio empezar que descansaba en una taza sobre la encimera de la cocina y dejé caer mis pantalones hasta el suelo, cubriendome con una camiseta larga lo más cómoda posible. Encendí la música apretando al botón del radiocassete del salón y me moví  al compás de la canción de "Bonfire Heart" mientras James Blunt se hacía sonar a lo largo y ancho del salón, en un intento por animarme a acabar el maravilloooosooo resto del día que me quedaba.

- ¡Bella baja esa basura! - gritó Sam desde el piso superior.

Me deslicé por el suelo mientra movía la cabeza al ritmo de la canción y bajé el volumen comprobando que cuando se trataba de la música, no controlaba.

- ¡Idiota! - protesté desde el salón a grito pelado.

Will y Zack, Zack y Will... eran tal para cual, simplemente eso, ni si quiera tenía claro a que venían los problemas conmigo cuando ellos eran tal para cual... de hecho debían probar a pasar toda una tarde juntos, probablemente incluso acabarían juntos... y sin embargo, allí estaba yo sintiendome mal por haberle hecho daño a Zack cuando él era el primero que ¿para qué contarme que Will me estaba tratando como a un juego cuando podía simplemente disfrutar del lío él también? Si yo me alejaba de Will él quedaría como el héroe y ya no recordaría el juego tan burdo y sucio en el que me había metido dos años atrás , pobre infeliz.

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