24. Accidente

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Los ojos de Will se cerraron ante mi y vi como retiraba la rostro del mío, resignado a hacerlo. En ese momento tanto él como todas y cada una de las partes  de mi cuerpo estaban en mi contra y me estaba esforzando para contenerlas a todas y cada una de ellas.

-Lo que haces tiene un nombre - comentó.

-Ah ¿sí?¿y qué nombre tiene?- pregunté sorprendida por donde iba a ir a parar la conversación.

-Calientapaquetes - murmuró Will - no lo eres, pero tiene un nombre...

-Dios ¡no me lo puedo creer! - grité exasperada.

Se había apartado de golpe y ambos estabamos a una distancia prudencial mientras yo asumía lo que acababa de decirme.

-¿Como puedes ser tan ruin Will?De verdad, sinceramente...¿como narices se puede ser así?

La rabia corría por mis venas sin poder remediarlo y aunque hubiese querido no hubiera sido capaz de frenarla, me estaba llamando calientapaquetes por no querer besarle...y entonces, más que nunca, me alegraba de no haberle besado antes y de haber permanecido fiel a lo que quería, porque siempre tenía que ser como él quería o entonces te convertías en eso, una guarra.

-¡Lo siento! Pero Bella, estoy aquí y me das esperanzas para luego.... ¡nada! ¿te das cuenta de cuanto se parece a ser una calientabraguetas? - inquirió, con una risa sarcástica.

-Y tú asumes que lo soy en vez de intentar entender que no puedo ¿no? ¡Genial!

Su sonrisa se truncó y reapareció esa mueca de seriedad ante mi, mientras se acercaba de nuevo y colocaba sus brazos sobre la barandilla, atrapandome como segundos antes, como si no hubiese dicho lo que había dicho y como si no hubiese actuado de una manera tan asquerosa y despreciable.

-¿Por qué Bella?- preguntó.

Continuó con sus brazos situados alrededor de mi cuerpo y yo no se lo impedí porque me sentía comoda de esa manera y no necesitaba que se alejase más.

-No quiero hacerte daño y sobretodo, no quiero hacerme daño - murmuré - sé que es egoísta, pero necesito que me entiendas...

Y entonces en su cabeza se encendió una luz, descubrió el quit de la cuestión.

- ¿Crees que te haré daño? - preguntó dudoso- crees que te haré daño...

Podía ver como la idea cobraba forma en su cabeza, por como se alejaba y retiraba los brazos de mi alrededor, dejandome espacio.

-Ya te lo he hecho antes ¿no?

Parecía que hablase para él mismo y no para mí, pero yo tenía protagonismo en ese dialogo.

-No quiero ser una de tu lista Will...

-No lo eres - dijo al instante - y lo sabes...

De nuevo la confianza que siempre le había caracterizado se apoderó de él y sonreí al ver como sus ojos se convencían a la vez y apostaban por sus palabras con él.

-Necesito que me entiendas Will, solo quiero tiempo para pensar porque todo esto es nuevo para mí y para ti....no, tuve suficiente con Zack....

Por más palabras de ánimo que le daba no mostraba ningún atisbo de animarse y yo ya no sabía qeu decir exactamente.

-Necesito tiempo para estar segura de lo que quiero Will...entiendelo...

-Lo que haces tiene un nombre - comentó.

-Ah ¿sí?¿y qué nombre tiene?- pregunté sorprendida por donde iba a ir a parar la conversación.

-Calientapaquetes - murmuró Will - no lo eres, pero tiene un nombre

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