37. Blanco

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*Os recomiendo escuchar esta canción mientras leeis:

- Get It Right -Glee

PV WILL

La tenía allí delante, diciendome que quería olvidarme y yo solo conseguía odiarme a mi mismo tanto como ella me odiaba mientras escuchaba sus palabras. Y odiaba todo lo que ella era para mí y todo lo que le había hecho, desde lo bueno a lo malo...todo, porque paso a paso y punto a punto había conseguido que me enganchase a ella, y sí, todo había sido por las apariencias y aunque seguía pensando que era importante seguir conservando la fama de Will Rivers....el querer seguir siendo reconocido como un ligón y un seductor me había llevado a perder a la única chica que me había despertado algo más que ganas en mi interior. Y por primera vez en todas las que le había hecho daño, tenía miedo de que no fuese reversible, tal y como parecía.

PV BELLA

La tarde se me hizo larguisima, me senté en el sofá de mi habitación mientras aguardaba a que se hiciese de noche para ir a casa de James, donde teníamos que hacer un trabajo de Geografía. Y tan solo de pensar en que él estaría allí, se me erizaba el vello de los brazos. El encontronazo en el jardín del instituto había sido suficiente para mí, tenía bastante Will para mucho tiempo. Y sin saber como, había conseguido que prefiriese seguir pensando que me habia usado como un ligue para desfasar y distraerse de su novia que saber que él estaba haciendo eso para conservar sus apariencias...no era bastante para él, no era de su clase, eramos distintos y yo era inferior y me lo había dejado claro él solito. No podía salir con una cualquiera como era yo, él necesitaba a alguien de más clase, y ese alguien no era yo. Reí, con los pies apoyados sobre la ventana por la creencia que había tenido días atrás de que no era como me había parecido al principio...era más Rivers que ninguno de los demás, con todos los adjetivos despectivos que a ese apellido y a su clase se le podían otorgar. Y lo que más me dolía, era que me había intentado ocultar del mundo, no por protegerme a mí sino por protegerse a él...era tan nauseabundo todo que...ag.

- Bella... ¿te apetece continuar la conversación del otro día? - inquirió mi padre desde la puerta de mi habitación.

No entendía que ganas de soltarlo todo ahora, aunque claro, se había acumulado la información durante tanto tiempo que era obvio que una vez empezado las palabras peleasen por salir, por ser compartidas con alguien más que él y su ego. Escuché de espaldas como se sentaba sobre el borde de la cama y me di la vuelta observando sus manos, cruzadas sobre las rodillas, atento a que le diera la palabra.

- Solo quiero saber una cosa...¿tienes su número? - inquiri.

Asintió cabizbajo, como falto de energía y yo suspiré, porque solo podía suspirar. No sabía que decir, simplemente me interesaba el saber si podía contactar con ella de algun modo si quería...y si él podía también.

- ¿Desde cuando?¿Desde el principio? - inquirí.

-No, no para nada - murmuró - mucho después...hace un par de años me llamó al trabajo...

- ¿Y cuando pensabais contarnoslo? - inquirí, ya por simple curiosidad más que otra cosa.

- No tengo ni idea - admitió.

Sonreí, riendome de mi misma porque ya era o reir o llorar, y no tenía claro que me quedasen más reservas de agua para llorar esos días.

- ¿Puedo preguntarte yo una cosa? - preguntó.

Me encogí de hombros, indecisa de sobre que quería preguntarme y decidí dejarle investigar ya que finalmente y tras muchos intentos y años a la espera, él se había abierto y me había contado la gran mentira en la que se basaba todo lo que me había hecho pensar sobre mi madre y sobre su huida...muy valiente por su parte, todo había que decirlo. Y también muy irónico.

OppositesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora