Corazón

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- Vamos. Salid del agua. La clase se acabó.

- ¡Vamos, JiMin! - Le gritó YoonGi, que fue el último de su grupo que salió del agua. - Deja de flotar por ahí, mocoso.

- No te oye. Tendrá las orejas metidas dentro del agua. - Dijo NamJoon ya envuelto en la toalla.

- ¿Crees que puede oír tu voz de alfa a través del agua? - Planteó HoSeok.

- Sin duda, si es que no está muerto - Aseguró NamJoon riendo.

- ¡JiMin! - Gritó YoonGi sorprendiendo a las dos clases y a la profesora.

- ¿Qué rayos haces, YoonGi? - Le regañó la profesora. - Vas a asustar a medio instituto. - Pero YoonGi ha no le estaba escuchando. JiMin no había reaccionado a su voz de mando. Era un omega, debía reaccionar a su voz, casi obligatoriamente, más aún si le pillaba por sorpresa. En cuanto esa posibilidad pasó por su cabeza corrió al borde de la piscina, saltó y nadó como no lo había hecho nunca.
- Dios mío. - Lanzarse tras él cuando ya estaba YoonGi en el agua sólo sería estorbar. - Todo el mundo a los vestuarios. ¡Ahora! - Ordenó la profesora sin quitar la vista de YoonGi, quien arrastraba el cuerpo del omega. Por supuesto, ninguno de los amigos de JiMin se había movido de allí.
- HoSe... - Jadeó el tigre.
- Le tengo. - Hizo valer su fuerza de lobo y sacó del agua el pequeño cuerpo inerte dejándolo con sumo cuidado en el suelo. YoonGi subió a toda velocidad y se inclinó sobre el cuerpo de omega.
- Reacciona, mocoso. - No respiraba y a penas tenía pulso. Además, estaba helado. ¿Cómo podía haberse despistado tanto hasta el punto de dejar que su temperatura bajara de esa forma, sabiendo que los tanukis no pueden regular su temperatura adecuadamente? - No me hagas esto. - Exigió mientras abría la boca de JiMin y acercaba la suya para insuflarle aire. Acto seguido comprimió su esternón varias veces a un ritmo constante sin ser demasiado bruto como para romperle alguna costilla. Iba por el tercer ciclo de reanimación, justo cuando su vista empezó a nublarse al imaginarse lo peor, cuando el cuerpo de JiMin sufrió un espasmo y tuvo una arcada en la que soltó todo el agua. - JiMin. - Le llamó mientras este tosía. No pudo aguantar la tensión y lo abrazó con fuerza, aún a riesgo de volver a ahogarlo. Estaba tiritando.
- Tengo frío, YoonGi-Hyung. - El tigre se recolocó para que sus pieles estuvieran más juntas. Y frotó su espalda y brazos efusivamente con sus manos. Era la manera más rápida de calentarle. Rápidamente todos colocaron todas las toallas secas que encontraron alrededor de los dos.
- No vuelvas a asustarme así, mocoso. - Le regañó ocultando su rostro en el hombro de JiMin. El tono de YoonGi había sido roto y desgarrados para el omega.
- Lo siento, Hyung. No quería asustarte. - TaeHyung temblaba del susto en los brazos de HoSeok. Jin agarraba la mano de NamJoon con fuerza. - De prontó me pareció buena idea descansar en agua. Susurro acurrucado contra el calrntito cuerpo del tigre.
- Idiota. - La voz le salió pastosa y JiMin se dio cuenta del nudo en la garganta de su Hyung. Intentaba no llorar y se mantenía quieto para aliviar todo el miedo y la impotencia que le había causado su ineptitud.
- No dejo de causarle problemas, Hyung. - YoonGi al fin había  conseguido regular su respiración.
- Y que lo digas, mocoso. - Respiró hondo y se levantó cargándolo en brazos. JiMin se sentía aún más somnoliento y, en su estado de semiconsciencia, escondió la cabeza en el cuello del alfa intentado hacerse lo más pequeño posible para conservar el calor.
- Hyung siempre huele bien. - No empieces así otra vez, pensó YoonGi. Ahora estaba convencido, ese pequeñajo envuelto en toallas, de aspecto vulnerable, se había propuesto matarlo de un ataque cardiaco.
- Y tú hueles a perro mojado. - Le replicó.
- No soy un perro, Hyung. - Gimió molesto con una vocecilla aguda. JiMin sintió claramente la vibración del pecho del alfa al reír suavemente.



Cuando le llamaron del despacho del director, no se sorprendió. El director le llamaba a menudo y por razones mucho más banales. El olor del alfa en el interior del despacho le era muy familiar, pero nunca había terminado de gustarle demasiado.
- Toma asiento. - Le pidió. A pesar de que el olor no era su favorito, se sentía cómodo allí. Tenía demasiada confianza con ese hombre que lo sabía todo de él, aunque no estaba seguro de querer dicha confianza. - Voy a ser directo porque estoy hasta arriba de trabajo. - Aseguró frotándose la nuca y aflojando su corbata. La confianza era una flecha en dos sentidos. - He oído lo de tanuki en la piscina. ¿Cómo está?
- Descansando. Jin-Hyung cuida de él.
- ¿No consideras que es mejor llevarlo a su casa? - ¿Por qué le importaría lo que YoonGi considerara correcto? A pesar de ese pensamiento, tenía una opinión firme al respecto.
- No. De hecho, le he pedido a TaeHyung que lo tenga en su casa este fin de semana, allí podrá descansar bien. La casa de TaeHyung es grande y sus padres no están demasiado en casa. TaeHyung es ruidoso, pero cuidará bien de él. Luego les acompañaré en el autobus para asegurarme de que lleguen bien.
- Nadie descansa mejor que en su propia casa, YoonGi-chi. - Odiaba que le llamara así y ya se lo había dicho mil veces, pero esta vez lo ignoró.
- No cuando estás enfadado y con una familia atosigante. Eso le estresará más. - Aseguró.
- Intenta ser comprensivo con ellos. Son primerizos, son sacerdote y, por tanto, muy tradicionales.
- Son idiotas. - Gruñó el tigre. El director aspiró con fuerza.
- Menos mal que estabas cerca. Las dos veces. - YoonGi levantó la cabeza sorprendido.
- ¿Crees que no me daría cuenta cuando un aula y medio pasillo aparecen llenos de un olor nuevo en el instituto y el olor del alumno que mejor conozco? - Alegó el director. - Por eso coloqué vuestras clases juntas en la piscina hoy. Le dije a la profesora Chan que vigilara si vuestra relación seguía siendo correcta.
- Tenías miedo de que me hubiera pasado con él. - Asumió.
- Sólo quería saber si el chico estaba bien. - Aseguró el alfa mayor.
- Podrías haber interrogado al cachorro. - Le propuso.
- Ese niño es más fiel a ti que a mí. Kookie jamás te delataría.
- Es un chico listo. - Sonrió y el director le imitó. Ambos sabían que el cachorro estaba escuchando al otro lado de la puerta.
- Lo has hecho bien. Ve a clase. - Concluyó el alfa de león. El tigre se levantó y caminó hacia la puerta. - Y, YoonGi, sigue cuidando del chico, ¿vale? Te lo encargo.
- Sí, señor Jeón.
-  YoonGi, vivo contigo desde que tenías 4 años. ¿Cuándo vas a empezar a llamarme papá?
- Es que usted no es mi padre. - Argumentó. - Y si le llamo padrastro es muy largo y llamarle por su nombre de pila me parece muy irrespetuoso. - Canaña, pensó el alfa, cómo si eso realmente le importara a YoonGi. - Así que, mejor le sigo llamando señor.
- Anda largate de aquí. - Dijo cansado de las estupideces de aquel muchacho. - Y dile al listo de tu hermanito que, aunque aún no tenga ningún aroma, conozco el detergente de lavar la ropa que usa mi querida esposa. - YoonGi abrió la puerta y se no se sorprendió al ver a JungKook al otro lado. El cachorro sonrió estúpidamente y se inclinó a un lado para ver a más allà de su hermano mayor.
- Hola papá. - Le saludó. - Id a clase de una vez. - Habló firme pero sin levantar el tono. YoonGi cerró la puerta tras de sí.
- Ha vuelto a llamarte YoonGi-chi. - Rió JungKook. - ¿Puedo yo llamarte así?
- Sólo si quieres morir antes de haberte presentado. - Se encogió de hombros. - Sería un poco triste. - Opinó mientras caminaban por el pasillo.
- Hyung. - Habló JungKook rompiendo el silencio que se había formado entre los dos tigres. - Usted está bien, ¿verdad? - YoonGi se sorprendió de que JungKook le hablara así. YoonGi se encogió de hombros.
- ¿Por qué no iba estarlo? - Habló el mayor.
- Quiero decir que... desde que JiMin esta con nosotros... pues tú...
- Sabes que odio que la gente tartamudee tanto ante mí. - Le dijo YoonGi. - A ti no te lo permito.
- Quiero decir, que pareces haber cambiado algo tu comportamiento. Te preocupas mucho por JiMin.
- ¿Intentas decirme que no cuido del resto del grupo? - Le miró con incredulidad.
- No. Sólo quiero decir que lo haces de forma distinta. Siempre nos cuidas, pero siempre has sido algo brusco. No es igual con JiMin. - Opinó JungKook.
- ¿Acaso estás celoso? Sólo tu eres mi hermanito, enano.
- No me estás entendiendo, Hyung. Intento decirte que JiMin te está cambiando. - YoonGi se paró y le miró confuso. - Y me gusta como lo está haciendo. - Confesó.
- Será que este instituto de integración me está volviendo blando. - Río mientras volvía a ponerse en marcha. - Será que ese olor a leche de fresas hace que mi corazón salte.



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Like Cats and Dogs. |YoonMin| |Omegaverse|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora