Al llegar al pasillo de la tercera planta, JiMin pudo percibir el espantoso olor que salía de la puerta que había al final del pasillo. Caminaron hacia ella y cuando se acercaron demasiado el tanuki se detuvo. YoonGi dio un paso más, pero se tuvo que girar cuando sintió la correa tirante.
- ¿Es por el olor? - JiMin asintió. - Ya te dije que no sería para nada agradable. No te pasará nada a ti, pero lo que verás no será fácil. Aún tienes la oportunidad de echarte para atrás, pero cuando crucemos esa puerta, no podré mostrarme débil. Ni si quiera contigo.
- Aguantaré, Hyung. - Aseguró. Continuaron su camino hasta llegar a la puerta.
- Pase lo que pase, no hagas nada. - Habló el tigre justo antes de abrir la puerta.
La escena era horrible. Parecía una mazmorra hecha en un lujoso despacho. Había cinco sumisos arrodillados junto a la pared, de sus collares salían cadenas de metal que estaban atadas a la pared. Una de las sumisas, aún atada y delante de todos los presentes le practicaba una felación a un alfa alto y grande que había en una esquina. No era una mamada dulce, sostenía los cabellos de la sumisa, más bien esclava, y le forzaba a hacerlo de forma agresiva y profunda. La joven arrodillada, sucia y atada, parecía estar ahogándose. El olor de aquella acción de violencia era horrible para JiMin, que se pegó a la espada de YoonGi. Al otro lado del escritorio que había en la habitación se sentaba un hombre al que JiMin no podía ver con nitidez debido a la oscuridad de la sala y al humo de un puro, que también dejaba un olor insoportable. Había un olor más que no terminaba de gustarle.
- No te esperaba. - Dijo el hombre.
- No mientas. - Habló tosco el tigre. - Sabes a que he venido.
- ¿Has venido a que le de el visto bueno a tu sumiso? - Pronunció el hombre sarcástico.
- Más bien no. - Respondió YoonGi aspero. El hombre se levantó finalmente y JiMin pudo ver su rostro. Entonces lo comprendió todo.
- Has venido para que el chico huya de ti porque eres así de tonto.
- Sólo intento mostrarle quien soy. - Explicó YoonGi, tal y como le había explicado innumerables veces al tanuki. - Me guste o no. Este lugar y tú, formáis parte de mi realidad. - JiMin entendió tantas cosas en un instante. - No puedo fingir ser quien no soy. - No ante JiMin, pensó YoonGi. El hombre se acercó a ellos, y YoonGi protegió al tanuki colocándole detrás de sí mismo.
- Es un placer conocerte, muchacho. - Sus palabras eran correctas, pero su forma de mirar, de actuar y de hablar era asquerosa. - Soy el señor Min, dueño del lugar y padre de YoonGi. - Reveló. JiMin no se sorprendió al oírlo, era obvio. Eran la viva imagen el uno del otro, sólo que YoonGi era más joven, claro, mucho más delgado, su piel era más blanca y perfecta. Sus ojos igual de intimidantes, pero sin crueldad en ellos. - Y tú eres JiMin. - Entonces el tanuki se sorprendió. ¿Cómo sabía su nombre?
- Suponía que ya nos espiabas. - Alegó el tigre joven. - ¿Nunca vas a dejarme en paz?
- No hasta que aceptes tu destino. - Aseguró el hombre sin piedad. - Eres mi primogénito y ya es hora de que tengas responsabilidades en mis negocios.
- Nunca heredaré cualquier cosa que sea tuya, padre. Te lo he dicho mil veces. - Pronunció YoonGi. - Vete de esta maldita ciudad y déjanos en paz.
- Asume tus responsabilidades y me iré. No tengo intención alguna de seguir aquí. Tú eres el que me retiene. - Aclaró. - Odio esta maldita ciudad llena de gente. Los tigres somos solitarios, dominantes y polígamos. No intentes ser lo que no eres juntándote con ese cánido del que dices estar enamorado. Fóllatelo de una buena vez. Si tanta afinidad tienes con él, hazle tener tus cachorros y pasa al siguiente. Esta estúpida sociedad limita tu felicidad y tu instinto de tigre. Con razón nos extinguimos. - Bramó. JiMin se aterrorizo por sus afirmaciones. YoonGi nunca le haría algo así. - Luchas contra tu instinto cuando deberías dejarlo libre.
- Incluso si libero mi instinto, jamás seré como tú. Eres un sádico enfermo. ¿Qué tan buena actuación hiciste para que mi madre se acercara a ti?
- Será que soy un gran actor. - Rió. Su risa espantó aún más a JiMin, que luchaba por mantenerse quieto y no salir corriendo.
- Lo que le haces a esta gente... - Habló YoonGi mirando a las personas encadenadas a la pared. Ese lugar era horrible. JiMin quería salir de allí lo más pronto posible. Necesitaba salir de allí. Tenía miedo.
- Somos depredadores, YoonGi. Y los omega son sólo presas para nosotros. Y tú quieres hacerte amigo suyo o incluso su pareja. - JiMin no pudo soportarlo más. Cada palabra era un clavo en sus entrañas. Estaba aterrorizado y empezó a liberar feromonas de miedo. Por cercanía e instinto, YoonGi las percibió primero.
- Ya he cumplido con mi objetivo aquí. - Sentenció YoonGi. - No tengo nada más que hablar contigo. - Se dio la vuelta conduciendo a JiMin a la salida.
- Dale recuerdos a tu madre y a tu hermanito. Y al idiota ese que intenta hacerte de padre. - Se le oyó reír antes de que el joven tigre cerrara la puerta tras de sí. Mandó al carajo las normas sociales del local, tomó a JiMin de la mano y caminó a buen paso hasta sacarlo del lugar. Ni si quiera se despidió de Dana. Siguió caminando una vez fuera, salieron del callejón y obviaron el coche. JiMin le siguió sin decir nada. Sólo deseaba salir de aquella habitación y su alfa le había concedido su deseo. Paró junto a una papelera y se giró hacia el tanuki. Sin decir nada, quitó el collar de su cuello y lo tiró a la papelera junto a la correa. Luego cogió su mano de nuevo y siguió andando. Pasaron dos calles hasta que disminuyó el paso y finalmente se detuvo, soltó la mano de JiMin y se apoyó contra una pared, respirando con dificultad. JiMin también respiraba deprisa por el miedo que había pasado y por el alivio que sentía ahora, peo él sabía que YoonGi tenía problemas con su ansiedad cuando se ponía demasiado nervioso, igual que había pasado cuando aquella vez en la cabaña. Sabía que ver a su padre, más aún si llevaba a JiMin con él, haría aparecer su ansiedad, así que esta vez estaba preparado y llevaba sus pastillas contra la ansiedad. Sin embargo, JiMin le detuvo cuando se las iba a tomar.
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Like Cats and Dogs. |YoonMin| |Omegaverse|
FanfictionLa sociedad está dividida entre aquellos que intentan demostrar que la convivencia entre felinos y cánidos es posible. Para ello, jóvenes híbridos, alfas y omegas de distintas especies, descendientes de las familias más influyentes del país se conce...