Tanuki tradicional

46.4K 6.3K 3K
                                    

- ¿JiMin? - Pronunció Jin. - ¡Oh! Tú eres el nuevo chico. El tanuki, ¿verdad? - JiMin asintió despacio.

- ¿Un tanuki? ¡Vaya! Es la primera vez que conozco a uno.

- Mi padre me contó que la pareja de sacerdotes tanukis que dirigían el templo mayor se jubilaban. ¿Tu familia los sustituye? - JiMin volvió a asentir. Los Tanukis son animales sagrados, pronostican la buena suerte y la fortuna, por eso suelen ser los guardianes de los templos y sus familias y linajes suelen ser muy conservadores y tradicionales. JiMin venía de un pequeño pueblo y acababa de aterrizar en una ciudad hacía sólo unos pocos días, estaba cohibido y sentía que todo aquello era demasiado grande para él.

- Por eso aún no te has presentado. - Observó Jin.

- No veo la relación, Hyung. - Se apresuró a hablar Hoseok. YoonGi escuchaba, pero no intervenía.

- Tradicionalmente, los cachorros de tanukis suelen tomar medicamentos para retrasar su celo. - Explicó Jin. - De ese modo, tienen una infancia más duradera. Es como un acto de purificación. ¿No es así? - Volvió a asentir.

- Nos ayuda a centrarnos en los estudios del templo. - Alegó JiMin dándole la razón al zorro.

- Muy interesante la clase. Ahora, ¿podemos ir afuera? - Pidió YoonGi, que empezaba a ponerse nervioso de estar encerrado y rozaba sus uñas con la pared afilándolas casi imperceptiblemente, gesto que conservaba como un tic nervioso ancestral.

- Sí, sí. Vamos afuera o a este Hyung le dará una embolia o algo. - Dijo HoSeok. - ¿Te vienes, cachorro?

-Yo...

- Te vienes. - Dijo Jin cogiéndole de la muñeca y tirando de él suavemente. 

Cuando estaban a punto de llegar a la puerta de salida, un grito se abrió paso en el pasillo.

- ¡YoonGi-Hyung! - La voz chillona de TaeHyung resonó por todo el lugar. Todos se giraron hacia el pequeño gato doméstico. TaeHyung era siempre molesto, era muy difícil verle quieto más de dos segundos seguidos, pero no gritaría de esa forma si no fuera por algo importante, y mucho menos a YoonGi. - Es JungKook. Tiene problemas. - YoonGi apretó los dientes y frunció el ceño. 

Salieron corriendo siguiendo a TaeHyung. Jin seguía agarrando la muñeca de JiMin, así que le siguió en silencio. 


- Te crees demasiado bueno para nosotros. ¿Verdad gatito?

- No... para. - Acorralado contra la pared, JungKook creía que moriría. Le dolía el estómago de los golpes recibidos y apenas podía respirar. Se estaba ahogando. Lo peor de todo es que no entendía porque se comportaban de esa forma con él.

- En realidad eres bastante mono, Jeon. - Le dijo su agresor mientras le apretaba el cuello con una mano y le bloqueaba uno de los brazos con la otra. - Debería esperar a que te presentaras y luego marcarte. Seguro que no te molesta si luego te dejo tirado. Los tuyos estáis acostumbrados a eso, ¿no? - Esos acosadores decidieron hacerle entender aquel día como sería la vida a la que estaba destinado. Era la vida que todos esperaban de él. JungKook no estaba dispuesto a que ese fuera su destino, pero eran tres alfas contra él y no pudo replicar como hubiera querido. Para ser omega, JungKook era de todo menos sumiso. Y, por ser un tigre, también era fuerte como para enfrentarse a un alfa como aquellos, pero no a tres.

- ¡Joder, sueltale Kwan! - Gruñó NamJoon. Leones y lobos, como NamJoon y Hoseok, estaban acostumbrados a actuar en manada. Los dos se colocaron juntos a pocos metros de la pelea y prefirieron usar el dialogo antes de enzarzarse en una pelea. Pero ese no era el estilo del tigre de Bengala, no era el estilo de YoonGi. Cuando quieres darte cuenta de que hay un  tigre cerca de ti, ya es demasiado tarde. Cuando Kwan se dio cuenta de que YoonGi estaba en el pasillo, sus uñas, afiladas debido a su tic nervioso, ya estaba a medio milímetro de su cuello. Su madre solía obligarle a cortárselas habitualmente, pero en los últimos años YoonGi ya era demasiado mayor como para que su madre controlara esas cosas. 

Like Cats and Dogs. |YoonMin| |Omegaverse|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora