Demasiado rico

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- ¿Acabas de desobedecerme, bebé travieso? - El tanuki mordió su labio inferior. - No sabes lo que has hecho. - Dijo con su voz más grave de lo habitual. - Aquí quieto. - Le ordenó. - Dejó a JiMim donde estaba, de rodillas, y se dirigió a la puerta que daba al baño. Cogió unas toallitas húmedas y volvió. Limpió el rostro del tanuki cuidadosamente. JiMin no se movió mientras tanto. Luego limpió su pene lentamente, torturando al omega frente a él, quien no podía apartar la mirada de los movimientos tan sensuales de su alfa. Seguía deseoso por él y se le hacía la boca agua. Cuando acabó, se puso el bóxer. - Muy bien, bebé. - Dijo respirando profundamente. - Tienes 10 segundos para desvestirse por completo y colocarte boca abajo en la cama. - Y antes de que JiMin asimilara la información empezó a contar. - 1, 2, 3... - El tanuki reaccionó a instante. Se desvistió corriendo y prácticamente se lanzo a la cama. YoonGi siguió contando aún cuando JiMin ya estaba en la cama. - 7, 8. - Recogió la ropa de JiMin y la dobló cuidadosamente. JiMin estaba impaciente porque terminara de contar. Sentía el frío de las sábanas rozar su miembro, que ya estaba muy sensible.. Luego se sacó la camiseta y la dobló igualmente. - 9 y 10. - Finalmente se sentó en el borde de la cama. - Dime, bebé, ¿qué ha hecho que desobedecieran a tu alfa?
- Lo siento, Hyung. Es que era demasiado rico. - Aseguró el tanuki.
- ¿Ah si? - YoonGi acarició con las yemas de sus dedos la espalda, las nalgas y las piernas desnudas del omega. - ¿Cómo puede ser que todos crean que eres un inocente y santo tanuki de templo?
- Porque lo soy. - Rió JiMin.
- No es lo que me dejas ver a mí. - Aseguró sin dejar de acariciarle dulcemente. - ¿Acaso un buen tanuki estaría desnudo en la cama de un alfa, dejándose acariciar todo el cuerpo? Tan dispuesto y tan deseoso. ¿Un tanuki sagrado debería haberse tragado el semen de un alfa por el que, además, no está marcado?
- Sólo para usted me comportaría así, mi alfa. - Respondió moviendo sus caderas.
- Eso espero. Si no, me enfadaré mucho, bebé. - Aseguró suavemente. - Sólo yo puedo poseer este hermoso cuerpo. - Masajeó su piel con pasión. - Pero Hyung está un poco decepcionado, bebé.
- ¿Por qué, Hyung? - Quiso saber mientras seguía siendo masajeado de forma exquisita.
- Creí que mamar el pene de Hyung te excitaría más. - JiMin sitió como YoonGi pasó un dedo por entre sus nalgas rozando muy ligeramente su entrada. - No estás casi nada mojado. ¿No has disfrutado complaciéndome, mi pequeño?
- No es eso, Hyung. - Dijo el tanuki. - Quería concentrarme en hacerlo bien. Quería que mi alfa estuviera muy satisfecho.
- Entiendo. - JiMin soltó un gemido cuando sintió la húmeda lengua del tigre sobre una de sus nalgas. - Habrá que solucionar eso. - Se levantó de la cama. - Date la vuelta. - Acomodó los cogines y se sentó sobre la cama con las piernas abiertas. Palmeó el hueco entre sus piernas y JiMin corrió a acomodarse entre ellas. - Ponte cómodo. - Se acurrucó pegando la espalda en el pecho de YoonGi. - Muy bien, ahora mastúrbate hasta que yo te lo diga. - JiMin no empezó inmediatamente.
- ¿Yo sólo, Hyung? - Dijo con voz temblorosa.
- Sí, bebé. - Le habló suave pero autoritariamente. - Quizá si  hubieras hecho caso a Hyung, te hubiera complacido él. - El tanuki siguió dudando. YoonGi le abrazó por la cintura. - ¿Prefieres que paremos aquí y descansemos un poco, JiMin? - Le propuso delicadamente. El tanuki negó seguro y llevó su mano a su miembro. Empezó a acariciarlo. Poco a poco aumentó el ritmo y empezó a jadear y a restregarse contra el pecho desnudo de su alfa. El aroma que desprendía le hacía sentirse aún más excitado ahora que no tenía que estar concentrado en que el alfa estuviera disfrutando. - Me encanta esta vista. Eres tan deseable. - Le hablaba al oído. - No sabes lo mucho que tengo que controlarme para no penetrante fuertemente.
- Hyung... - Gimió. - Siga hablando. - YoonGi sonrió extasiado.
- A mi bebé le gusta que le diga cosas sucias al oído. Te excita mucho. Eso me pone tan caliente. - Besó su cuello. - Voy a hacerte sentir muy bien. Pero para ello necesitaré que tu culto esté muy dispuesto para mí.
- Siempre está dispuesto. - Jadeo mientras no dejaba de masturbarse cada vez con más energía.
- Eso me complace mucho. Que seas tan sumiso ante mí. Tan obediente. Tan buen chico para Hyung.
- Quiero ser un buen chico para Hyung. - Reconoció desesperado.
- ¿Ah sí? - Dijo YoonGi. - Entonces obedecedme ahora. - Su voz había cambiado un poco. - Deja de masturbar tu miembro. - JiMin cesó al instante y se removió incómodo. Quería seguir tocándose.
- Hyung. Por favor. Seré bueno. Déjeme tocarme hasta correrme. -- Suplicó.
- No. - Dijo con firmeza. - Has de obedecer y de confiar en mí. - Aseguró. Confiaba en él, pero quería poder venirse. Sin embargo, no desobedeció. - Lleva tus deditos a tu lubricada entrada. Quiero que te corras masturbándose analmente. - Era verdad que el ano de JiMin ya estaba muy mojado, tanto que había manchado las sábanas.
- Yo... yo nunca... - Juntaba sus piernas intentando aliviar la tensión de su pene mientras hablaba. YoonGi se las separó y las mantuvo abiertas.
- No cierres las piernas. Si lo haces no puedo ver como el presemen sale de tu puntita. - Dijo mientras el tanuki se retorcía de deseo entre sus brazos. - Ya sé que nunca te has masturbado de esta forma, pero alguna vez tiene que ser la primera. Vamos. - Le animó dulcemente acariciando sus piernas dándole escalofríos. - Empieza. - JiMin llevó su mano a su entrada, se acomodó un poco y metió un dedo muy lentamente. Era flexible, pero aún así, no llegaba bien. No tenía ninguna práctica. Metió y sacó el dedo carias veces pero no sintió placer alguno. - Intenta meter otro. Despacito, bebé. - JiMin obedeció. Le costó meterlo. Le era incómodo, no encontraba la postura. Además, sus dedos era muy cortos. Lo intentó de verás, quería sentirse bien, como se sentía al tocar su pero no conseguía nada comparable.
- No puedo, Hyung. - Empezó a desesperarse. - No sé como hacerlo. Y mis deditos son muy cortos. - Explicó lloroso. - Ayúdeme, alfa. Por favor. - Terminó suplicando. Todo alfa caería rendido ante tal requerimiento de su omega.
- Abre la boca. -  Dijo mientras llevaba dos de sus dedos a la boca del tanuki. - Lámelos bien y tu alfa te complacerá. - Lo hizo con avidez, hasta quedarse sin saliva. Los impregnó usando hábilmente su lengua hasta dejarlos bien lubricados. - Debes sentirte muy vacío e insatisfecho ahora, mi omega. - JiMin asintió mientras aún mantenía los dedos del tigre en su boca. Una más de las deliciosas imágenes que YoonGi guardaría en su erótico archivo mental sobre el tanuki de su vida. - No te preocupes. Tu alfa está aquí y jamás dejarás que quedes sin complacer adecuadamente, como mi lindo omega se merece.
- Necesito que me llene profundamente, alfa. - Suplicó una vez más cuando sacó los dedos de su boca dejando entre ellos un rastro de saliva.
- Está bien. - No tardó en introducir los dos dedos con destreza. Lo que para JiMin era imposible, para él era un juego de niños. Sus dedos se acomodaban a la perfección al recto del tanuki. - ¿Mi omega los necesita más profundos? - Preguntó mientras se movía suavemente.
- Alfa. - Lloriqueo de deseo. YoonGi lo clavó cuan profundo pudo y JiMin se estremeció dando un gemido. - ¡Ah!
- Ese es el punto dulce de mi omega. - Comentó para sí. - Ahora voy a estimularlo muy bien para que mi omega se corra como él desea. ¿Te parece bien? - Se dirigió hacia JiMin.
- Por favor. Hágalo, mi alfa. - Dicho y hecho, YoonGi empezó a penetrar los con sus dedos hábilmente. Era magistral. Incluso en esa posición, YoonGi golpeada deliciosamente la próstata del tanuki en cada penetración. Se retorció en gemidos agudos y jadeos desesperados. Se correría pronto. YoonGi intentó introducir un dedo más y lo consiguió. Dolió un poco las tres o cuatro primeras envestidas, luego todo volvió a ser puro y lascivo placer. - ¡Ah! ¡Más! ¡Más rápido, Hyung! - Estaba a punto y YoonGi lo sabía. Aumentó la velocidad de sus dedos.
- Déjeme correrme, Hyung. - Pidió permiso sin tener que hacerlo. Pero quería que su pareja le diera el visto bueno.
- Córrete mi buen bebé. Tanto como quieras. - Y lo hizo. Un gran espasmo le recorrió. Quedó exhausto en los brazos de su alfa. Respirando con dificultad. El tigre sacó sus dedos de su interior con suma delicadeza. - Gracias, Hyung. Eso se ha sentido demasiado rico. - Dijo acurrucandose contra su pecho.
- Gracias a ti. Es tan delicioso observarte. Tu precioso cuerpo y tus increíbles gemidos y reacciones. - Alcanzó las toallitas de la mesilla sin dejar de abrazarle y le limpió todo lo que pudo. El tanuki parecía cansado y YoonGi se tumbó con JiMin aún sobre su pecho. Lo acomodó un poco y le tapó. - Descansa un poco, JiMin. Luego tomaremos un baño y te llevaré a casa. - JiMin ya había caído dormido antes de escucharlo. YoonGi acarició sus cabellos con amor. - Gracias por dejarme estar a tu lado, mi ángel. Ojalá tuviera alguna esperanza de que continuarás a mi lado después de lo que debo enseñarte.

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Like Cats and Dogs. |YoonMin| |Omegaverse|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora