Like Cats and Dogs. |YoonMin| |Omegaverse|

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El cachorro le miraba curioso y el tigre era consciente de su presencia. Le estaba distrayendo, pues no podía quitarle un ojo de encima por miedo a que decidiera saltar al campo en busca de la pelota y terminase siendo arrollado por una de las chicas. De pronto el niño le señaló.
- Gatito. - Dijo torpemente. El tigre no pudo más que sonreír.
- Casi aciertas.
- Oye tú. ¡Enano de medio pelo! - Gritó HoSeok.
- Más te vale que no te estés dirigiendo así a mí. - Expresó YoonGi sorprendido sin dejar de mirar el partido. Vale, YoonGi era más bajo que él, pero habría sido una falta de respeto.
- No Hyung. Se lo digo al idiota este que tengo por hermanito. - Respondió. - Ven aquí. ¿No te ha dicho mamá que no te alejaras de nuestro lado. - Le regañó. YoonGi no había tenido la oportunidad de ver como HoSeok se comportaba como el hermano mayor que era realmente, aunque sospechaba que era como verle tratar a los menores del grupo. El niño parecía molesto con su Hyung. Él quería seguir inspeccionando y jugando alrededor.
- Yo estoy jugando con gatito. - Dijo enfurruñado.
- ¿Gatito? - Dijo mirando a YoonGi, quien sólo se encogió de hombros. JiMin no pudo evitar reír. ¿De verdad alguien podía ver a YoonGi-Hyung como un gatito? El tigre le vio reírse y le lanzó una mirada asesina. - ¡Deja de molestar! Ven aquí.
- No. - El niño salió corriendo en busca de protección materna y terminó escondiéndose detrás de JiMin, abrazado a su pierna. El cachorro aún no sabía que lo había hecho así porque JiMin era un omega y, como cachorro, se sentía más cómodo con él, pero eso daba igual. JiMin rió y tomó al niño en sus brazos y empezó a jugar con él. HoSeok, dejó que lo hiciera, su madre no se enfadaría por ello. Es más, pensaría que le bendecería o algo así, pues los tanukis son, tradicionalmente, un amuleto de buena suerte y mucha gente lo sigue pensando así de manera ferviente. Si su madre supiera la relación que ese tanuki tenía con el tigre, no le creería tan santo. Se colocó cerca de su Hyung, pero no demasiado, mirando a la cancha.
- Dime que estoy haciendo mal. - Preguntó el tigre. - Parecieran que pueden leerse la mente una a otras. - HoSeok sabía que su madre les observaba y preguntaría sin duda. Sólo tenía que decirle que tenían que hablar algo de clase o de su próximo partido.
- Si te lo digo, mis hermanas pueden perder. - Le aseguró.
- Si no me lo dices tu instituto perderá. Elige lobito, tus amigos o tu familia. - Se burló. YoonGi sabía que el corazón de su amigo estaba completamente dividido.
- No me hagas eso, Hyung. - Se quejó. - Sabes que soy sensible con eso.
- Tú eres un sensible con todo. - Ambos evitaban reír para que su madre no les viera bromeando juntos. - Te lo pondré más fácil. O me aconsejas o voy a contarle a aquella mujer embarazada... - Dijo sin señalarla. - ...que su amado primogénito está perdidamente enamorado de un gato que además es modelo. Seguro que le encanta la noticia.
- Hyung, no juegue así. - Le pidió.
- Más fácil aún. Podría pasar mi brazo por tu hombro y hacerte cosquillas hasta que tu madre vea lo amigos que somos. - Estaban aguantando la risa y cada vez era más difícil. HoSeok sabía que YoonGi jamás haría algo como eso, justamente porque sabía que eran como hermanos. - Vamos Hope, es sólo un partido de baloncesto. - El lobo suspiró derrotado.
- Pon a Tara al frente. Ella ve lo que las otras no. Y haz que Shina bloquee al número cuatro constantemente. Siempre la pierden de vista y se cuela en el último momento. Y ahora que acabo de traicionar a mis hermanas menores, a mi familia y a mi manada. - Dramatizó. - Voy a sacarle a JiMin de encima al pesado de mi hermanito. - Cuando se dieron la vuelta y vieron a JiMin con el niño en brazos, YoonGi tuvo una sensación extraña. Vio que JiMin usaba la mano con la que no sostenía al niño para frotarse su propio vientre, lo que hizo que aquella sensación le invadiera por completo.
- Hope. ¿Recuerdas que te dije que no te entendía cuando me dijiste que tenías la necesidad de embarazar a TaeHyung?
- Acabas de entenderlo. - Acertó HoSeok.
- No sabes en que forma.
- Entonces me llevaré al niño de aquí antes de que cometas una locura. - Dijo HoSeok evitando reír de nuevo. - Vamos con mamá, enano. - Dijo cogiendo a su hermano de los brazos del tanuki y despidiéndose de él con cariño. YoonGi aún tenía un ojo fuera del campo, pues JiMin se había quedado viendo como HoSeok le llevaba el niño a su madre, con la mano aún puesta sobre su vientre. Siempre le habían gustado los niños, pero nunca había sentido un hormigueo como aquel.
- ¿Estás bien, mocoso? - Le preguntó finalmente.
- Sí, Hyung. Sólo, me he sentido un poco raro con el cachorro. - Confesó.
- Será tu instinto de omega ahora que te has presentado. - Dijo intentando no darle demasiada importancia.
- Es que me ha venido una imagen a la cabeza. Era tan clara, tan real. - Murmuró.
- ¿Qué imagen? ¿A ti con un cachorro tuyo?
- No, Hyung. - Bajó la cabeza avergonzado. - A usted con un cachorro nuestro. - Dijo sin levantar la cabeza. Todos los pelos de la nuca de YoonGi se erizaron. La imagen había saltado a su mente ahora.
- Tiempo al tiempo. - Susurró.
Hizo su mayor esfuerzo para centrarse en el partido y seguir los consejos que HoSeok le había dado. Acabado el partido, terminaron ganando, pero por demasiado poco. Habían sufrido y las chicas estaban agotadas. Ambos esperaron a que se ducharan y YoonGi invitó a las chicas y a JiMin a comer. Las chicas no sabían que hacía JiMin allí, pero no preguntaron y disfrutaron de la compañía mutua. JiMin pudo comprobar que YoonGi y Shina se llevaban mejor de lo que había pensado. Y eso hizo que se pasara la comida fingiendo no estar incómodo. Pero no entendía porque parecía que hablaba más con ella que con él. Además, siempre hablaban de baloncesto y del partido y JiMin no sabía tanto como ellos y se había pasado todo el partido mirando a YoonGi sin saber que el tiempo pasaba.

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