Like Cats and Dogs. |YoonMin| |Omegaverse|

Sobre tu piel

Entraron en la habitación. HoSeok le dio la espalda a su omega un instante para dejar sobre la mesilla un condón y los supresores que NamJoon le había dado.
- ¿Qué te sucede, TaeHyung? El chico está bastante asustado por lo que pueda suceder y tú no le ayudas. - Se dio la vuelta para mirarle. - Sé que es una situación delicada y no te digo que tengas que hacerte su mejor amigo, pero tú no eres así. - Esperó su respuesta, pero TaeHyung le abofeteó. HoSeok no hizo nada. Quizá se lo merecía.
- ¿Qué hiciste con él exactamente? - Preguntó enfurruñado.
- TaeHyung... No creo que sea sano que te lo cuente. - Opinó.
- Quiero saberlo. - Aseguró el gato. HoSeok aspiró con fuerza.
- Olí y lamí su cuello. - Pronunció. TaeHyung se mostró triste pero de verdad quería saberlo. - Bajé su pantalón, pero no su bóxer.
- ¿Le tocaste? - HoSeok asintió débilmente.
- Sólo por encima del bóxer. - Aseguró. - Nada más. Lo juro. - TaeHyung apartó la mirada molesto. - Perdóname. No pude controlarme bien. Es sólo culpa mía.
- ¿Le besaste? - HoSeok se mostró confundido. - ¿Besaste sus labios, Hobi-Hyung? - El lobo negó.
- Por supuesto que no. Mis labios son sólo para ti, mi vida. - TaeHyung no podía enfadarse realmente, lo sabía. Le sonrió. Le besó en los labios con furiosa ansia.
- Hyung. - Habló meloso. - Necesito... - Se revolvió un poco en su brazos. - Necesito confesar algo.
- ¿Tiene que ver con lo mal que te has comportado ahí fuera? - Quiso saber. El gato asintió. - ¿Qué es?
- Yo... necesito que me ayude. - HoSeok no entendía nada. - Hyung. - Se estaba desesperando. Aquello era demasiado vergonzoso de contar, pero necesitaba que HoSeok le ayudara urgentemente. - Yo quería estar preparado para usted.
- Cariño, no tengo idea de lo que me hablas. - Aseguró el lobo. - Espera. - Pronunció. - No habrás tomado algún estimulante o algo así. - TaeHyung negó.
- Yo sabía que usted estaría en celo, demasiado alterado y ansioso como para ocuparse de mí. - HoSeok estaba cada vez más perdido. - Usted sabe que necesito bastante tiempo y dedicación para que usted...
- ¿Estás hablando de que eres fácil de dilatar? No te preocupes, TaeHyung. - Lo mantenía en sus brazos dándole mimos. - Te dedicaré el tiempo que sea necesario. Usaré los supresores si me siento demasiado urgido.
- Ya no hace falta. - Gimoteó el gato. Una vez más se removió entre sus fuertes brazos. - Hyung. Necesito que me ayude.
- ¿Qué quieres decir?
- Yo... Yo ya me he preparado para usted. - HoSeok frunció el ceño y recordó cuál era la forma en la que TaeHyung se había preparado para algo así la última vez.
- ¿Qué has hecho, TaeHyung? - Pregunto muy curioso. Le tomó por la cintura y le condujo hasta la cama, dejándole finalmente tumbado con toda la delicadeza que pudo reunir. Acarició sus piernas por encima del vaquero hasta llegar a su trasero. Entonces confirmó sus sospechas - ¿Qué es esto que tienes dentro de ti, mi gatito? - Dijo divertido. Presionó un poco aquello que fuera con lo que TaeHyung estaba jugando sin incluirle a él. Al hacerlo, TaeHyung soltó un quejido suave. HoSeok no sólo vio placer en aquel gesto. - ¿Te duele? - El gato negó débilmente.
- Sólo es que empieza a ser incómodo cuando se mueve.
- Quizá no lo lubricaste bien.
- Gasté la botellita entera, Hyung. - Aseguró.
- Espera. - De repente se le ocurrió una posibilidad que lo asustó un poco. - ¿Desde cuándo lo llevas puesto?
- Paramos en una gasolinera y aproveché... - HoSeok le observó sorprendido.
- ¿Cuánto tiempo? - Le apremió para que contestara.
- Una par de horas. - Terminó confesando.
- ¿Estás loco? - Rápidamente llevó la mano al botón del pantalón de TaeHyung para quitárselo. - ¿En que estabas pensando?
- Yo sólo quería estar preparado para ti. - Lloriqueó por ser regañado. HoSeok suspiró y empezó a quitarle el bóxer.
- Por supuesto que se te hace incómodo. - Vio el mango del juguete sobresalir de la entrada de su omega. - Puesto que ya no estás excitado... - Explicó mientras usaba toda su fuerza para colocarle cómodo en la cama con las piernas bien abiertas. . - ...no generas lubricación como para que no rocé con tu piel directamente y te irrita al moverse. - TaeHyung estaba que se moría de vergüenza. Se sentía tonto. - Es un plug anal, ¿verdad? - El gato asintió y observó sin moverse como su alfa le asistía y le ayudaba con su estúpido problema. Debía estar ansioso y desesperado por su celo aunque aún no hubiera llegado el dolor, y aún así se estaba controlando como si nada por él.
- Lo siento, Hyung. - Pronunció.
- No te preocupes, mi vida. - Le acarició el pelo con intención de calmarlo. - Lo hiciste con la mejor intención. - Le besó mientras acariciaba los alrededores de su entrada. - Debió dolerte cuando lo pusiste ahí.
- Sólo un poco. - Aseguró. - Lo probé un par de veces en casa. - Reconoció.
- Te parecerá bonito jugar tú solo mientras yo sufría en casa lejos de ti. - Rió el lobo fingiendo estar molesto. En cierto modo, HoSeok se alegraba. Él lo había pasado mal, muy mal, esos últimos días, pero TaeHyung había podido ser firme y fiel.
- Sólo lo hice pensando en mi próxima vez contigo. - TaeHyung no se había rendido y seguía pensando sólo en él. Le besó una vez más. Lo amaba con locura. Todo en él le haría perder la razón y no le importaba.
- Respira hondo, amor mío. - TaeHyung lo hizo sonoramente y HoSeok retiró el plug veloz pero con absoluto cuidado. TaeHyung soltó un pequeño quejido. - Ya está. - El lobo observó el juguete. Era de aluminio con un cristal rosa en la empuñadura. - Es más grande de lo que creí. Podrías haberte hecho daño de verdad.
- Lo lamento, Hyung.
- No vuelvas a hacer eso por tu cuenta. - Le pidió y el gato asintió arrepentido. La verdad era que, aunque había sido un gran alivio el retirarlo, se sentía aún un poco incómodo. Pero le alegraba saber que ahora estaría suficientemente abierto para recibir a su alfa. - Por otro lado, debió ser agradable llevarlo al principio. - Planteó. - Especialmente con el traqueteo del coche. - Asintió.
- Se sintió muy bien, Hyung. - TaeHyung no podía negarlo.
- Llevándolo rodeado de tus amigos, varios de ellos alfas y conmigo lejos. - TaeHyung ni si quiera había pensado en eso realmente. Sólo había tenido miedo de que alguien se diera cuenta y por eso había preferido ir solo en el asiento de atrás del coche de Jin en vez de ir con JungKook en el asiento de atrás del otro coche. - Eres un gatito muy travieso. - Pronunció divertido. HoSeok, finalmente, pudo subirse a la cama y acompañar a su omega, colocándose encima y besándolo sin darle tregua. TaeHyung le siguió el ritmo.
- Hágamelo, Hyung. - Dijo después de un rato de devorarse el uno al otro.
- ¿Qué? - Se sorprendió el lobo. - No puedo. - TaeHyung se sorprendió aún más que él.
- ¿Por qué? Ahora estoy preparado.
- Dejémoslo para mañana, cariño. - Propuso. - Después de lo del plug podría causarte dolor. - El gato se rebotó.
- No. No importa. Lo quiero ahora.- Pataleó como un niño pequeño incluso teniendo a HoSeok sobre él.
- Pero TaeTae...
- Ahora. - Hizo un puchero que formó una sonrisa en el rostro del alfa.
- Está bien. Pero antes tienes que lubricar bien. - Cedió. Si conseguía estimularle y que lubricase lo suficiente, no debería haber problema ninguno. - Y para ello, debes estar muy excitado.
- ¿Y cómo lo haré, Hyung?- Preguntó fingiendo inocencia.
- No te preocupes, yo me encargaré de eso. - Para cuando el gato quiso darse cuenta, el lobo había liberado incluso más aroma que antes. Ese perfecto olor a hogar, a leña, fuego y pan, le arropó y le encendió. TaeHyung se quitó la camiseta demostrando que tenía un cobertor sobre su vientre. Debía habérselo colocado también en la gasolinera. Acarició su cuello, sus brazos, sus pezones, sus piernas. Y justo después hizo el mismo recorrido, esta vez con su lengua. TaeHyung sólo observaba como su alfa mimaba su cuerpo de forma excitante. Y HoSeok se limitaba a hacer lo que más quería, comerse el precioso y lujurioso cuerpo de su perfecto omega. El calor se volvió el infierno cuando empezó a acariciar el miembro de TaeHyung y este comenzó a gemir sin poder detenerse. HoSeok se relamía por el hecho de ver así de expuesto y entregado a TaeHyung. Ya no había dudas de que pertenecería para siempre a ese gato que le hacía rogar el perdón de los Dioses por idolatrar a alguien más que no fueran ellos. TaeHyung era su dios, su razón de existir. Saboreó el pene del joven con gustosa delicadeza mientras TaeHyung se sentía en el cielo. Cuando levantó un poco la cabeza para mirarle, los ojos de HoSeok brillaban de un fuerte color esmeralda.
- ¿Hyung? - TaeHyung temía que su lobo interno hubiera tomado el control del cuerpo de HoSeok.
- Calma, mi vida. Sigo siendo yo. - Le aseguró. Además, ¿qué tan excitado estaba para ponerse así si él ni si quiera se había estimulado?
- ¿Te has puesto así sólo por complacerme a mí? - Quiso saber el omega.
- Tus gemidos y expresiones son todo cuanto necesito para volverme loco, cariño. Pero sé que no perderé el control ahora. No si tenemos la intención de marcarte. - Explicó rápidamente. - Sólo dímelo si me vuelvo algo violento y te lo hago más duro de lo debido.
- Como diga, Hyung. Pero ya no me torture más. - Gimoteo entre gemidos y jadeos. - Me siento vacío. Le necesito dentro.
- Eres tú el que me torturas. - Aseguró. Se colocó a su altura y besó sus labios. - Déjame comprobarlo. - TaeHyung soltó un gemido de placer más fuerte cuando HoSeok introdujo dos dedos en él. - Parece que has lubricado bien. - Dijo mientras acariciaba las pareces del recto de TaeHyung recreándose tan deliciosamente que TaeHyung se deshacía en gemidos y ya apenas le podía escuchar. - Y parece que ese juguetito nuevo tuyo te ha dejado suficientemente abierto para mí. - Pronunció.
- ¿De verdad, Hyung? - Alegó sin que HoSeok estuviera seguro de que TaeHyung sabía de que hablaba, pues parecía perdido en un mundo aparte disfrutando de las atenciones que su alfa le otorgaba en un lugar que estaba más sensible que nunca por acción del plug anal.
- Eso parece. Pero vamos a comprobarlo. - Se colocó el condón y alineó su pene con la entrada del omega. De repente, algo pasó por su cabeza. - ¿Me dejarías empezar a perrito, TaeHyungnie? - Quiso probar. No perdía nada por proponerlo. El gato no se resistió. Divertido y curioso se dio la vuelta para colocarse en cuatro, como el alfa le sugería.
- ¿Es alguna parafilia lobuna, Hyung? - Quiso saber mientras se colocaba y el lobo le observaba cada vez más deseoso. 
- Como si los gatos no lo hicieran así. - Comentó acariciando su cadera.
- Nosotros arañamos. - Aseguró sonriente. Si supiera lo caro que le habían costado a HoSeok los arañazos que TaeHyung había dejado en su espalda la última vez. Mas no le importaba. Recibiría mil castigos a cambio de que el gato le dejara sus marcas una sola vez más. HoSeok le observó contonearse, provocándole. - Eres demasiado para mí. - Se colocó, besó su hombro y se deslizó en su interior con relativa facilidad. TaeHyung ya temblaba bajo él. Estaba en la medida perfecta. - ¿Sientes dolor?
- No. Ninguno. - Articuló con cierta dificultad.
- Pues aún estás apretado. - Comentó. Ajustado al alfa haciendo una grandiosa y gratificante presión sobre su duro y grueso miembro. - Tan perfecto. - Dio la primera estocada y TaeHyung sólo sentía placer. Le llenaba completamente. Presionaba sus pareces y le acariciaba tan excitantemente a cada pequeño movimiento. 
- ¡Ah! Más. Quiero más. - Pidió ahogado en gemidos. HoSeok concedió su deseo. No podía decir que no estaba intentando contenerse un poco para no ser demasiado duro con él al comienzo. Le penetró con más fuerza. - Sea duro conmigo, Hyung. - Rogó. - Desfóguese conmigo.
- Sólo si eso te produce placer. - Aseguró HoSeok sin dejar de embestirle a buen ritmo. 

- Mucho. - Gimió. - No pares. - Hacía calor y el olor de ambos se entremexclaba furiosamente. Era delicioso, perfecto. TaeHyung se extasiaba de placer, pero eso no le permitiría desviarse de su intención, quería el placer de su alfa por encima del suyo. Se lo debía, después de todo el dolor que había sufrido por amarle incondicionalmente. Se lo pagaría con creces, con amor, sobretodo. Amor en todas sus formas. Disfrutó de las divinas sensaciones. De cada constante contacto de la piel de HoSeok contra la suya. Gemía descontrolado y HoSeok se congratulaba por ello. Gruñía de placer con sus ojos henchidos de esmeralda excitación. - Hyung. - Estaba intentando aguantar, pero ya le temblaban las piernas. - Si no va más despacio acabaré por venirme rápido. - Comentó. El lobo abrazó su cuerpo de forma protectora. Besó la parte de su espalda que no cubría el cobertor del vientre. Salió de él y le ayudó a darse la vuelta. - Te dije que bajaras el ritmo, no que pararas. - El lobo le besó en los labios.

- No pienso dejar que te corras dándome la espalda. - Le sonrió. - Además, quiero que me  abraces mientras te marco. - Le besó con más fuerza, con más ansia. Volvió a entrar en él. Ver como el gato se deshacía en gemidos y sus expresiones de lujuria eran elixir para el lobo.
HoSeok esperó al momento adecuado. Ya había saciado gran parte de su celo y ahora sería más delicado con el. Quizá más lento, pero igual de profundo e intenso. Sus labios recorrieron los de TaeHyung. Su lengua serpenteó dentro de su boca y delineo su piel. Su mandíbula, su cuello y sus clavículas. Todo ello mientras se mecía dentro de él deliciosamente. - ¿Estás seguro de esto? - TaeHyung le miró a los ojos y asintió serio a pesar de la profunda excitación. 
- Nunca he estado tan seguro de algo. - Dijo convencido. 
- Tus padres me matarán. - Aseguró HoSeok.
- Sólo si no te matan los tuyos antes. - Rió el gato. De nuevo, fundirse en un beso necesitado era la perdición de ambos. HoSeok le envistió un poco más enérgico y el gato tuvo que dejar de besarle para poder tomar aire con mayor facilidad. - No voy a durar. Hazlo ahora. - Lamió su clavícula una vez más. Preparó el hueco de su cuello con caricias lenas de ternura. 
- No te asustes, por favor.
- De ti, nunca. - Aseguró TaeHyung. El gran alfa de lobo le dejó ver sus fuertes colmillos. Taehyung no se asustó por su apariencia. Pero, aún con el poco sentido común que le podía reunir en ese momento de excitación, no podía negar que temía el dolor que le ocasionarían los colmillos de su alfa al abrir su piel. Se abrazó a él y escondió el rostro en su cuello. Así HoSeok podría, a la vez, tener acceso para marcar su piel mientras él aspiraba su aroma. El lobo esperó a que el suave cuerpo entre sus brazos temblara de excitación mientras le seguía penetrando. No quería que sintiera ningún dolor. - ¡Ah! ¡Hyung...! - Gimió y tembló. Cuando el primer espasmo del orgasmo alcanzó al omega, HoSeok clavó sus dientes sobre su piel. Al instante, todo fue demasiado intenso para los dos. El dolor no importaba lo más mínimo. Era morir dentro de su cuerpo. Las sensaciones se duplicaron por mil. Los ojos del omega se iluminaron de golpe, tanto como los de su alfa. HoSeok gruñó y se vino sintiéndolo intenso como un disparo. Las mentes de ambos se conectaron electrizantes. Soltó sus dientes y TaeHyung se escondió en su pecho. Se sentía protegido, a salvo. Se sentía fuerte ahora que el cuerpo del mayor le cubría. El alfa jadeo fuertemente y su aliento golpeaba en la oreja del omega.
- ¿TaeHyung? - Le llamó. Seguía pegado a su pecho. - ¿Estás bien? - Consiguió articular. Salió lentamente de su escondite y vio la sonrisa radiante del lobo y sus ojos castaños. De igual modo, sus ojos se apagaron poco a poco.
- Te amo, HoSeok. - Confesó. Estaba casi seguro de que nunca se lo había dicho, no así al menos. Se besaron. El lobo se tumbó a su lado y lo recibió con un fuerte y cálido abrazo.
- Ya no pueden apartarme de ti. - Anunció para sí mismo. Casi no se lo podía creer. - ¿Verdad? - A punto de echarse a llorar.
- Eres un llorica, Hyung. - Río TaeHyung. Se incorporó un poco para mirarle a los ojos. - Nadie te llevará lejos de mí ahora. Eres mío.
- Tuyo. - Pronunció el alfa calmado y agradecido. La tensión que había acumulado todo ese tiempo se deshizo de un suspiro. - Eso suena tan bien. - TaeHyung lamió las lágrimas de alfa consolándole. Para el lobo, todo merecía la pena por ese momento. Ya estaba hecho, sin arrepentimiento alguno. Ahora no eran dos personas unidas por el amor. Eran uno solo en alma y corazón. Juntos para enfrentarlo todo.

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