Final: El nuevo miembro de la manada

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- ¡Oh, Dios! - Salió del interior del omega tras haberse venido en su interior. - Eres increíble. - Se dejó caer en la cama a su lado.  Escuchó al omega jadear agotado. - ¿Estás bien?
- Sí. - Respondió extasiado. - Un poco molido. - Reconoció. El alfa le tomaba con bastante fuerza, se lo hacía así desde las últimas semanas. - ¿A esto es a lo que se refiere la gente cuando habla del gran poder del tigre de Bengala?
- Supongo. - Reconoció. - No se puede decir que seamos muy delicados. - Pronunció el tigre. El omega suspiró y se sentó en la cama mostrando un gesto de dolor leve. - ¿Me he pasado? ¿Te hice daño?
- No, tranquilo. Pero seguro se me resentirá la cadera un par de días. - Rió un poco.
- Exagerado. - Respondió acomodándose con los brazos bajo su nuca mientras disfrutaba de las vistas que le ofrecía el omega que se levantaba de la cama para vestirse. - ¿Por qué te cubres tanto? No tenemos prisa. - Sonrió.
- Déjate de tonterías. Tengo que irme a trabajar. - Dijo terminando de vestirse. - ¡Oye! ¿Cómo está JiMin?
- Últimamente está un poco agitado. - Aseguró el tigre. - Pero nada fuera de lo normal.
- Debes estar muy ilusionado por el bebé. - El alfa asintió sonriendo.
- Va a ser genial cuando nazca. - Afirmó. - Voy a ser el tío más guay del mundo. Le voy a llevar a hacer un montón de cosas. Tengo tantas ganas de divertirme con él.
- Vas a tener que esperar un poco, Kookie. Sólo es un bebé. - Rió el perro.
- Eso ya lo sé, YuGyeom. - Le tranquilizó el tigre. - Pero cuando crezca un poco va a ser fantástico. Sus padres le educarán y yo le enseñaré a divertirse y a practicar muchos deportes.
- ¿Y si no tiene tanta pasión por el deporte como tú? ¿Y si no es un alfa? - Le tanteó.
- No tiene porque ser un alfa para amar el deporte. Si es un omega le enseñaré a deshacerse de los alfas indeseables de un guantazo.
- Alfa u omega, va a ser el cachorro más protegido y mimado que exista. Más aún siendo el primer cachorro de la manada. - Puntualizó YuGyeom. Se sentó en la cama para ponerse los zapatos.
- Sin duda. Además, tanto si es tigre como si es tanuki tendrá muchas barreras que traspasar. Necesitará algo de ayuda. No son especies fáciles de llevar.
- Demasiado santo o demasiado diablo. - Comentó divertido. JungKook se irguió un poco en la cama, alcanzó el brazo de YuGyeom y tiró de él hasta dejarle tumbado de nuevo en la cama, prácticamente sobre él. - JungKook, ¿qué haces? - Rió el perro que se retorcía por las cosquillas que recibía del alfa. - Suéltame. - Rió a carcajadas. - Llegaré tarde al trabajo.
- ¿Qué importa? Mi madre es tu jefa. - Señaló el alfa. - Le diré que ha sido culpa mía.
- Justamente por eso no puedo llegar tarde. Si tengo este trabajo es por la generosidad de tu madre, por lo que no puedo defraudarla, es la única manera de responder a su amabilidad. - Aseguró.
- Está bien. Ve y se un trabajador responsable. ¿Nos vemos mañana? - Propuso.
- Déjame descansar un poco, Kookie. Vas a matarme. - Afirmó.
- Mañana te llevaré a una cita. - Soltó de repente. - Hace mucho que no salimos por ahí. Últimamente pasamos mucho tiempo en la cama. - Sonrió lascivo guiñándole un ojo.
- Eso es porque eres un pervertido y casi un adolescente lleno de energía y hormonas. - Advirtió.
- Tenemos la misma edad. - Le recordó. - No te las des de adulto. ¿O vas a negar que no te gusta cuando lo hacemos? - El perro sonrió, pero no dijo nada. - YuGyeom... - JungKook llevaba varios días pensando en algo que hasta entonces no le había dado importancia. - Sé que estamos bien así. Nos divertimos mucho juntos pero... ¿qué somos, YuGyeom?
- Si me preguntas eso significa que no estamos tan bien. - Opinó el omega.
- No seas retorcido, Gyeomie... Sólo quiero estar seguro de si somos pareja, o sólo amigos con derecho a roce. No es como si me hubieras pedido que te acompañara a ver a tu madre la última vez que la visitaste. Ni siquiera me dijiste que fuiste al médico el otro día.
- No es tan importante. - Dijo el perro como si JungKook estuviera exagerando.
- Para mí si es importante. Llevamos más de seis meses acostándonos y... No sé. - Parecía un poco derrotado. Como si no hubiera tanto empeño por parte de YuGyeom para evolucionar en su relación.
- ¿Por qué tienes la necesidad de ponerle un nombre a lo nuestro? - Quiso saber YuGyeom.
- Quizá porque soy inseguro. Quizá porque tengo miedo de que no busquemos lo mismo.
- ¿Qué quieres, JungKook? ¿Qué te prometa que voy a ser tu pareja para siempre? - Tanteó. - Las parejas como las de tu hermano no abundan. - Le recordó. - Ni siquiera las de TaeHyung-Hyung y HoSeok-Hyung. No voy a verte por primera vez y decidir que eres el amor de mi vida. Eso no funciona así. - Aseguró el omega. - Estás tan acostumbrado a ver el amor que se profesa entre las parejas de tu manada que sólo quieres lo mismo.
- ¿Qué tiene de malo envidiar algo así? - Preguntó el tigre. - Pero no quiero eso. No te estoy diciendo que vaya a marcarte. Joder, ni siquiera te he mencionado que me gustaría que llevases un collar de marcaje con mi olor. - Estaba un poco exasperado por la poca reciprocidad que observaba. - Sólo te he pedido que me digas si ves en mí sólo a tu amante y amigo, o a algo más. - YuGyeom resopló.
- Significas mucho para mí, Kookie. Claro que quiero estar contigo y no quiero que seamos sólo amigos de cama, pero... dame más tiempo para saber hasta donde quiero llegar. - Dirigió su mirada al suelo. Sabía que le estaba decepcionando, que le hacía daño. - JungKook, he visto lo peor del amor. Mentiras y engaños por todas partes. Desde mis padres hasta cada uno de mis antiguos clientes. No... No estoy seguro de creer en el amor... - Concluyó. - Sólo sé que me gusta estar a tu lado. Que me siento seguro y cómodo como nunca antes. Por favor... - Pidió. - Sé que esto es una tortura para ti, pero deja que me aclare. - El tigre suspiró. Tampoco es como si él mismo supiera si quería a YuGyeom como pareja de por vida.
- Está bien. - Cedió. - Sin etiquetas por el momento. - Vayamos paso a paso. A nuestro propio ritmo. - Sonrió y se levantó de la cama para atrapar al omega en sus brazos y besarle cálidamente. YuGyeom se recostó en su amplio pecho desnudo. Si hay algo que sabía con certeza era que confiaba en JungKook y que su presencia siempre le reconfortaría.

Like Cats and Dogs. |YoonMin| |Omegaverse|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora