Fue cruzar la puerta de la mansión y TaeHyung lanzó su abrigo al suelo de la entrada para empezar a atacarlos labios de su gran lobo. HoSeok no perdió tiempo para corresponderle. Le divertió darse cuenta de lo torpe y ansioso que estaba el gato. Pero entonces, sería él quien tenía que llevar calma a la situación. Debían hacerlo despacio pues, como HoSeok ya sabía, los gatos tienen dificultades para ser tomados por alfas grandes. HoSeok deseaba disfrutar se su estrechez, pero jamás dejaría que TaeHyung sintiera molestia alguna por ello. Tenían que tomarlo con calma. Alzó al omega, que rápidamente se encaramó a sus caderas sin querer dejar de besarle, y se dirigió a subir las escaleras, cargando también con la bolsa en la que estaban las cosas que había comprado en la farmacia.
- TaeHyung. - Intentó bajar un poco el ritmo loco del chico. Sabía que, por muy ansioso que este estuviera, su nerviosismo regresaría cuando avanzaran las cosas. - Sabes que quizá no lo consigamos a la primera. - Le explicó. - La elasticidad de un músculo no se consigue de un día para otro. Quizá haya que trabajarlo un poco.
- Lo siento, Hyung. No puedo evitarlo.
- ¿Por qué te disculpas? - Preguntó sonriente mientras caminaba con cuidado para no caer por unas escaleras que aún no conocía bien. - Voy a disfrutar, y a hacerte disfrutar cada segundo, no importa si hoy no puedo entrar en ti. - TaeHyung se hundió en un abrazo en el pecho de su alfa. Meloso y tímido por las palabras del mayor. - Tranquilo. - Le frotó la espalda. - Yo cuidaré de ti.
No hubo necesidad ni lujuriosa locura en los gestos de HoSeok. Su omega no necesitaba de eso ahora, por muchas ganas que tuviera de ser uno con su alfa. Necesitaba su cariño, su paciencia, su amabilildad y su delicadeza. HoSeok pensó en lo diferente y bipolar que podía ser él mismo. No hubo nada de piedad por su parte cuando se folló al chico que le presentó Dana, que trabajaba en El Callejón. ¿Cómo se llamaba? Si le dijo su nombre, no lo recordaba. No era lo mismo. TaeHyung era su omega, su pareja, no un simple desahogo por la furia del despecho.
Con esa delicadeza le dejó poner sus pies en el suelo de la habitación. Y buscó algo en la bolsa.
- Pruébate esto, cariño. - Su voz era comprensiva también y TaeHyung se sentía seguro en su presencia, aun estando algo nervioso. Sacó lo que parecía un corsé de suave tela blanca.
- ¿Es un covertor del vientre, Hyung? - El lobo asintió.
- Pruébatelo. Normalmente la gente prefiere usarlo a llevar una camiseta normal. Al ser más ajustado no se mueve tanto y deja más piel expuesta. Pero tú eres quien elige. - TaeHyung levantó sus brazos como un niño pequeño para que HoSeok se lo colocara por encima de la fina camiseta que llevaba. HoSeok tuvo mucho cuidado en no rozar su vientre al colocarlo. Cerró los corchetes a su espalda y dejó que TaeHyung se sacara la camiseta que había quedado por debajo. Luego pudo levantar su camiseta con confianza y observó la tela que cubría su delicada zona.
- Nunca había probado uno.
- Mucha gente lo usa para llevar jerseys olgados sin tener que preocuparse de nada o durante algún deporte, por miedo a que se le levante la camiseta. - Comentó HoSeok. - ¿Estás bien con él o prefieres usar la camiseta? - El gato pensó un instante y se sacó la camiseta. Nunca dejaba tanta piel expuesta, sus hombros, su pecho, y mucho menos ante un alfa. Pensó un momento más y se dio cuenta de que se sentía bien, a pesar de la vergüenza, que HoSeok viera su cuerpo más desnudo que cualquier otra persona.
- Esto está mejor que la camiseta. - Concluyó después de pensarlo. HoSeok le besó.
- ¿Por qué no sacas tu juguetito de su escondite? - Habló HoSeok.
- ¿Para qué? - HoSeok le besó con un poco más de fuerza y le habló suave.
- Quiero saber hasta donde dilatas ahora, mi vida. - Aseguró. - Además, verás que no se siente lo mismo cuando otro hace las cosas por ti y tú sólo te centras en disfrutar. - Le susurró. TaeHyung se mordió el labio excitado por la idea de nuevas sensaciones que le proponía su alfa. Corrió a rebuscar en su armario.
- Aquí está. - Se lo entregó a HoSeok y este lo cogió con cuidado. Aspiró.
- No es demasiado grande. - Observó. El consolador era de un discreto color violeta y tenía un diseño suave y muy simple. Ideal para una iniciación, pero la pareja requeriría de un nivel superior para poder tener su encuentro más íntimo. HoSeok sonrió a pesar de todo. Aunque tuviera claro que iba a ser un proceso un tanto largo y que quizá ni si quiera pudieran llegar hasta el final esa noche, no debía poner a TaeHyung más nervioso de lo que ya estaba. Sorprendió al gato tomándolo en brazos para caminar con él sólo los dos pasos que le separaban de la cama y le dejó sobre el colchón delicadamente mientras el gato se mostraba divertido y emocionado por el gesto del mayor. HoSeok se quitó la camiseta y la dejó por ahí tirada. No tenía la misma actitud que había tenido en El Callejón, donde se entretenía en doblar su ropa cuidadosamente. Incó una rodilla en la cama y se inclinó para besar a TaeHyung, quien le recibió con los brazos abiertos para acariciar su piel. Sus cuerpos eran muy distintos. - Tu piel es tan suave. - HoSeok se tumbó junto a él, los dos apoyados en sus costados mirándose, y se tomó su tiempo para acariciarle. Su piel era como la de un niño. Pasó a su cintura y su cadera. - Eres tan delgado. Deberías comer más.
- Hyung. - Rió TaeHyung. - Sabes que es mi constitución. Como todo lo que quiero. - HoSeok gruñó. - Lo que usted quiere es que yo esté gordo para que no siga mi carrera como modelo. - El lobo rió.
- ¿Cómo lo has sabido? Así sólo yo vería tu cuerpo.
- Pero entonces mi cuerpo no te gustaría porque estaría gordo.
- Me encantarías aunque pesaras 100 kilos. - Le aseguró el lobo. TaeHyung sonrió. Adoraba que HoSeok no le amara sólo por su apariencia, como hacían todos los demás que se le acercaban.
- Tu cuerpo, sin embargo, está tan bien formado. - Acarició con las yemas de sus dedos los brazos fuertes del lobo, musculados y marcados, pero no demasiado como para que fuera desagradable. Luego se deleitó en dibujar los detalles de sus pectorales y, ante la atenta pero pasiva mirada del alfa, deslizó sus dedos para delinear sus abdominales suavemente marcados. Justo después levantó la mirada hasta los ojos del lobo y se avergonzó de sus propias acciones. HoSeok sonrió divertido y acercó el cuerpo del gato al suyo. Enredaron sus piernas, aún con los pantalones puestos. Besó su cuello y acarició sus piernas.
- Eres tan perfecto. - Se deleitó con el olor a chocolate que desprendía el gato. - Tan dulce. - Atrapó con los dientes el pendiente de la oreja de TaeHyung y acarició su lóbulo humedeciéndolo y jugando con él con su lengua. Percibió como el omega sentía un escalofrío y se escondía en el pecho del alfa. HoSeok sonrió. ¿Pudiera ser...? Mordió con suavidad el lóbulo y lamió las proximidades a este. Le estimuló hasta hacer gemir de placer al gato que se estremecía entre sus brazos. - Te advertí que encontraría tu punto débil, amor mío. - Le recordó divertido. Prosiguió con su camino hacia los puntos más deliciosos del gato. Masajeó sus glúteos mientras no dejaba de besarle y lamerle. Le desabrochó el cierre del pantalón. Se incorporó un poco en la cama y le ayudó a quitárselos del todo. Hizo el amago de volver a recostarse junto a él, pero TaeHyung le detuvo con sus palabras.
- Tu también, Hyung. - Pidió. Era justo.
- Está bien. - Se puso completamente de pie en el suelo y se quitó su propio pantalón, estando ahora igualados, se tumbó de nuevo junto a su omega en la cama. Siguió acariciándole para mantenerle siempre calmado. Su rostro, si pecho, sus brazos y sus piernas ahora desnudas. TaeHyung volvió a enredar sus piernas con las de HoSeok y se dio cuenta de lo cerca que estaban sus entrepiernas. Se avergonzó y quiso apartarse un poco, pero HoSeok le abrazó y se lo impidió. - Iremos poco a poco, cariño. - Le sonrió. - No te preocupes. - TaeHyung se sentía protegido y seguro con él y tenía su propia forma gatuna de demostrarlo. Sacó la lengua y lamió tímida y superficialmente los labios y la nariz de su amante. - Relájate. - TaeHyung cerró sus ojos un instante y respiró profundo. HoSeok le observó paciente y fascinado por su belleza. Se recolocó un poco. Pasó su brazo por debajo de la cabeza de TaeHyung para que este lo usara como almohada y se acercó un poco más hasta que sus entrepiernas se rozaron. TaeHyung se escondió de nuevo en el pecho del alfa. HoSeok se empezó a mover un poco haciendo fricción entre los dos mientras acariciaba su espalda y piernas para que estuviera tranquilo. Terminó por deslizar la mano hasta su trasero y bajó lentamente el bóxer de TaeHyung. Poco a poco, asegurándose de que estaba bien. Cuando estuvo totalmente fuera, HoSeok no dejó de frotarse contra él para excitarle cada vez más. TaeHyung no miraba las acciones del mayor y seguía escondiéndose contra su pecho, pero HoSeok podía oír su latido calmado. Confiaba en él y no traicionaría esa confianza. Acarició suavemente la entrada de TaeHyung, estaba mojada por la excitación, pero aún debía estarlo mucho más si querían jugar en la liga para mayores. TaeHyung se encogió aún más cuando HoSeok introdujo su dedo en su interior suavemente. Besó su frente y movió el dedo abriéndose paso entre las apretadas paredes del gato. Nunca había sentido tanta estrechez y eso que TaeHyung se masturbaba periódicamente con el fin de darse placer, por supuesto, pero también para estar preparado para aquello.
- Mmng... - Gimió. HoSeok sacó el dedo y se movió un poco, cogió una cosa que antes había dejado en el suelo y volvió a tomar su posición anterior. Ya no frotaba su entrepierna y se concentraría en dilatar correctamente a su pareja.
- Mírame. - Le pidió dulcemente. TaeHyung le obedeció y vio el botecito que HoSeok le mostraba. - Este lubricante lo he comprado también en la farmacia. Tiene una sustancia que ayuda a relajar un poco los músculos. - TaeHyung le escuchó atentamente. - Dilatarás algo más fácilmente. Nos ayudará un poco. ¿Te parece bien? - TaeHyung asintió y HoSeok impregnó sus dedos con esa sustancia. - No escondas el rostro, mi vida. - Le pidió. - Bésame. - Eso le ayudaría a distraerse y a hacerlo más fácil. Volvió a introducir su dedo mientras besaba sus labios con parsimonioso deleite. TaeHyung siguió sintiéndose cómodo con dos dedos de HoSeok deslizándose suavemente en su interior, pero el mayor empezaba a entender lo que había leído en los estudios sobre la estrechez natural de esos pequeños felinos.
- Ah... - Empezó a gemir y jadear. - Esta sensación... No se siente igual que cuando lo hago yo solo.
- Ya te lo dije. - Le recordó. - Igual que no puedes hacerte cosquillas a ti mismo. - Las sensaciones podían ser nuevas para TaeHyung, pero su ano estaba acostumbrado a ese nivel de dilatación. - ¿Quieres que use el consolador? - Le besó.
- Sí, Hyung... Necesitamos ir más allá. - HoSeok se alegró de saber que TaeHyung no había olvidado el objetivo de ambos. Le besó de nuevo. Cogió el consolador y colocó una buena cantidad de lubricante en toda la superficie. Lo introdujo despacio pero profundo. Lo recordaba de la vez que habían tenido sexo telefónico. A TaeHyung le gustaba tenerlo profundo desde la primera penetración. - Ah... - Gimió agudo. Y luego lloriqueó un poco sorprendiendo al lobo. - Quiero que seas tú. No el juguete. Te quiero a ti. - Todo aquello era un tanto desesperante. De no ser él un gato, HoSeok ya habría podido introducirse en él.
- Cálmate. - Le habló con voz dulce. - Te dije que iríamos poco a poco. No desesperes, mi vida. - Seguía metiendo y sacando el consolador de su recto, lenta y profundamente. Lo movió formando círculos forzando un poco la entrada de TaeHyung y este se estremeció. Él nunca había hecho eso con el consolador. El sólo iba sacando y metiendo cosas cada vez un poco más grandes. Primero sus dedos, luego el consolador. La primera vez que lo hizo le dolió bastante y no se atrevió nunca a comprar uno de mayor tamaño, pero nunca se le ocurrió dilatarse así. Estaba claro que HoSeok tenía más práctica que él, pero eso ya lo sabía.
- Más... - Gimió suave, ahogando más gemidos en su garganta y contra los besos de HoSeok. Sentía su ano un poco más forzado, pero muy poco. Cuando el lobo consideró que el nivel del consolador podía ser sobrepasado, habló.
- Hasta aquí llegaste tú. - Explicó. - ¿Quieres seguir?
- ¿Dolerá? - Preguntó sin poder evitarlo. TaeHyung no era bueno soportando el dolor. HoSeok negó.
- No siempre será del todo agradable, pero me encargaré de que no duela, lo haré despacio.
- Está bien, Hyung.
- Pararemos cuando tú quieras. - Le aseguró. - Voy a hacerlo con mis dedos, tienen más movilidad que el consolador y son algo más gruesos que los tuyos. - Volvió a echar lubricante en ellos y los dirigió a la entrada del gato. Dos, como antes, pero los movió distinto. Empezó a doblarlos en su interior y los abrió haciendo tijera forzando más el anillo muscular del recto. El gato se embargó de placer. No sabía si aquello sería suficiente para lograr su objetivo, pero si para correrse. De pronto se sintió mal por HoSeok. Sólo él estaba disfrutándolo, no era justo. Temblando de deseo y placer llevó su mano a la entrepierna del lobo. Mientras se besaban, mantuvo los ojos cerrados o le habría dado vergüenza ver su expresión. A penas podía respirar y sus jadeos se rompían contra la garganta de su pareja. HoSeok dio un respingo sorprendido cuando sintió la mano del gato acariciarle. Tímidamente metió la mano dentro del bóxer y tomó su miembro en su mano. Aspiró con fuerza haciendo que HoSeok dejara de besarle.
- Es muy grande. - Opinó. - ¿Todos los alfas la tenéis así?
- Los grandes alfas sí. - Metió sus dedos más profundo y TaeHyung tembló echando la cabeza atrás y soltando un suspiro de deseo. Estaba conteniéndose intentando no gemir y sólo respirar tranquilo. No quería correrse hasta se llenado por su alfa, pero se le estaba haciendo difícil. Pero sabía es que no podía engañar al mayor. - No hagas eso, cariño. Déjalo salir. No te contengas. - HoSeok estaba sorprendido del gran periodo de tiempo que TaeHyung aguantaba sin correrse si se lo proponía.
- Quiero hacerlo contigo dentro. - Jadeó. Las manos de HoSeok se volvieron más habilidosas. - Quiero que lo disfrutemos juntos. No sólo yo. Quiero que también te sientas bien, Hyung. - HoSeok sabía que era posible que no lograran su objetivo, así que tenía que buscar la forma de que, aún así, el gato no se sintiera mal.
- Hay otras manera de disfrutar juntos. - Sonrió. TaeHyung casi da un salto al sentir los dedos del lobo salir de él. Se quitó el bóxer y TaeHyung pudo no sólo sentir sino ver su gran erección. Tragó saliva. HoSeok se colocó poniendo su pene junto al del gato, cogió la mano de TaeHyung y le hizo abarcar las dos erecciones, poniendo su mano por encima para ayudarle. - Masturbanos. - Le pidió mientras con su otra mano volvía a introducirse en el recto de TaeHyung lentamente. TaeHyung agradeció tenerle dentro de nuevo, que hubiera salido tan brusco le había dejado con una sensación de vacío horrible. Empezó torpe moviendo su mano de arriba a abajo. No podía hacerlo bien a pesar de que siempre tuvo las manos grandes. Entonces uso sus dos manos. HoSeok, concentrado en dilatar al muchacho, casi había olvidado su propio placer. Tampoco le importaba demasiado, pero sentir las manos de su omega sobre su miembro haciendo fricción tan suciamente con el miembro del gato, le hizo entrar en éxtasis. Y por lo sudado, caliente y tembloroso que sentía el cuerpo de TaeHyung, él también lo estaba. Ese placer ayudaría a TaeHyung mitigando todo dolor. Y HoSeok se permitió introducir otro dedo. Entró con dificultad, así que lo hizo lento. Pero TaeHyung no pareció importarle. Su pene se estaba sintiendo tan bien. Tener el de HoSeok en sus manos junto con el suyo aumentaba su excitación mental además de física. Cuando el tercer dedo de HoSeok entró por completo un escalofrío estalló en su columna vertebral y sin darse cuenta ni poder detenerlo se corrió teniendo espasmos en brazos del lobo.
- Hyung. - Estaba tan sorprendido que se quedó quieto viendo como lo había manchado todo. La sábana, sus manos, el vientre y el miembro de HoSeok. - Lo siento. - Oyó la risa dulce del lobo.
- ¿Por qué te disculpas, bobo? - Se acomodó para abrazarle mejor y besarle en la frente. - ¿Estás bien? ¿Quieres que paremos aquí? - HoSeok estaba dispuesto a quedarse con las ganas.
- No, Hyung. Aún no hemos acabado.
- No hay porque forzarlo más. Hemos avanzado mucho, podemos seguir otro día de estos. - Le aseguró. - Debes estar aturdido y confundido. Nunca te habías masturbado por tanto tiempo sin correrte, ¿verdad? - TaeHyung asintió.
- Aún así quiero seguir. Ya estamos cerca, ¿verdad Hyung? - HoSeok asintió.
- Como quieras. - HoSeok se levantó y cogió papel del baño. Limpió como pudo el semen de TaeHyung y continuaron. El interior del gato se sentía un poco mas contraído después de haberse corrido. Con tres dedos moviéndose como los de HoSeok, TaeHyung empezaba a sentirse incómodo. Antes había tenido la distracción perfecta, pero, mientras que el pene del lobo seguía erecto y duro como una roca, el suyo no. Quiso volver a masturbar a HoSeok, pero él se lo impidió con un beso más en la frente. - No te preocupes por mí. Intenta relajarte un poco. - Aquello era demasiado intenso. Su cuerpo se extremecía y sus jadeos y gemidos agudos de gato, ya no podían ser silenciados. Era música para los oído del lobo. TaeHyung hundió su nariz en su cuello y respiró el aroma de su alfa para calmarse. Sin saberlo, estaba logrando todo lo contrario, cayendo cada vez más en un profundo estado de semi-inconsciencia. El aroma de los lobos suele ser fuerte y el de HoSeok no era menos. Era un penetrante olor que TaeHyung no podía definir como una sola cosa. Era el olor de una chimenea encendida, de ropa recién lavada, el olor del pan recién hecho. Era el olor de un hogar. Así era como HoSeok hacía que TaeHyung se sintiera siempre. Estar cerca del lobo era estar en casa.
Cuando quiso darse cuenta, ya era demasiado tarde. Demasiado olor a alfa, demasiada excitación en todo su cuerpo. Cuando sacó la cara del cuello de HoSeok y le miró, sus ojos ya no eran sus ojos, sino los de su animal interior. HoSeok nunca los había visto, TaeHyung tenía que estar extremadamente excitado o enfadado para que eso ocurriera. Se sorprendió, el gato tenía un ojo de cada color. Uno brillaba verde y el otro azul.
- Que hermoso. - Fue lo único que el lobo pudo pronunciar antes de que se diera cuenta de los que realmente significaba. El gato usó la fuerza que no tenía y se colocó encima de HoSeok haciendo que el lobo sacara sus dedos de él. Atacó sus labios con fiereza felina y antes de que HoSeok se percatara, llevó la mano al pene del lobo y se colocó para acercarse lo a su entrada.
- ¿Qué? ¡No! - Le detuvo tomándole de las caderas al ver sus intenciones. El gato maulló notablemente enfadado, su mente ya no era capaz de asimilar ni comprender nada. Su animal interior había tomado el control. - TaeHyung, basta. - El gato gimió y se quejó aún más desesperado. ¿Por qué su alfa no le tomaba? Él quería unirse al lobo y éste le detenía. ¿Por qué? - Cálmate, cariño. - Cuando fue capaz de entender lo que ocurría, intentó mantener la calma y tranquilizar a TaeHyung. Pero este no tenía intención de colaborar. Entonces HoSeok supo lo que tenía que hacer, tomar el control de su omega. Abrazó su cuerpo con cuidado pero con fuerza y le giró para ponerse encima. - Ya está. - Habló con autoridad pero con cariño. - TaeHyung movió su cintura debajo del cuerpo del lobo para incitarle. Pero HoSeok no caería tan fácil. Se dejó caer un poco sobre él y oprimió el cuerpo del gato con el suyo, haciendo que no pudiera moverse. El gato le rodeó el cuello con los brazos, acercándole desesperado y se besaron.
- Alfa... - Gimió necesitado. HoSeok le acarició el rostro suavemente y observó como el gato ronroneo y se restregó contra su mano ansioso. No soportaba verle así sin hacer nada. Su deber, responsabilidad y gratificación, era complacer a su omega. Todo aquello había sido demasiado para él, demasiada estimulación.
- Está bien. - Alcanzó un condón y lo colocó en su miembro. - Voy a intentarlo. Si no puedo entrar no voy a forzarte. ¿Lo has entendido? - TaeHyung le miró suplicante con sus ojos aún encendidos. El lobo le besó despacio y le ayudó a respirar. Colocó el cuerpo delgado de TaeHyung bajo el suyo correctamente con delicadeza y alineó su miembro con su entrada. - Respira hondo, mi amor. - Estaba casi seguro de que no entraría. Presionó la entrada con suavidad e introdujo su glande. TaeHyung se retorció, no sabía si incómodo o porque quería más. - No te muevas, por favor. - Le presionó un poco más y no dejó de observar el rostro de TaeHyung para asegurarse de que estaba bien. Sorpresivamente, HoSeok se deslizó poco a poco en su interior sin causar una mala reacción en TaeHyung. Con un último esfuerzo se introdujo finalmente llenando y complaciendo por completo a su pareja. El gato dejó salir un gemido y se abrazó a su alfa.
- HoSeok-Hyung. - Maulló.
- Por fin eres mío. Mi precioso omega. - TaeHyung sonrió y lamió el rostro del lobo contento y agradecido. - Me moveré despacio. - Salió muy lentamente, acariciando su cuerpo para hacerle sentir seguro. - Te quiero. - Los ojos de TaeHyung volvieron a su color original al oír sus sinceras palabras. Volvió a entrar haciéndole arquear la espalda y soltar un largo suspiro. Se empezó a mover con un poco más de fluidez. Sus estocadas eran precisas y TaeHyung empezó a gemir y jadear. - Estás muy apretado. - Nunca se había sentido tan bien. TaeHyung gimió en una de sus estocadas y clavó sin querer sus uñas de gato en la espalda del lobo. HoSeok gruñó de dolor y placer al mismo tiempo.
- Hyung. ¡Ah! - Gimió muy agudo.
- Lo estás haciendo bien. - Bajó su mano hasta el miembro de TaeHyung y le masturbó. Vio como TaeHyung mordió su labio.
- Voy a venirme...
- Hazlo. - Dijo.
- Tú también. - HoSeok le besó con pasión y siguió con sus dedicados movimientos. - Córrete conmigo. - TaeHyung no aguantó más y eyaculó por segunda vez. Se mantuvo abrazado a HoSeok a pesar del cansancio que sufría. HoSeok apretó los dientes, el orgasmo de TaeHyung le había hecho más estrecho aún. A penas podía moverse, pero no hizo falta. Un par de penetraciones después se corrió. El gato soltó un último gemido suave cuando HoSeok salió de él y se dejó caer en la cama agotado. HoSeok se aseguró de que su omega estaba bien y se levantó. Se limpió un poco y llenó la bañera de agua caliente. Cargó a TaeHyung en brazos, le metió en la bañera y le lavó, aún con el cobertor puesto. Estaba tan adormecido cuando le secó y le vistió que se dejaba hacer sin protestar. Cuando ya tenía la camiseta desabrochó el cobertor de su espalda, lo dejó caer al suelo, le volvió a cargar y le arropó. Se lavó él mismo y se metió en la cama junto a su omega. TaeHyung ya están completamente dormido, pero aún así, reconoció el olor de su alfa y se dejó abrazar calmado, gustoso y seguro.
- No lo puedo creer, Kim TaeHyung. - Susurró mientras le acariciaba el pelo. - He soñado tanto con estar así contigo, que ahora me parece eso, un sueño que no asimilo. - Una lágrima de felicidad y alivio recorrió su rostro. - Haré lo que sea para lograr que seas siempre feliz, TaeHyung. Te lo juro. - Hizo lo imposible para no llorar pero no lo consiguió y sin darse cuenta sus lágrimas cayeron sobre la piel de TaeHyung. Se despertó. Con un gran esfuerzo se dio la vuelta abrazando a su alfa.
- ¿Qué ocurre, Hyung? ¿Por qué llora?
- No es nada, mi vida. - Sonrió. - Es sólo que estoy muy feliz.
- Yo también, Hyung. - Le correspondió la sonrisa. - Gracias por cuidar siempre de mí.
- No se merecen, cariño. - Le apegó aún más a él. - Lo hago encantado. - Su olor, su calor, su hogar.* ¿¿Te ha gustado?? ¡¡¡Házmelo saber!!!
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Like Cats and Dogs. |YoonMin| |Omegaverse|
FanficLa sociedad está dividida entre aquellos que intentan demostrar que la convivencia entre felinos y cánidos es posible. Para ello, jóvenes híbridos, alfas y omegas de distintas especies, descendientes de las familias más influyentes del país se conce...