Canción de hermanos

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- Lo reconozco, JiMin. Tengo miedo. - Admitió el tigre con el móvil en la oreja.
- No tienes que tener miedo, Hyung. - Aseguró JiMin desde el otro lado. - Yo no lo tengo.
- No lo tienes porque aún no conoces el secreto que debo mostrarte - Dijo. Le temblaron las manos tanto que casi se le cae el teléfono al suelo. Sabía que si no se controlaba terminaría con un ataque de ansiedad. - Tengo mucho miedo de que me abandones. - Una lágrima cayó por su mejilla.
- No le abandonaré, Hyung.
- No digas eso aún. - Le pidió. - No sabes de lo que hablas.
- Lo sé mejor que usted, Hyung. - Aseguró el tanuki. - Lo dioses ya lo han decidido. Pase lo que pase mañana, sea lo que sea lo que tenga que mostrarme, sé que no le abandonaré. Nada ni nadie me impedirá estar con usted. - YoonGi quería creerle, pero seguía teniendo miedo del mañana.
- Descansa, mi pequeño. Mañana... - Aspiró con fuerza. - ...mañana te recojo. Recuerda ponerte la ropa que te dije.
- Sí, Hyung. Buenas noches.
- Buenas noches. - Colgó el teléfono y respiró profundamente. Lanzó el móvil a la cama y salió de su habitación. Había sólo unas pocas personas en el mundo capaz de calmar su ansiedad. Por suerte, una de ellas estaba en el dormitorio contiguo. Le encontró tirado en la cama con un cuaderno y un lápiz cuando entró. - ¿Qué haces?
- Dibujando. - YoonGi se tumbó junto a su hermano con la cabeza sobre la almohada. - ¿Pasa algo, Hyung? - YoonGi negó.
- No pasa nada, enano. - YoonGi tenía un secreto que estaba a punto de desvelar a JiMin por mera necesidad, no porque le gustase la idea de hacerlo. Pero no se lo podía decir a JungKook. No podía desvelárselo a su hermano, que sólo era un cachorro. - Todo va bien. - Mintió. Pero JungKook podía notar como su hermano temblaba levemente y su respiración no era del todo calmada. Le conocía demasiado bien. Le acarició el cabello.
- No pasa nada si no quieres contármelo, Hyung. - Le aseguró. - Pero no me mientas. - Pidió. YoonGi se incorporó un poco. Se sentó apoyando la espalda en el cabecero y agarró a su hermano por la cintura dejando que se recostara en su pecho y permitiendo que siguiera dibujando. Su presencia ya era suficiente para calmarle.
- Siempre has sido un buen dibujante. Te llevaste todo el talento de mamá. - Dijo con cariño.
- Eso no es verdad. Tú también eres un gran artista, Hyung. - Aseguró sin dejar de dibujar. - Eres buen fotógrafo y un gran músico.
- No sé de donde hemos sacado lo de la música. - Se preguntó YoonGi. - Mamá es una pésima cantante. - Ambos rieron. - Sin embargo, tú voz es angelical. - El cachorro quedó pensativo un momento. Le gustaba su voz, amaba cantar, pero no se sentía bien del todo.
- Hyung, ¿puedo contarle algo?
- Claro. - Respondió el mayor.
- Yo... no estoy seguro de estar hecho para ser omega. - YoonGi se limitó a mostrarse confundido. - No soy bueno cuidando de las personas. Ni me gusta la idea de que haya alfas que me miren como una presa.
- No debes tener miedo, JungKook. - Intentó calmarle el alfa. - Tu padre y yo jamás dejaremos que te pase nada. Te protegeremos hasta que encuentres un alfa que se una a ti.
- Es justamente eso, Hyung. - Se quejó el menor. - No quiero que nadie tenga que protegerme. No quiero ser débil.
- ¿Débil? No eres débil. Eres el cachorro de omega más fuerte que jamás he visto. - Le animó.
- Pero todos los alfas que tendrán los ojos puestos en mí, son más fuertes que yo. Y yo no quiero sentirme así. No soy así. No soy delicado o cuidadoso. Los niños me dan miedo. No soy como JiMin-Hyung o los demás omegas.
- No digas eso. Aún no estás presentado. Ya tienes edad de hacerte preguntas así, pero aún no estás presentado, creo que por eso están confundido. Tus instintos aparecerán a su debido tiempo. - Le aseguró.
- ¿Y si yo no quiero tener esos instintos? No soy así, pero me gusta como soy. Mi voz es lo único dulce que tengo.
- Eso no es verdad. - Dijo. - Pero sea como sea, la vida que lleves es sólo decisión tuya. Si decides que los niños no son para ti...
- No es que no quiera tener cachorros Hyung, es que no me veo como figura materna. - Reconoció. - No quiero que otros me protejan a mí, quiero ser yo quien proteja a otros. No me gusta depender de nadie.
- No me digas eso, Kookie. - Le pidió YoonGi. - Siempre he pensado que la única razón de que yo este en este mundo, de que yo sea un alfa fuerte, es para protegeros a ti y a mamá.
- No quería que interpretarse eso. Además, tienes a JiMin. Él adora depender de ti. Y yo siempre he buscado tu protección como cachorro y como hermano menor. Siempre lo haré. Pero no quiero protección como omega. No sé como explicarlo. - Asumió.
- Todos dependemos de los demás, JungKook. - Le hablaba despacio, con cariño. - Yo dependo tanto de JiMin como él de mí.
- No sé, Hyung. Yo creo que sería mejor alfa que omega. - Opinó.
- Ser alfa no es tan divertido como lo pintas, cachorro. - Aseguró YoonGi. - No somos tan fuertes como crees. Puede que físicamente sí, pero tú más que nadie me has visto temblar de miedo, inseguridad y debilidad por no poder controlarme. Dependemos de la fuerza de nuestros instintos de tigre, tanto un alfa como un omega, pero es más importante la fuerza que tengamos nosotros mismos. - Explicó. - No temas. Intenta no pensar demasiado en eso. Y recuerda que pase lo que pase yo voy a apoyarte siempre, hermanito. - El cachorro se recortó en el pecho de su mayor dejando el cuaderno de dibujo a un lado.
- Gracias, Hyung.
- ¿Cantarías para mí, Kookie? - No se lo pensó dos veces y empezó a cantar una suave canción con su dulce voz aspirada. Embaucaba a cualquiera que le escuchaba. Alfas u omegas. YoonGi siempre se sentía adormecido y en paz al oír la voz de su hermano. Pero algo pertubó la paz de ambos. La puerta de la habitación se abrió de golpe asustando a los dos. YoonGi abrazó a JungKook con fuerza, protegiéndole y este se pegó a su hermano. Nunca se sentía tan protegido como cuando estaba con su hermano mayor.
- ¿Qué significa eso de que habéis pegado a unos compañeros del instituto? - Gritó el señor Jeon histérico.
- Estábamos fuera del instituto, en realidad. - Se excusó YoonGi. - Así que no está dentro de la jurisdicción del centro.
- ¿Eso qué importa? No podéis ir por ahí metiéndoos en peleas como salvajes.
- Esos tipos agredieron a TaeHyung. - Explicó el pequeño. - Teníamos que defenderle.
- ¿Y crees que esa era la manera correcta de hacerlo? ¿Tomándolos la justicia por vuestra cuenta? - Les regañó. JungKook bajó la cabeza. Pelearse no estaba bien. Él lo sabía. - Y tú, YoonGi, eres el que más me ha decepcionado. ¿Cómo dejas que tu hermano menor se enfrente a unos alfas? ¿En qué diablos estabas pensando?
- JungKook está mucho mejor entrenado que cualquiera de los que estábamos allí. Si fuera un alfa sería el más fuerte de todos nosotros, con diferencia. - Intentó calmarle.
- Pero no lo es. Es un cachorro de omega, YoonGi. - Eso dolió en el pecho de JungKook, cada vez estaba más convencido de que los dioses se habían confundido haciéndole un omega.
- Podía enfrentarse a esos idiotas sin problemas, y yo no habría dejado que le pasase nada. - Aseguró.
- No metimos a JungKook a entrenar artes marciales para que se metiera en peleas, sino para que supiera defenderse llegado el momento. - Gruñó.
- Lo siento, papá. - Habló el cachorro finalmente. - No volveré a meterme en líos. - JungKook no tendía a ser muy obediente diariamente, pero con sus padres era distinto, odiaba ser regañado. Odiaba que sus padres estuvieran de mal humor por su culpa. El señor Jeon se relajó.
- Lo único que quiero es que no les pase nada a mis hijos ¿Lo entendéis? - JungKook asintió inmediatamente. YoonGi no. - Tú también eres mi hijo, YoonGi. Sé que sois fuertes y podéis con todo y eso me enorgullece y me permite dormir por las noches. Pero más importante que ser fuerte es saber resolver los problemas sin ayuda de esa fuerza. Dime que lo entiendes, YoonGi. - El alfa de tigre finalmente asintió. - Dicho esto, ¿vosotros estáis bien? - Ambos asintieron. - ¿Y TaeHyung?
- Él está bien ahora. HoSeok le ha llevado a casa. - Pronunció el mayor de los hermanos.
- De acuerdo. - Se resignó el hombre. - Pero la próxima vez acudid a los adultos. - Dijo casi en súplica. - Os lo pido por favor. O acabará por darme un infarto.
- Sí, papá.
- Sí, señor Jeon. - Y entonces el hombre se fue de la habitación mucho más calmado de los que había llegado.
- No consideras a mi padre tu padre, ¿verdad, Hyung? - Preguntó JungKook algo tímido. Sabía que ese era un tema delicado.
- Claro que sí, enano. - Dijo volviendo a su postura anterior, recostado en la cama abrazando a su hermanito. - Es sólo que no quiero olvidar. Siento que si le llamo "papá", poco a poco me olvidaré de mi verdadero padre.
- Creí que querrías olvidarte de él, Hyung. - Pronunció con suavidad. - Después de todo lo que hizo.
- Si lo olvido a él, olvidaré las cosas terribles que un alfa de tigre sin control ni escrúpulos puede llegar a hacer. No puedo olvidar eso, Kookie. Necesito recordármelo a diario o no seré capaz de proteger a la gente que quiero. Ni de otros desgraciados como él, ni de mí mismo.
- Sigues torturándote. Tú no te pareceres en nada a él. - Aseguró el cachorro.
- ¿Eso crees? ¿Incluso después de ver lo que le hice a JiMin? - Preguntó con los ojos ya cerrados.
- Lo creo. - Afirmó convencido. - Lo hiciste sin querer. Cualquiera habría pasado por lo mismo en esa situación. Incluso si no era un tigre. - Se acurrucó contra su hermano.
- Gracias cachorro. Duérmete ya, pequeño. Es tarde. - JungKook hizo un ruidito de afirmación y los dos cayeron en brazos de morfeo.

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PREGUNTA!!!!!: ¿A quienes habríais elegido como hermanos reales?

Like Cats and Dogs. |YoonMin| |Omegaverse|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora