- Hacía tiempo que no te veía quedarte aquí hasta tan tarde. - Habló la omega de tigre. YoonGi giró la cabeza hacia su madre. - ¿Te pasa algo?
- ¿Debería?
- Siempre sales a esta terraza a mirar el ciudad cuando algo te ronda la cabeza. - Dijo mientras se senataba en el suelo junto a él.
Los cuatro miembros de la familia Jeon vivían en un el ático de un exclusivo edificio. La compañía de modelaje de la señora Jeon era de las importante del país.
- ¿Es por el chico nuevo? - Casi se atraganta con la leche de freaa que estaba tomando.
- Ya te ha ido el enano con sus tonterías. - Se quejó.
- Creí que serían tonterías hasta que te he visto aquí. - Touché. - Y yo que pensé que eras tú el que causaba problemas de amoríos a tus parejas y no al revés. Al menos así ha sido hasta ahora. - Recordó la hermosa omega, sonriente.
- No son problemas de amoríos, madre. No se emocione tanto. - Respondió algo arisco.
- ¿Qué te preocupa, entonces? - YoonGi respiró cansado. Le había daso muchas vueltas y no sabía que hacer.
- Creí que sería capaz de controlarme del todo. Pero con él no pude. Ese olor suyo... - Miró la botellita de leche de fresas y la apartó a un lado. - Si yo hubiera estado en celo, no sé que habría pasado. - Apretó los dientes. - Y, aún así, el idiota sigue confiando en mí más que en nadie. ¿Por qué a los omegas os gusten tanto que os martiricen y os acosen. - La mujer bajó la cabeza avergonzada. Ella tampoco sabía porque se sometían de esa manera tan absoluta a los alfas, pero sabía que era muy difícil resistirse. Supuso que estaba en su naturaleza, esa naturaleza instintiva que YoonGi tanto odiaba.
- Nunca has querido enteder eso con tus parejas anteriores. - Recalcó la mujer. - A a pesar de lo dominante que has sido con ellas y lo adictas que algunas se volvieron a ti.
- ¡Él no es mi pareja! No es lo mismo. - Aseguró. - Pero es un buen chico y no quiero hacerle daño. No es más que un cachorro que no sabe nada.
- ¿Tanto te gusta? - Se formó un silencio. No porque no quisiera contestar, si no porque él mismo no conocía la respuesta. - Las personas anteriores con las que has estado, ni si quiera sé si podrían llamarse parejas, nunca te ha importado demasiado lo que ellas sintieran. Sólo querías aliviar ru gran necesidad.
- Yo nunca di esperanzas a esas personas. Desde el primer momento dejaba claro lo que quería, pero no significa que no cuidara de ellas. Siempre me he ocupado de que estuvieran bien.
- No habló de su seguridad, YoonGi. - Rio la mujer. - Habló de sus sentimientos por ti. Has mantenido relaciones con varios chicos y chicas antes, les has protegido de forma casi obsesiva, pero no has amado a ninguno de ellos. - YoonGi se encogió avergonzado. La intención de su madre no era hacerle sentir así.
- He intentado todo y he creido conseguirlo, pero sólo ha sido una mentira que me he creido yo mismo. - Tembló y no del frío.
- ¿A qué te refieres? - Preguntó ella confundida.
- Soy igual que él. - No había expresión en su voz. Como si finalmente lo hubiera aceptado. La omega quería replicar, decirle que no era verdad, pero el nudo que se formó en su garganta se lo impidió. YoonGi respiró hondo antes de continuar. - Tiene que ser horrible para ti que me parezca tanto a él. Más ahora que tengo la edad que vosotros teniaís cuando ocurrió. - Su madre le hizo levantar la barbilla y mirarla.
- Te pareces mucho a él, mi amor. Pero sólo en apariencia. - Le aseguró. - Tu padre jamás habría podido conseguir lo que tu has logrado. A pesar de lo dificil que ha sido para ti, tienes amigos y harías lo que fuera por cuidar de los tuyos. Tu no eres como tu padre. No eres despiadado, ni indiferente al sufrimiento de los demás. Sólo te falta un paso para ser tan duro y valiente como yo. - Ella alzó la cabeza orgullosa y rió a su hijo, quien le miraba con ansias de saber su respuesta. - Enamorarte. - YoonGi apartó la cabeza. Eso ya lo había pensado él y no había funcionado.
- No sé si eso es posible para alguien como yo. - Aseguró. - Ya lo intenté.
- ¿Intentarlo? - Se oyó la melodiosa risa de la omega. - Eso no se intenta, cariño. Has pasado tanto tiempo reprimiendo tus instintos que estás negando tus sentimientos para conseguirlo. Tú no eliges de quien ni cuando te enamoras. Sólo tienes que darte la oportunidad y dejar que fluya en ti.
- No puedo. - Sollozó. Finalmente dejando salir su miedo. - Si dejo mi instinto libre le haré daño. - YoonGi ni si quiera se dio cuenta de que sólo estaba pensando en el pequeño tanuki. - No quiero hacerlo. No podría soportarlo.
- No lo harás. Tu tigre jamás le haría algo malo a la persona que amas. - Le aseguró. - Esa es la diferencia entre tu padre y tú, Yoongi. Él es incapaz de amar. - La omega rodeó a su hijo con el brazo y dejó que él, que hacía años que era más alto que ella, se acurrucara en su pecho. YoonGi amaba el olor del café recién hecho que poseía su madre, casi tanto como amaba la leche de fresas. - Ay, mi cachorro. Que voy a hacer contigo.
Aquella mañana de sábado era día de partido. JiMin se decidió a ir porque tenía muchas ganas de ver a sus amigos jugar y porque había dormido como nunca antes. Los dos omegas habían dormido en la cama de matrimonio de TaeHyung, ambos acurrucados en los brazos del otro. JiMin no había pasado por su casa para coger cambios de ropa, pero eso no fue un problema. Cuando tus padres, e incluso tú, sois modelos, la ropa no es un problema. TaeHyung tenía más ropa de la que se podía poner y, aunque era algo más alto que JiMin, no lo era tanto como para que la ropa le quedara ridículamente grande a su amigo. TaeHyung se afanó en ponerle varias capas de ropa de marca para mantenerle caliente, preocupado de que, en aquella fría mañana, su mala regulación de la temperatura corporal, pudiera volver a ser un problema. Así se presentó JiMin en el partido, con más capas que una cebolla, lo cual le resultaba realmente agradable.
El partido era contra un instituto que estaba en la otra punta de la ciudad. Un instituto creado únicamente para felinos alfas. Era el anterior instituto de YoonGi. JungKook, NamJoon, HoSeok, TaeHyung y YoonGi, junto al resto de compañeros del equipo, se reunieron para organizarse antes del partido.
- Suga-Hyung. - Habló el capitán del equipo contrario. - Hacía tiempo que no te veía. - YoonGi giró la cabeza hacia él y saludó educadamente, iba a hablar cuando otro integrante del equipo contrario se le adelantó.
- Más o menos desde que nos abandonó. - El chico tenía tatuada la palabra "Jaguar" en el hombro. A JiMin, que observaba desde el banquillo, donde también era capaz de escucharlo todo, le pareció estúpido. Es como si él se tatuaba la palabra "Tanuki", ni que no lo pusiera ya en su ID.
- Vamos Young, no estés de gresca tan de mañana. - Habló HoSeok con voz concialiadora. No es que HoSeok conociera a ese Jaguar porque también hubiera estado en ese otro instituto. Ni loco se le pasaría por la cabeza meterse en un instituto de alfas de felinos. Pero resulta, que el padre de Young y el padre de HoSeok trabajan en el mismo partido político y ambos eran de la opinión de que la naturaleza de felinos y cánidos era demasiado diferente como para que conviviesen de la misma forma. Según ellos, era estúpido intentar formar una amistad o una pareja formal con un integrante que desea vivir en manada y otro que desea vivir en soledad. El padre de NamJoon, que era el actual gobernante, no pensaba igual. Y por eso había formado el instituto CAFE, pero su legislatura acababa, pronto habría elecciones y las cosas volvían a ponerse tensas.- Menuda manada la tuya, HoSeok. - Volvió a probocar Young. - Tu padre debe estar orgulloso. - HoSeok era una persona paciente y pacífica, así que no dijo nada.
- Basta ya, Young. - Le ordenó el capitán de su equipo.
- ¿Vamos a seguir hablando o vamos a jugar? - Dijo JungKook lanzando el balón a Young con más fuerza de la necesaria intentando zanjar la discusión.
- Vaya, pareciera que el cachorro ya tiene uñas. - Young se acercó a él con el balón ya en sus manos. - Cuando te presentes me encargaré de ti, pequeño tigre. - YoonGi se mantuvo atento a las acciones del otro alfa.
- ¿Por qué no ahora? - Le tentó JungKook sin achantarse. - ¿O es que no se te levanta si no estás en celo? - El comentario provocó la risa de integrantes de ambos equipos. JungKook no era un omega habitual. No se dejaba someter fácilmente y YoonGi, quien, como un gran alfa, era dominante sobre sus parejas, pensaba que sería difícil encontrar un alfa que jugara al nivel de su hermano menor. A pesar de lo joven que era, se podía ver que él jamás necesitaría a un alfa que le hiciera sentir seguro. Necesitaría a alguien que le tratara sin condescendencia, como alguien igual a él.
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Like Cats and Dogs. |YoonMin| |Omegaverse|
FanficLa sociedad está dividida entre aquellos que intentan demostrar que la convivencia entre felinos y cánidos es posible. Para ello, jóvenes híbridos, alfas y omegas de distintas especies, descendientes de las familias más influyentes del país se conce...