Like Cats and Dogs. |YoonMin| |Omegaverse|

Elegante fiereza

Cuando terminó de calentar su cuerpo con el caldo del señor Jeon, JiMin se encogió en el sofá arropado por el abrazo del cachorro de tigre. A JungKook no se le daba muy bien cuidar de otras personas, pero si abrazar a un amigo le consolaba, abrazaría más fuerte que ninguno.
Fue entonces cuando explicó, sin demasiado detalle, lo que había ocurrido. Contó que había discutidos con sus padres y que se padre alfa le abofeteó. Aseguró que nunca le había pegado, claro que, tampoco le había contestado de mala forma antes. No dijo nada sobre el motivo de la disputa, así que nadie se lo preguntó. Explicó cómo había salido de casa hecho una furia sin tener en cuenta el rumbo ni el frío. JiMin era nuevo en ese lugar y aún no lo había recorrido como para adentrarse en el bosque en plena noche y lloviendo, sin perderse. Lo único que se le ocurrió fue rezar a los seis dioses híbridos para que cuidaran de él y dar gracias a que, durante la discusión, su móvil había estado siempre en el bolsillo. Llamó a la primera persona que pasó por su cabeza y pido ayuda.
Los Jeon, finalmente decidieron que el pequeño se quedaría a dormir, pero que debían llamar a sus padres para explicárselo. JiMin aceptó algo asustado. No quería volver a enfrentarse a sus padres. La señora Jeon notó su preocupación, le pidió el número y le dijo que ella se encargaría. Dio el número de su padre omega, con él sería más fácil razonar. Mientras tanto, la señora Jeon mandó a los tres jóvenes a la cama. JungKook insistió en que JiMin durmiera con él. YoonGi también quería que JiMin durmiera en su cama. Sabía que le consolaría mejor que el cachorro, pero no era el momento de andar se con ese tipo de cosas. No era correcto. Así que se mordió la lengua y se fue a dormir. JiMin estaba realmente avergonzado. No sabía por qué había vuelto a molestar a YoonGi con sus problemas de niño pequeño. Y ahora también incordiaba a toda su familia, como antes lo había hecho con la de TaeHyung, sin embargo, todos seguían tratándole bien, porque todos le veían como un niño pequeño, especialmente YoonGi-Hyung.
La conversación con el padre omega de JiMin fue tensa, pero aceptó que su hijo se quedara en su casa con la condición de que lo llevara de vuelta al templo temprano en la mañana. Antes de irse a dormir, la señora Jeon comprobó el cuarto de su hijo menor, pensando que, ahora que estaba con un amigo, les sería imposible dormirse. Se sorprendió al ver que los dos estaban completamente dormidos, abrazados el uno contra el otro. Les arropó bien y fue a dormir.

- YoonGi-Hyung. - El tigre ni si quiera abrió los ojos, pero reconoció la voz incluso en sueños. - YoonGi-Hyung. Quería darle las gracias por... - Antes de que JiMin terminara la frase, YoonGi cogió el brazo de JiMin y tiró de él hasta hacerlo caer en la cama. Lo abrazó por la cintura y lo arropó con su edredón. - YoonGi-Hyung. - Volvió a repetir el tanuki.
- Calla. Quiero seguir durmiendo. - Aún no era la hora de levantarse, pero ya era por la mañana. - ¿Estás cómodo, mocoso? - Hasta en su duermevela, el tigre no podía evitar ocuparse de él. - JiMin asintió con un ruidito y se acurrucó pegando su espalda aún más al pecho de su Hyung.
Cuando la señora Jeon no encontró a JiMin en el cuarto de su cachorro más pequeño, por poco le da un infarto al pensar que podía haber escapado como lo había hecho de su casa. Cuando lo encontró acurrucado con YoonGi, supo que ese chico no sería una más de las parejas del mayor. Nunca había visto al tigre dormir con tanta paz.

En el trayecto en coche, la señor Jeon intentó hablar de temas banales para que el muchacho se mantuviera calmado. YoonGi quiso ir con ellos, a su madre no le costó hacerle entender que no era una buena idea. Un alfa sólo añadiría más tensión a la situación.
- No te preocupes, pequeño. - Le dijo cuando detuvo en coche frente al templo. - Quizá te regañen un poco, porque no debiste salir así de casa. Fue peligroso. - JiMin asintió y bajó el rostro frotando sus manitas. - Pero estarán más preocupado que enfadados. - Nada más salir del coche, el padre omega de JiMin salió corriendo a abrazar a su hijo. Había oído el ruido del motor del coche y estaba ansioso por tenerlo entre sus brazos y poder liberar la angustia que aquella situación le había causado.
- ¿Por qué sigues oliendo a humedad? - Le dijo después de llenarle la cara de besos.
- Debe ser la ropa de mi hijo, YoonGi. La del cachorro le quedaba demasiado grande, irónicamente. - Dijo la señora Jeon con naturalidad y una sonrisa espléndida. - Tiene un olor muy fuerte. No se quita aún cuando le hecho litros de detergente aromático. - Río. El señor Park se levantó para dar la mano a la señora Jeon agradecido. En ese momento salio de la casa el padre alfa de JiMin.
- Entrad en casa. - Ordenó. - Los dos.
- Cariño. Ella es la señora...
- Se muy bien quien es. Entrad en casa. - Parecía no tener intención de repetirlo una tercer vez, pero la omega de tigre no se achantaba tan fácilmente, por mucho que el padre de JiMin fuera un alfa.
- Gracias por todo, señora Jeon. - Dijo JiMin tímidamente entrando en el templo. Ella le dedicó la mayor de sus sonrisas a pesar de la situación.
- No es nada, pequeño. Vuelve a casa cuando quiera. Pero, por favor, antes avisa a tus padres. - Bromeó. El tanuki alfa esperó a que su hijo y su pareja entraran en el templo para hablar.
- Gracias por traerle. - Comenzó siendo amable. - Pero no queremos que su hijo esté cerca del nuestro. - Dijo de continuo. - Su hijo es un peligro para las personas decentes como mi hijo. - No era la primera vez que le decían algo así de su pequeño.
- Supongo que se refiere a YoonGi. Creí que eran ustedes los religiosos quienes proclaman que no hay que juzgar a las personas antes de conocerlas. - Planteó.
- Conozco lo suficiente de su hijo, señora Jeon. Es un alfa de tigre de Bengala producto de una violación, seguramente, puesto que su padrastro ni si quiera le ha permitido llevar su apellido. - Ese hombre se creía muy listo, pero no tenía idea de que Jeon fue el apellido de YoonGi por mucho tiempo, hasta que él mismo se lo decidió cambiar por el de su verdadero padre. Hablar sin tener ni idea, eso le molestaba mucho a la señora Jeon. - Sé que tiene un año más que los muchachos de su clase, así que ha repetido un año, y no creo que haya sido por falta de inteligencia, sino, más bien, por ser un chico conflictivo. - Cuando YoonGi entró en celo a los 12 años, sus padres estuvieron muy preocupados y buscaron una explicación médica para su pronta presentación. Además, sus jóvenes compañeros se empezaron a asustar por su fuerte olor y comenzaron a alejarle y mirarle con recelo y miedo. Más aún de lo que ya se había alejado YoonGi por su solitaria naturaleza. Pero lo que hizo que YoonGi repitiera curso realmente, fue su propio miedo. No sabía controlarse y no era más que un niño confundido a punto de entrar en la pubertad. Se encerró en sí mismo y lloraba de rabia porque no quería ir al colegio. Eso hacía que se descontrolarse más y volvía aferrarse con la idea de hacer daño a alguien, del mismo modo en que todos le decían que su verdadero padre le había hecho daño a su madre. No quería ser como él. No quería ser un monstruo y un violador. Fue el momento en el que se cambió de apellido para recordarse a sí mismo quien era y no olvidarlo nunca. Optó porque su pasado no fuera su debilidad, sino la razón por la que nadie volvería a pasarle por encima. Todo aquello fue demasiado para el pequeño YoonGi, lo raro fue que la única consecuencia fuera que perdiera un curso escolar. Ese omega no tenía porque saber todo aquello, pero claro, era más fácil juzgar a un muchacho que no tenía culpa alguna de los errores de su progenitor. - Y lo más importante, sé que ha estado acosando a mi hijo de la peor forma aprovechándose de que es un muchacho inexperto.
- ¿Acosando? - Eso sí que la confundió. - ¿Llama acoso a que mi hijo ayudara al suyo a calmar el terrible dolor de su celo? - YoonGi nunca le contaría a su madre ese tipo de cosas, no por vergüenza, sino por que lo veía innecesario. Sin embargo, la señora Jeon tenía a JungKook, que le contaba todo. Razón por la que YoonGi le llamaba espía o simplemente "niño de mamá".
- Su hijo es una bestia descontrolada y no quiero que se acerque a mi cachorro.
- Técnicamente ya no es un cachorro y además ya tiene 18 años por lo que es mayor de edad. Así que, aunque tienen el deber de mantenerle y cuidarle por seguir en su edad escolar. Hay ciertas cosas que no le pueden prohibir y que no pueden elegir por él. Por ejemplo, su instituto. - Como directora de una empresa, la señora Jeon estaba más que acostumbrada a tratar con abogados y gente muy redicha. - Si su hijo considera que tiene algun problema con el mío, señor Park, será él el que tenga que decidir. - Aseguró. - Que tenga un buen día, señor Park.

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