Al finalizar las clases, JiMin, TaeHyung y YoonGi bajaron dos calles hasta la parada de autobús. De haberlo sabido, YoonGi se habría llevado el coche. A JiMin le apetecía mucho quedarse en casa de TaeHyung, aunque no quería molestar a su familia. Pero TaeHyung había insistido en que es no era problema. En el pueblo donde vivía antes, las casas de sus amigos estaban muy cerca de la suya, así que era estúpido quedarse a dormir en casa de otro. Aún así, puso muchas objeciones a la hora de llamar a sus padres, pero al final se armó de valor y lo hizo. No les gustó la idea, pero JiMin estaba enfadado con ellos y no habría permitido un no como respuesta. YoonGi se había empeñado en acompañarles, porque JiMin aún estaba débil y sabía que TaeHyung no sería capaz de cargarle si le ocurría algo. Le fastidió que el autobús estuviera tan abarrotado. No le gustaban los lugares donde se congregaba tanta gente, le ponía nervioso. Terminaron teniendo que quedarse en fila. TaeHyung se quedó a su espalda y JiMin en frente suyo. Igualmente no eran demasiadas paradas.
- ¿Estás bien? - Le preguntó a JiMin y este asintió. - Estando de pie y parado uno tiende a marearse. Y más en un autobús. - Apuntó. - Avísame si te empiezas a encontrar mal. ¿Vale? En cuanto sientas cualquier cosa me lo dices.
- De acuerdo, Hyung.
- Bien. - Cerró un rato los ojos. No le gustaba ese lugar. Demasiada gente.
- Vaya, creo que hemos encontrado un lindo gatito. - YoonGi escuchó voces a su espalda.
- Eres un chico muy guapo. - YoonGi apretó las manos. - ¿Quieres venir con nosotros? Pasaremos un buen rato. - Siempre que salían fuera con TaeHyung pasaba igual. Era endemoniadamente atractivo. Con razón sus padres eran dos de los modelos más conocidos en Seúl. Razón por la que no pasaban demasiado tiempo en casa. También les pasaba con Jin, pero el omega de zorro sabía como deshacerse de idiotas como aquellos. Jin y JungKook, aún siendo omegas, eran difíciles de intimidar. Sin embargo, TaeHyung y JiMin eran distintos. En cuanto alguien intentaba molestarles se cohibían y se sometían en vez de defenderse. YoonGi se giró y miró al omega.
- Date la vuelta, pequeño. Estos señores te están halagando. ¿No vas a darles las gracias? - TaeHyung levantó la cabeza y le miró asustado. Le temblaba la mandíbula.
- Hyu...hyung. - Susurró. YoonGi tomó los hombros de TaeHyung, le hizo girarse mirando a los dos hombres y le abrazó por detrás, apoyando su mentón en el hombro del omega y asegurándose de poner las manos por encima de su ombligo para no tocar su vientre.
- Vamos, TaeHyung. - Le animó el tigre. TaeHyung se encogió apretando su espalda contra el pecho del alfa. JiMin miraba la escena preocupado por TaeHyung, pero cuando YoonGi abrazó a su amigo ya no sentía sólo preocupación. No le gustó el gesto y no entendía el porqué. - Diles algo, garito. - Por un momento, los hombres sonrieron, pensando que YoonGi les ayudaba con intención de unirse al plan. No tenían muchas objeciones. YoonGi no era ni la mitad de atractivo que TaeHyung, que era alguien fuera de serie, pero no estaba nada mal.
- Eso gatito. Dinos que sí, que vendrás con nosotros a tomar algo y conocernos mejor. - Soltó uno de los dos.
- ¿O quieres que se lo diga yo? - TaeHyung agachó aún más la cabeza. - Se lo diré yo. - Concluyó. - Verán, mi amigo es un poco tímido. Pero, lamentablemente tendrá que rechazar su generosa oferta. No le agradan demasiado las hienas con cara de pervertido. A mí, sin embargo, me dan verdadero asco. ¿De verdad han conseguido alguna vez algo de sexo acercándose a un omega de esa forma tan vulgar? - Les preguntó pareciendo en verdad curioso.
- Te sorprendería la cantidad de putitas omegas que se dejarían follar por menos, chico. Algunos pierden toda la dignidad en su celo. - Aseguró. No parecía demasiado molesto con las palabras de YoonGi.
- Te has equivocado de objetivo, entonces. - Continuó. - ¿No crees que, con una apariencia como la suya, no tiene problemas para satisfacer todas las fantasías de sus instintos? - El tipo que parecía hablar por los dos, se encogió de hombros.
- Tenía que intentarlo.
- No, no tenías porqué. Podrías haber cerrado tu sucia boca y pagar por sexo si querías desfogarte. Pero no tenías derecho a asustar y faltarle al respeto al omega. - YoonGi siempre había sido de lengua rápida. Colocó a TaeHyung junto a JiMin y puso un brazo al lado de cada lado de la cabeza de cada omega. Acorralándoles contra la pared del autobús, protegiéndoles y dando la espalda a los dos hombres que se habían quedado sin palabras. El autobús continuaba su recorrido, ageno a todo. Pasajeros seguían subiendo pero ninguno parecía querer bajarse. YoonGi tuvo que acorralar aún más a los omegas.
- Hyung, dijo que si sentía cualquier cosa se lo dijera. - Habló JiMin en un susurro.
-¿Te sientes mal, cachorro? - Preguntó colocando su mano en la cadera de JiMin, por si tenía que sostenerlo. Pero JiMin negó.
- Siento que esta usted muy cerca, YoonGi-Hyung. - Le susurró para que TaeTae no pudiera oirlo. YoonGi apartó el rostro y sonrió. Se habrían pasado la parada de no ser porque TaeHyung estaba atento.La casa de TaeHyung era enorme y moderna. Tenía un monton de obras de arte colgadas por toda la casa. Parecía un museo.
- ¿Eres tú TaeTae? - Preguntó una mujer desde la parte de arriba.
- Sí, mamá. He venido con JiMin y YoonGi-Hyung.
- Muy bien. ¿Van a hacer algún trabajo? - Dijo asomándose por la escalera y desapareciendo un segundo después. Parecía apurada.
- ¿Qué? No, mamá. Te he llamado hace sólo un par de horas para contartelo. - Habló TaeHyung casi a gritos. Ahora JiMin entendía porque TaeTae era siempre tan escandaloso, su casa era tan grande que en su familia se hablaba a gritos. - JiMin se queda a dormir este fin de semana.
- TaeTae. - Dijo el tanuki despacio tirando de la manga de la camiseta de su amigo. - Si molesto... yo...
- ¡Ah! Muy bien, cariño. - Consintió la mujer sin dudar.
- ¿Lo saben tus padres, muchacho? - Habló la grave voz de un hombre que bajaba por las escaleras. Estaba elegantemente trajeado.
- Sí, señor. - Se apresuró a responder JiMin. - Entonces bien. ¿Cómo estás, YoonGi? - Dijo mientras se acercaba a ellos colocando de forma perfeccionista el puño de su camisa, que sobresalía por la manga de la chaqueta. Su porte era imponente y sus movimientos cuidados a la vez que poderoso. Debía ser un gran felino, como YoonGi.
- Muy bien, señor Kim. - El padre de TaeHyung revolvió los cabellos de su hijo.
- No sabes lo tranquilo que me siento sabiendo que tú y los otros dos alfas rondais cerca de mi TaeTae. - Aseguró el hombre. - ¡Cariño, vamos a llegar tarde a la sesión fotográfica y la madre de este muchacho nos va a matar. - Dijo con una sonrisa mirando a YoonGi.
- Ya bajo. - Decía mientras se oían resonar los taconer por toda la planta de arriba de un lado a otro.
- Juro que le diré a la señora de Jeon que ha sido culpa tuya.
- ¡Ay no! - Exclamó mientras bajaba las escaleras. Era una omega espactacular. Aún con prisa y bajando las escaleras con lis tacones más altos que JiMin había visto nunca, sus movimientos eran elegantes. Era realmente hermosa. Viendo a sus padres, se entendía como TaeHyung era tan atractivo. - No te ofendas, YoonGi cielo, pero tu madre da bastante miedo cuando se enfada.
- A mí me lo va a decir, señora Kim. - Respondió YoonGi. - Si hubiera podido ser alfa, sería terrorífico. El padre de TaeHyung rió bajo.
- Un beso, mi bebé. - Dijo mientras le cogía el rostro y le dejaba una fuerte marca de carmín en la mejilla. - Llegaremos tarde. Pasadlo bien, niños.
- Pero no os desmadreis demasiado. - Habló el señor Kim con su profunda voz mientras sostenía la puerta para que saliera su esposa. La casa quedó en silencio unos segundos.
- Siempre son tan... - JiMin no supo terminar la frase.
- ¿Ruidosos? - Completó TaeHyung. - Sí.
- ¿Y los dos son gatos? - Cuestionó intrigado.
- Mi madre sí. Mi padre es un guepardo.
- ¡Oh! No sabía que vuestros padres trabajaran juntos. - Preguntó JiMin a sus amigos.
- Mi madre es la directora de la agencia de modelos con la que los Kim trabajan a menudo. - Explicó YoonGi. - También trabaja en las fotografías de las campañas políticas del padre de NamJoon. Por eso nos conocemos hace tiempo los tres.- Yo también he modelado alguna vez. - Recordó TaeHyung. - Es divertido. - Sonrió mientras le tendía una revista que había en el mueble de la entrada. El chico de la foto en la portada era TaeHyung, pero no era el chico adorable, y de aspecto casi bobo, al que él conocía. El chico de la foto no parecía un indefenso e infantil omega, sino todo lo contrario. Tenía toda la pinta de ser un chico malo, un alfa que te dejaría a su merced con una mirada.
- ¿Cómo es posible que sea la misma persona? - Dijo mientras miraba a TaeHyung y a la foto alternativamente. TaeHyung le sonrió con cara bobalicona. Vio a YoonGi encogiéndose de hombros.
- Es uno de sus talentos ocultos. - Asumió. - Yo me voy ya. Acuérdate de que mañana hay partido Tae, no te quedes dormido. - TaeHyung asintió con su sonrisa habitual. - Y tú descansa bien. ¿Me has entendido? - Sonaba más como una orden que como una sugerencia, así que JiMin se apresuró a asentir efusiva y rápidamente. - Bien. Hasta mañana, mocosos.
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Like Cats and Dogs. |YoonMin| |Omegaverse|
FanfictionLa sociedad está dividida entre aquellos que intentan demostrar que la convivencia entre felinos y cánidos es posible. Para ello, jóvenes híbridos, alfas y omegas de distintas especies, descendientes de las familias más influyentes del país se conce...