Like Cats and Dogs. |YoonMin| |Omegaverse|

Maullido

- ¿Qué llevas puesto, gatito? - Preguntó HoSeok inmediatamente sin saber muy bien como iniciar aquel juego.

- Sólo una camisa larga blanca y unos boxers negros, Hyung. - Respondió sin dudar. HoSeok se mordió el labio de excitación únicamente por imaginarse la escena.

- Siempre tan sensual. Con toda la piel de tus piernas al aire. - La voz del lobo empezó a sonar más grave y profunda de lo normal, lo que erizaba la piel de TaeHyung. - Acaricia tus piernas, cariño. Imagina que soy yo quien lo hago. - TaeHyung se acomodó en su cama y aceptó la sugerencia de su alfa gratamente. Cerró los ojos y se dejó llevar, hipnotizado por la voz de Hoseok. - Tu piel es tan suave. Tu olor tan dulce. - El lobo empezó a oír la respiración algo más fuerte de TaeHyung al otro lado del teléfono y sonrió satisfecho. - Eres tan perfecto. ¿Por qué no desabrochas un par de botones de tu camisa y dejas a la vista ese hermoso cuello y tu pecho? - HoSeok podría haberle dicho que se quitara la camisa entera. Igualmente él no estaba allí para verlo, pero el instinto de omega de TaeHyung podía interpretarlo de forma negativa.

- Vale, Hyung. - TaeHyung debía tener el móvil sobre su pecho, quizá en manos libres, pues seguramente estaría sólo en su gran casa, porque podía oír todos sus movimientos. - Ya está. ¿Ahora qué? - Se notaba ansioso. 

- Acaricia tu cuello, precioso. Mantén la cabeza atrás. Tu fino cuello, tu pecho. Baja hasta acariciar tus pezones. - Lo pidió el lobo muy despacio, imaginando cada una de sus acciones. - Tienes un cuerpo tan hermoso.

- No puede verme, Hyung. - Se quejó TaeHyung divertido.

- Pero me lo imagino. - Rió suavemente.

- No quiero que luego se decepciones. - Advirtió el gato.

- Eso es imposible, mi vida. - Aseguró el mayor. - Sigue acariciandote. Siente como mis manos no dejan de pasar por tu suave piel. Frota bien tus pezones ahora, gatito. - TaeHyung lo hizo y su respiración se hizo un poco más fuerte, pero HoSeok notó, sólo con su sonido, que no era suficiente para él. - No son tu punto débil, ¿verdad, amor?

- La verdad no, Hyung. - Admitió TaeHyung.

- No me digas cuál es. Déjame descubrirlo a mí cuando estemos juntos. 

- De acuerdo, Hyung. - Dijo el gato. - Hyung. Quiero que también se sienta bien para ti.

- ¿Qué te gustaría que hiciera?

- Quítate la ropa, Hyung. - Propuso directamente.

- Si mi gatito así lo quiere. - Al otro lado del teléfono, HoSeok tiró el móvil a la cama e hizo un escándalo sólo para quitarse la ropa rápidamente, lo que hizo a TaeHyung reír. 

- Ya está. - Dijo al tener de nuevo el móvil en la mano. - ¿TaeHyung, es cierto eso de que los gatos gritáis mucho cuando gemís?

- Sabes que mi voz es normalmente grave, pero mi tono cambia completamente cuando me excito, Hyung. - Se avergonzó. - Espero que no te moleste.

- ¿Molestarme? Va a ser delicioso escucharte, gatito. - Aseguró el lobo. - ¿Pasamos a algo más fuerte, mi vida?

- Sí, Hyung. Lo estoy deseando. - Admitió.

- Acariciaté por encima de la tela. - TaeHyung llevó la mano a su entrepierna rápidamente y empezó a tocarse. HoSeok hizo lo mismo.

- Mmm... No es justo. - Gimió suave. - Usted ya no tiene el boxer. - Se quejó.

- Sólo un poco más, cariño. - Pidió HoSeok. - No quiero que sea demasiado rápido. Así te será más duradero y dulce. - HoSeok tenía experiencia de sobra y la resistencia era su fuerte. TaeHyung no tendría esa habilidad aún.