Hyung... me siento raro.

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Cuando quiso darse cuenta, los brazos del tanuki estaban colgando de su cuello y su hocico estaba hundido en el hueco entre el hombro y el cuello, donde el olor de todo híbrido era más intenso.

- Hyung... - Jadeó JiMin en el oído de YoonGi. - Huele muy bien. - JiMin buscaba la forma de estar incluso más pegado al cuerpo de su Hyung, pero le estaba siendo difícil en esa posición y, de no ser YoonGi mucho más fuerte que JiMin, ya le habría derribado y dejado tumbado en el suelo. YoonGi rodeó la cintura de JiMin con cuidado de no rozar su vientre. Los omegas eran, lógicamente, muy recelosos con sus vientres, pues es donde albergarían a sus cachorros en el futuro. YoonGi no sabía si JiMin sabía eso conscientemente, pero su instinto sí lo sabría y le daría un zarpazo o un bocado si al rozarle el vientre lo interpretaba como una amenaza a su fertilidad. Le levantó con cuidado y JiMin enroscó sus piernas en la cadera de YoonGi, eso habría sido más que suficiente para descontrolar al YoonGi del pasado. Lo hizo sentarse en uno de los pupitres, pero JiMin no dejó de estar completamente enredado en su cuerpo. Ahora sus cuerpos estaban realmente cerca, lo que hacía que si uno de los dos se movía más de la cuenta sus entrepiernas se rozarían con sus cuerpos. YoonGi no estaba dispuesto a hacer que JiMin se sintiera incómodo de esa forma, así que se mantuvo muy quieto. Sentía como JiMin aspiraba su aroma con necesidad y restregaba su nariz en su cuello jadeando y gimiendo de la agradable sensación. JiMin estaba dando rienda suelta a su instinto, pero mientras no sobrepasase esa línea, YoonGi se controlaría. El mayor mantenía los ojos cerrados e intentaba respirar con calma. Se aferraba a la tabla de la mesa y se concentraba en no pensar demasiado en la situación en la que estaba. Podían aguantar así, pronto el tanuki se calmaría y podría hablar con JiMin más calmadamente y llevarle con Jin a la enfermería. La presencia de otro omega aliviaría la situación, pues el instinto de ambos era tener intimidad en ese momento. Si no la tenían, su instinto se apaciguaría y JiMin podría sobrellevarlo mejor. Incluso, quizá podría convencerle de que tomara supresores ahora que sus padres no estaban, pues para YoonGi, sufrir de esa manera sin motivo, no era necesario. Sí, tenía que conseguir llevarlo con Jin, era la mejor opción. Sólo necesitaba que JiMin estuviera un poco más calmado. Sólo un esfuerzo más, sólo momento más manteniendo su mente despejada.

Había muchos motivos por los que YoonGi no cedía al instinto y le enseñaba a JiMin el placer que podía obtener de aquella situación. Primero, porque JiMin era su amigo, no su pareja. Segundo, porque, aunque quisiera mantener cualquier tipo de relación carnal con él, JiMin no era más que un mocoso que no sabía nada. La razón más importante era su padre, siempre su padre. No quería ser como él. Se había obligado a aprender a controlarse para jamás causarle a nadie tanto dolor como su padre le había causado a él. Nunca dejaría que JiMin pasara por lo que su madre pasó, y mucho menos por su culpa. Él no era su padre. Era un tigre de Bengala. Solitario, gruñón y estúpido. Era muy consciente de ello. Pero no era su padre. No era un violador. Mantendría la calma. 

- YoonGi-Hyung. - Gimió JiMin. - Hueles bien. - Que hablara estaba bien. Significaba que JiMin estaba recuperando su conciencia y dejando a un lado la de su animal. - Huele... - JiMin mantuvo el cuello de YoonGi entre sus manos. Lo acariciaba y manoseaba mientras no dejaba de frotar su nariz contra la piel de YoonGi. El mayor apretó más sus manos en la madera para mantenerse sereno. - Huele a tierra mojada, Hyung.

- Lo sé, mocoso. - YoonGi hizo vibrar a JiMin con su risa. - No es la primera vez que me lo dicen. - No era la primera vez que YoonGi se encontraba en una situación así. En otras palabras, YoonGi hacía mucho que había dejado de ser virgen. Cuando consideró que era demasiado mayor para que su madre fuera la única que cuidara de él durante su celo, a los 15 años, descubrió la manera de encontrar parejas con las que sofocar sus necesidades, de vez en cuando. Varios jóvenes, en una situación similar a la suya, le habían dicho que su aroma era el de la geosmina, una sustancia química que las bacterias de la tierra liberan cuando esta se humedece. Lo que se conoce como olor a tierra mojada, a lluvia. - ¿Te gusta el olor de Hyung? - JiMin gimió en asentimiento.

Like Cats and Dogs. |YoonMin| |Omegaverse|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora