Like Cats and Dogs. |YoonMin| |Omegaverse|

Opiáceos

- ¡Capitán YoonGi-Oppa! - Gritó Shina corriendo hacia el grupo de chicos justo antes de que terminara el receso. - El señor Phen ha dicho que no va a poder venir como entrenador al partido del sábado. ¿Vendrás usted, YoonGi-Oppa? - El tigre aspiro aire pensandoselo alto molesto. A JiMin no le gustaba que se lo pensase si quiera. No sabía hasta que punto estaban relacionados Shina y YoonGi, pero no la quería demasiado cerca. - Por favor, Oppa. - ¿Cómo volviera a llamar Oppa a su Hyung iba a darle un bofetón. El tanuki agitó su cabeza sorprendido de su propio pensamiento. ¿Desde cuándo era tan agresivo?
- Supongo que sí puedo. Pero más os vale compensarme por tener que madrugar.
- Vale, le invitaremos a comer. - Aseguró la omega sonriente.
- ¿Cómo iban a invitarme a comer un grupo de dongsaens omegas? - Rió. - Más os vale ganar. Con eso me conformo.
- Gracias, Oppa. Adiós. - Dijo alegre y salió corriendo en dirección a su clase.
- YoonGi-Hyung. - Habló HoSeok. - Recuerdas que te dije que el partido del sábado de las chicas es contra el colegio al que van mis hermanos, ¿verdad? - YoonGi se paró en seco y un escalofrío le recorrió el cuerpo.
- Lobos. - Pronunció casi con desagrado. - No te ofendas, Hope, pero sois una plaga. Os reproducís como conejos.
- Eso no es verdad. - Replicó. - Es sólo que nuestro sistema de manada es más eficiente que el de otros cánidos. Y por supuesto más que el de los felinos. Los cachorros son patrimonio común de la manada. Todos se crían juntos, por lo que podemos críar más.
- Conejos. - Apoyó TaeHyung. Algo malo se revolvió dentro de HoSeok al oír el inofensivo comentario de su amigo omega. Los lobos estaban acosrumbrados a vivir en manadas y familias grandes que abarcaban varias familias, algo inconcevible e incómodo para los felinos. - Los tanukis viven en parejas, los zorros son más bien solitarios. Los lobos queréis dominar el mundo con vuestra progenie.
- ¿De que hablas? No es así. - Se quejó.
- ¿Por eso la señora Jung vuelve a estar embarazada? - Aseguró Jin riendo.
- ¿Vas a tener un hermano, HoSeok-Hyung? Enhorabuena. - El lobo sonrió agradecido. - Yo siempre quise tener un hermano pequeño.
- No te pierdes nada. Son un coñazo. - Aseguró el tigre llevandose un golpe en el hombro por parte de su hermano menor. - Igualmente ya no es una gran noticia. - Opinó YoonGi. - Pasa cada dos años desde que le conocemos. - Aseguró. - Dile a tus padres que corten el grifo. Que contando con el que viene ya tienes siete hermanos pequeños. - JiMin abrió los ojos como platos. ¿Cómo sería tener ocho hijos? - Reconoce que ni si quiera sabes cuales de los cachorros son tus hermanos y cuales tus primos.
- Eso me pasaba cuando tenía diez años, Hyung. Ya no. - Aseguró. - Y no es tan fácil como parece.
- La cuestión es que los lobos tienden a tener tantos hijos como puedan mantener según su economía. - Explicó NamJoon.
- Yo no me imagino tener tantos cachorros. - Alegó TaeHyung acariciando su vientre. HoSeok torció el gesto molesto por el nuevo comentario. YoonGi lo percibió. Sabía lo que su amigo sentía por TaeHyun y sabía que el gato, aunque presentado, vivía demasiado en su tonto mundo propio como para percibir nada. Igualmente, sabía que HoSeok no se confesaría por miedo a ser rechazado por TaeHyung, pero sobretodo, por miedo a que le dijera que sí y tener que ocultar una relación así a su padre. Él no lo entendería y jamás lo aceptaría, así que, HoSeok se había resignado a sufrir aquello en silencio, torturandose al tenerle tan cerca y al mismo tiempo intentando disfrutar inocentemente de su compañía. Había intentado de todo para verle sólo como un amigo. Haciendo, incluso, que YoonGi le ayudara creyendo que, si lo que le atraía de TaeHyung era algo sólo físico, podría calmar sus deseos con otra gente. YoonGi había accedido a introducirle en sus prácticas sexuales. Le enseñó adecuadamente a cómo comportarse como un dominante. Pero, aunque HoSeok reconoció que era, en cierto modo, excitante. No funcionó. Esas cosas no eran para el lobo, que quería una pareja estable a la que mimar y amar como a un igual en todo momento. Tampoco sirvió para quitarse de la cabeza a TaeHyung, al cual ya había aceptado como su condena personal, y por lo cual recibía, con gran aguante, todo el daño que este le produjera, incluso cuando él exponía su rechazo a tener demasiados hijos, tal y como a HoSeok le decía el instinto. El tigre, tosto aunque empatizando con su amigo, intentó zanjar el tema rápidamente.
- La cosa es que vamos a dar una paliza al instituto de tus hermanos el sábado en el partido.

- Recordad que la semana que viene tendremos una excursión a las cabañas del bosque del norte. Nos servirá para llevar a cabo dinámica en grupo que fortalezcan vuestros lazos con otras especies. - Quitando a nuestro singular grupo de estudio, creado más por casualidades y marginaciones que por cualquier otra cosa, muchos de los demás alumnos del instituto, aunque no todos, tendía a agruparse en grupos similares o andar en solitario. Lo cual, no era el objetivo del instituto de integración. Razón por la que se llevaban a cabo estas excursiones que, para el grupo mixto de amigos, eran más bien tres días de vacaciones en las montañas. Por otro lado, JiMin estaba ansioso por ir, pues, después de haberse quedado a dormir con TaeHyung y JungKook quería experimentar como sería pasar unos días todos juntos. Especialmente con YoonGi. Aún no sabía muy bien que significaba lo que había pasado días antes en el baño de la planta de arriba. No sabía como debía sentirse o como considerar a su Hyung a partir de ahora y estaba deseando averiguarlo. Sabía que el tigre sentía algo por él, sabía que, aquello que sentía, no lo había sentido por ninguna otra persona. Eso era suficiente para empezar. Aún nadie tenía muy claro si lo de estar destinados el uno para el otro era real, pero, por si acaso, le habían dicho que no lo mencionara fuera del grupo. - JiMin. - Le habló la profesora sacándole de sus pensamientos. - ¿Podrías llevar estos papeles a la secretaría? - Le pidió. El tanuki hizo lo que le pidió inmediatamente.
Al doblar la esquina entró en el pasillo donde estaba la clase de ultimo curso y vio a YoonGi y a NamJoon sentados uno en frente del otro. Creyó que les habrían echado de clase, pero esa no parecía la situación.
- No entiendo por qué no quieres que llame a Jin-Hyung. - Dijo YoonGi mientras mantenía una mano en la nuca del león dándole un masaje.
- Porque no voy a ponerle en una situación así en su trabajo. - Aseguró mientras abría una bolsita de plástico y sacaba algo de ella. Sus movimientos eran torpes y su voz se oía lenta, como si estuviera borracho. No tardaron demasiado en percibir la presencia del cánido y le miraron.
- De verdad que tienes un imán para los problemas, mocoso. Ve a clase. - Habló YoonGi con voz autoritaria, lo que hizo que NamJoon le golpeara en el brazo sin fuerza ninguna.
- No le hables así, Hyung. - Parecía muy adormilado. YoonGi le quitó de sus torpes manos lo que NamJoon había sacado de la bolsa, sin dejar de masajear su nuca. - Estoy bien, Hyung. - Aseguró y YoonGi confió en él incluso como para poner a su omega en una situación peligrosa.
- Ven aquí, dame la mano. - Le dijo tendiéndole la suya y llevando ambas a la nuca del león. - No dejes de moverla como yo antes. - No lo dudó. Dejó los papeles en el suelo e hizo lo que le dijo el alfa, aunque no sabía para que. JiMin no tenía necesidad de saber esas cosas si era YoonGi quien se las pedía. El tigre agarró con fuerza lo que tenía en la mano y lo clavó con firmeza sobre el muslo del león, quien ni si quiera se movió. Parecía casi completamente dormido. JiMin se dio cuenta entonces que los que tenía el alfa en la mano era una jeringa. YoonGi frotó la zona donde la había clavado. NamJoon parecía estar débil y JiMin pensó que podría ser una inyección de insulina, pero no tenía conocimiento de que su amigo fuera diabético
- ¿Estás bien, Hyung? - Le preguntó. Y al no obtener respuesta se dirigió al tigre. - Creo que no está funcionando, YoonGi-Hyung.
- Eso es porque aún no has soltado su nuca. Lo estás dejando dormido, tonto. - JiMin le soltó inmediatamente y NamJoon sólo tardó medio minuto en desperezarse del todo de nuevo. El tanuki arrugó su entrecejo confundido. - ¿Tus padres no te hacían eso para dormirte cuando eras pequeño? - JiMin se encogió de hombros, no entendía nada.
- Cuando los cachorros de felinos y cánidos tienen que ser transportados, sus padres los cogen de la nuca y eso les hace liberar opiáceos endógenos que les adormecen. - Explicó NamJoon ya despierto.
- Es lo mismo para los híbridos. Cuando masajeas su nuca por un rato se quedan anestesiados hasta que dejas de hacerlo. - Concluyó YoonGi. - Y como el gran y fiero león tiene miedo a las agujas. - Se burló. - Pues es mejor así.
- ¿Y para que sirve la inyección?
- Son supresores. Actúan más rápido así que en pastillas así que es la mejor solución para grades alfas. - Explicó de nuevo el león, - Por eso, YoonGi-Hyung no quería que te acercaras. - Dijo mientras se levantaba.
- Mi papá alfa me compró unos que son como caramelos. - Anunció divertido. Pero a YoonGi no le agradó tanto la idea.
- ¿Supresores naturales? - Dijo con asco. - Yo los tomaba cuando no podía tomar los normales y no me hacían nada. Sólo calmaban un poco el dolor. - JiMin les observó un poco preocupado.
- No es lo mismo, Hyung. Tu celo de tigre es mucho más fuerte que el de un tanuki. - Aseguró. - No te preocupes, pequeño. Servirán. - Le calmó. - Por cierto, Hyung. ¿Tu celo será durante la excursión, verdad? - El tigre asintió. Ya no era problema lidiar con su celo en cualquier situación. - ¿Y el tuyo, JiMin?
- Empezará dos días después de que regresemos? - Dijo YoonGi más que convencido. Después del accidente de la primera vez se aseguraría de llevar la cuenta. - No te montes películas, Monster y volvamos todos a clase.

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