Perlas, fantasías y sueños

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JiMin se volvió a acercar a su rostro y acarició la nariz del alfa con la suya. YoonGi se quedó quieto observando las acciones cariñosas del omega. JiMin siguió acomodándose y repartiendo besos por el rostro y cuello del tigre. Se relajó en el asiento y se dejó hacer. Permitió que el omega curioseara su cuerpo y le mimara. Acariciaba su torso por debajo de su camiseta. Quiso subir la intensidad de sus actos y se acomodó en las piernas de su Hyung frotándose sutilmente sobre su miembro.
- Te he dicho que hoy no, mi pequeño. No me vas a hacer ceder. - Dijo sin abrir los ojos. JiMin detuvo todos sus movimientos.
- Hyung siempre me deja con las ganas. - Se quejó como un niño pequeño. - Es cruel.
- Lo sé y lo siento. - Aseguró. - Pero es que me gusta mucho verte así de deseoso por tenerme dentro tuyo. - JiMin se moría de vergüenza cuando YoonGi decía aquellas cosas con total naturalidad. - Yo también estoy ansioso por tomarte. Y tengo muchas cosas bonitas pensadas para ti, si aceptas finalmente mi entrenamiento. - JiMin ya había aprendido lo que YoonGi quería decir con "cosas bonitas" - Pero quiero que sea especial. - Explicó. - Pequeño, ¿te has tocado pensado en mí? - Preguntó de repente. JiMin escondió su rostro en el cuello del alfa avergonzado. No fue su intención dejar su oído junto a la boca de su Hyung. - Yo sí me he masturbado pensando en ti, mi niño. - Admitió. - Casi cada día. Incluso si rechazas el entrenamiento como sumiso tengo muchas ideas para hacer gemir mucho y muy alto a mi pervertido y ansioso omega. - JiMim se retorcía de gusto sólo por sus palabras. - Si me prometes que te contendrás, te enseñaré algo que te gustará. - JiMin se incorporó asintiendo.
- Vale, Hyung. Prometo que me estaré quieto.
- Bien. Saca una cajita negra de la guantera. - JiMin obedeció y le entregó la cajita. El tigre la abrió y JiMin vio que había un pendiente con una perla pequeña en su interior. No entendía nada. - Cierra los ojos. - Los cerró y sintió a YoonGi moviéndose un poco bajo él. Notó un dedo del alfa sobre su labio inferior. - Abre la boquita, pequeño. - El tanuki obedeció y sintió como el dedo de YoonGi acarició su lengua haciéndole cosquillas. Luego acercó sus rostros y lamió los labios y la lengua de JiMin. Empezó un beso y el omega le correspondió gustoso. Entonces JiMin sintió el elemento extraño sobre la lengua de YoonGi.
- Tiene un piercing en la lengua, Hyung. - Comentó lo obvio.
- Así es. Pero sólo lo uso para este tipo de cosas. Ves la perla blanca. - Dijo sacando la lengua. - No es un piercing cualquiera. Esa es una perla de placer. Es un afrodisíaco y se va cambiando cuando se gasta. Aumenta la sensibilidad de la piel que toca. - Explicó. - Acércate y bésame, pequeño, te va a gustar. - Jugaron con sus lenguas por un par de minutos y JiMin empezó a sentir los efectos. Con el más mínimo roce se sentía extasiado. Podía notar cada milímetro de la lengua de su Hyung. Quería más de él. Más contacto, pero había prometido no moverse. A cada instante, suaves gemidos empezaron a salir de su boca.
- Hyung. - Dijo en tono de suplica. - Déjeme acariciarle.
- Está bien, mi bebé. - YoonGi volvió a acomodarle sobre él un poco más cerca y sobó su espalda por debajo de la camiseta. También acarició sus muslos, centímetro a centímetro. JiMin, por su parte, acariciaba el pecho del tigre, enredaba sus brazos en su cuello y sus dedos en su suave pelo. Estuvieron así bastante tiempo aumentando cada vez más la sensación hasta que YoonGi decidió que, si seguían así, no podrían parar. No paró de golpe. Fue bajando la intensidad del beso de a poco. Guardando cada vez más su lengua. Acabando con pequeños besos. JiMin le sonrió. Había pasado de lo excitante a lo dulce sin que casi lo notara, sin dejarle sediento. - Abre la boquita. - Volvió a pedirle. Acarició de nuevo la lengua de JiMin suavemente con su dedo. Ya no eran sólo cosquillas normales. Era tremendamente agradable. Hasta el punto de que cerró los ojos para disfrutarlo un instante más. YoonGi cubrió su boca con una mano, se quitó el piercing con la otra y lo guardó. - ¿Te ha gustado? - JiMin asintió. Estaba calmado y feliz. La ansiedad había bajado, por el momento. - ¿Te imaginas cómo hubiera sido si la hubiera usado el otro día? Todo tu cuerpo con la sensación que has tenido en la lengua. Aumentar incluso la sensibilidad de tu miembro. - El tanuki sonrió tímido.
- Creo que se habría sentido muy bien. - Dijo sonrojado. - ¿Siempre usa esto, Hyung?
- No, JiMin. - Habló serio. - No se debe usar durante una sesión de D/S.
- ¿Por qué? - Quiso saber.
- Porque funciona nublando los sentidos. Similar a una droga, pero no causa adicción. En una sesión se D/S tanto dominante como sumiso han de estar en plenas facultades mentales. Siempre. - Le advirtió. - ¿Entiendes por qué?
- Puede ser peligroso, ¿verdad? - YoonGi asintió.
- El dominante tiene que poder parar siempre que su sumiso lo necesite inmediatamente. Y un sumiso tiene que ser capaz de pedirle a su dominante que se detenga.
- Usando una palabras de seguridad. - Dijo de repente JiMin sorprendiendo al tigre.
- ¿Eso también lo has aprendido en la película? - JiMin asintió. YoonGi abrió la puerta del coche e hizo bajar al tanuki de su regazo. - Vamos a dar un paseo. El aire de ese coche ya está demasiado contaminado por nuestro aroma. Me está adormeciendo. - Aseguró. JiMin se colocó su abrigo y empezaron a caminar. - ¿Qué más aprendiste buscando por internet?
- Vi una página que hablaba de las fantasías más comunes. - Yoongi estaba divertido de conocer la versión del sexo de una mente tan dulce como la del tanuki.
- ¿Y qué encontraste? ¿Algo interesante? - Preguntó.
- Hablaba del exhibicionismo y del voyeou...vouye...
- Voyeurismo. - Le ayudó el tigre. - Excitarse viendo como otro tiene relaciones. Es como ver porno en directo.
- Eso puedo entenderlo un poco. - Reconoció. - Pero también hablaba mucho de los tríos. ¿Por qué alguien querría dejar que su pareja lo hiciera con otra persona?
- Se trata de participar los tres. Es bastante excitante. Pero cuando un dominante está con dos sumisos tiene que poner el doble de atención. No es fácil del todo. - JiMin paró en seco.
- ¿Tú lo has hecho? - Preguntó sorprendido. YoonGi rió.
- Llevo en esto desde los 16. Lo he probado casi todo. - JiMin le miró con el ceño fruncido.
- ¿Incluirías a un tercero entre nosotros? - YoonGi lo pensó un momento.
- Quizá me gustaría probarlo. - Se encogió de hombros. - En una ocasión o dos. Pero no con otro alfa. - Aseguró con firmeza. - Sólo yo puedo tomarte. - La idea de entregar a su pareja a otro alfa le era inconcebible.
- Yo tampoco quiero a otro que no seas tú. - Admitió JiMin. - Pero tampoco me gusta la idea de que tu estés con otro omega. - Bajó la cabeza entristecido. YoonGi se colocó detrás suya y le abrazó.
- No malinterpretes mis palabras, pequeño. Yo ni quiero ni deseo a otro que no seas tú. El trío es un acuerdo mutuo entre una pareja y otra persona que puede ser momentáneo. No lo desearía por querer acostarme con otro, sino por disfrutar juntos de otra manera. - Intentaba explicarle, no convencerle. - Pero si tú no lo quieres, yo ni me lo plantearé. - Se acercó a su oído. - No ves que yo ya sólo tengo pensamiento para ti. - JiMin se regocijó con el calor que desprendía su alfa. Quería aprender más sobretodo aquello. Quería experimentarlo con él y evolucionar.
- ¡Oh! Casi lo olvido. - Exclamó el tanuki. - Mañana haré mi ceremonia de adulto. Seré un omega presentado a ojos de los dioses. - YoonGi no sabía mucho del tema, pero JiMin parecía entusiasmado con la idea. Debía ser importante para él.
- Te preguntaría si puedo ir, pero creo que tus padres me echarían. - JiMin rió.
- No puede ir, Hyung. Nadie puede. - Aseguró. - Es una ceremonia privada de uno mismo con los dioses. Y con el sacerdote que sirve de enlace. ¿No tuvo su ceremonia, Hyung? - YoonGi negó. - No sabe mucho de los dioses, ¿verdad?
- Más o menos lo que tú sobre sexo, mocoso. - Contraatacó divertido.
- Cuando yo sea sacerdote, ¿me dejaría oficiar su ceremonia, Hyung? - YoonGi se encogió de hombros.
- Yo no creo mucho en eso, pequeño. - El tigre cogió la mano del omega y continuó caminando. JiMin había imaginado ese momento. Había pensado que se moriría de vergüenza, pero nada más lejos. Era muy natural. Como si llevaran toda la vida preparándose para ello y no había dudas ni nervios. Para YoonGi no era la primera vez que daba la mano a una de sus parejas pero nunca lo había sentido tan simple y sincero.
- Me gustaría que probara algo de lo que yo conozco bien, Hyung. - Le propuso JiMin. - Quizá le ayudaría a estar más en sintonía con su animal interior.
- Supongo que... si tu estás dispuesto a conocer mi mundo, yo debo estar dispuesto a conocer el tuyo. - Opinó YoonGi. JiMin sonrió y le abrazó agradecido. Era una prueba más de que sus sentimientos no eran unidireccionales.
- ¿Por qué quieres ser sacerdote? - Le preguntó. El tanuki le miró sin comprender su pregunta.
- Soy un tanuki. Es lo que hacemos. - YoonGi se separó.
- Eso no tiene porque ser así. Tú puedes hacer lo que quieras. - Le aseguró.
- Pero yo quiero hacer eso. Llevo mucho tiempo estudiando y preparándome. De verdad lo quiero. - Dijo convencido.
- Sí es así. - Aceptó y siguieron caminando.
- ¿Y tú, Hyung? - Preguntó. - ¿Que quieres hacer después del instituto? - YoonGi aspiró sonoramente pensando su respuesta.
- No lo sé. Supongo que algo relacionado con la música. - Dijo. - Sería lo que más me gustaría, pero es muy difícil. No todo el mundo puede vivir de eso.
- No tenía idea de que le gustaba la música, Hyung. - Estaba sorprendido. Nunca imaginó algo así.
- Bueno, mi madre es artista. Siempre ha potenciado esa faceta de mí y de Kookie. - Le explicó. - El cachorro es muy buen dibujante. - JiMin se arrepentía de no haber investigado la habitación de su Hyung cuando estuvo en su casa.
- Seguro que consigue lo que se proponga, Hyung. - Su sonrisa era sanadora para el tigre. Le abrazó y le mantuvo contra su pecho.
- Mi omega. - Susurró encantado.
- Mi alfa. - Murmuró mientras frotaba su rostro contra la clavícula del tigre.

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Like Cats and Dogs. |YoonMin| |Omegaverse|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora