Aquello ya fue demasiado para JiMin. Estaba en su sexto mes de embarazo. Sabía que, esos días, YoonGi estaba pasando su celo, y esas últimas dos noches no había ido a dormir a la casa que los siete miembros de la manada compartían. No lo podía creer. La primera noche le dijo que tenía mucho trabajo y que se quedaría allí a pasar la noche. La segunda, ni si quiera dio explicación alguna. Simplemente llamó para decirle que no iba a poder ir. JiMin se pasó la noche llorando. Su alfa no había venido a pasar su celo con él. No entendía porqué. Hacía dos meses, habían pasado el celo de YoonGi de forma extraña. A penas le había tocado. El propio JiMin tuvo que incitarle cuando vio que el tigre despertaba con una voluptuosa erección. Se había frotado contra él. Había acariciado su miembro y, aún así, YoonGi se había resistido a sus acciones. Le había dicho que no era necesario, que tomaría sus supresores y estaría bien. JiMin se había extrañado, ¿desde cuándo YoonGi ponía impedimentos para tener sexo? Sin embargo, en ese momento no le dio importancia y pensó que estaría adormilado o con demasiadas cosas que pensar sobre el trabajo. Simplemente se acercó más aún y empezó a masturbarle con más sinuosidad, lamiendo el cuello de su alfa.
- No se preocupe, Hyung. - Le dijo. - Yo me encargaré de su problemita. Sólo relájese. - Excitado por celo y por la estimulación que le ofrecía su apetitoso omega, no tardó en dejarse hacer. Antes de correrse en su mano, YoonGi se apartó un poco y le abrió las piernas. Eso agradó a JiMin, porque creyó que le haría suyo. La verdad era que YoonGi y JiMin solía tener numerosos encuentros sexuales y siempre estaban más que gustosos de practicar sexo, pero, en esos meses, desde que habían salido de el hospital, desde que iban a ser padres, YoonGi a penas le había hecho el amor y mucho menos le había dominado como a ellos les gustaba. Pero aquel día, al final, y para la decepción del tanuki, tampoco le tomó. Después de abrir sus piernas se dedicó a practicarle una felación muy placentera, pero suave y lenta, hasta que JiMin no aguantó más y eyaculó en la boca del alfa. No pudo decir que no lo disfrutó. Gimió como si fuera él mismo el que estuviera en celo, pero no era exactamente lo que él esperaba. Anhelaba tener a su alfa en su interior. Justo después, YoonGi terminó de masturbarse a sí mismo y se corrió. Le dio un dulce beso a JiMin y se fue a la ducha. Todo era extraño. YoonGi solía ser comunicativo y extenso en sus prácticas sexuales, ahora estaba siendo distinto. JiMin, llorando en su cama y recordando aquella mañana, estaba buscando una razón de por qué, en esa ocasión, YoonGi ni siquiera había ido a casa y no había pasado su celo con él. Miró su vientre, ya se notaba bastante, ¿sería que ya no le veía atractivo por estar gordo? ¿Se habría cansado de él y se habría buscado a otro para saciar su apetito sexual? Acarició su vientre abultado.
- No sé que le pasa a tu padre, mi cachorro. - Le habló con cariño y los ojos llenos de lágrimas. - Pero yo no te dejaré solo. Yo jamás te abandonaré.YoonGi llegó a la casa cuando eran las 12 del medio día del sábado. Suerte que tenía un horario flexible y la mayoría de las veces podía repartirse las horas de trabajo como él quería. Había pasado toda la noche en el estudio componiendo y no le había salido nada de lo que quería. ¿Cómo iba a componer nada si no podía pensar con la cabeza? Sólo podía pensar con la entrepierna, pues estaba en pleno celo. Aún con los supresores, había tenido que ir masturbarse al baño unas tres veces. Suerte que como era de madrugada no había nadie trabajando en toda la planta del edificio donde él estaba.
Vio a la mayoría de su manada desperdigados por la cocina y el salón.
- ¿Dónde están JungKook y JiMin? - Le preguntó a Jin, que estaba ya preparando algo para la comida. Suponía que estarían juntos en una de las habitaciones o algo así.
- JungKook ha ido a casa de YuGyeom. Y JiMin está en la habitación. No ha querido salir de la cama hoy. Ni siquiera a desayunado. - YoonGi entrecerró los ojos. - Ya sabes... Los cambios hormonales le tienen alterado. Seguro que solo está algo tristón. Se le pasará. - Opinó el omega de zorro sin poder saber lo que estaba pasando realmente. El tigre entró en la habitación que compartía con el tanuki y le encontró hecho una bolita entre las sábanas. Le sorprendió limpiándose las lágrimas fingiendo que no estaba llorando.
- ¡Eey...! - Dijo con voz cálida acercándose a la cama de matrimonio. - ¿Qué ocurre, mi vida? ¿Por qué lloras? - JiMin se dio la vuelta en la cama para no mirarle. - Cariño, ¿qué te pasa? - YoonGi se sentó lentamente en la cama sin obtener respuesta. Extrañado, alargó la mano para ponerla en la cintura del omega.
- No me toques. - Dijo de repente, quitando la mano del alfa de su cuerpo. YoonGi se sorprendió sobremanera. Se levantó de la cama y la rodeó para poner mirarle al rostro.
- ¿Te encuentras bien, JiMin? - Empezaba a estar preocupado. - ¿Te duele algo? - El tanuki escondió la cabeza debajo de las sábanas para que no pudiera verle de ninguna de las maneras. - Estás empezando a asustarme. - Admitió. - Dime que te ocurre. - Pidió con algo más de dureza en la voz. JiMin podía haber estado alterado, triste o enfadado otras veces, casi siempre por minucias y por culpa de las hormonas, que controlaban sus emociones a placer, pero nunca había rechazado las atenciones del tigre de esa forma.
- Me da igual si te asustas. ¡Lárgate! - Exclamó. YoonGi abrió los ojos anonadado.
- No voy a marcharme hasta que me digas por qué diablos te estás comportando de esta forma tan infantil. - Aseguró.
- ¿Infantil? ¿Yo? - Dijo saliendo de su escondite de sábanas y mirándole con los ojos encharcado en lágrimas. - Tú eres el que está jugando conmigo y cree que soy un niño idiota que no se entera de nada.
- ¿De qué hablas? - Quiso saber muy confundido.
- ¿Crees que no sé que estás en celo? - Preguntó exasperado.
- Claro que estoy en celo, pero que...
- ¿Crees que no sé que ayer me mentiste diciendo que no venías a dormir a casa porque tenías trabajo atrasado? ¿Con quién has estado? ¿Has ido a El Callejón? ¿Has encontrado un nuevo sumiso? - YoonGi estaba alucinando. ¿De dónde se había sacado todo aquello? - ¿O es alguien que has conocido en el trabajo? ¿Es porque estoy gordo? ¿Ya no te gusto? - YoonGi no sabía si reír o llorar. ¿De dónde habían salido esas ocurrencias?
- JiMin...
- ¿O es que cómo estoy embarazado ya no te intereso y vas a buscarte a otro? ¿Sólo me querías para dejarme preñado y ahora vas a abandonarme? - Pronunció el tanuki destrozado y muy enfurecido, sin plantearse demasiado bien lo que estaba diciendo. Esas palabras le dolieron muchísimo al tigre. ¿De verdad JiMin pensaba que sería capaz de ser así? ¿JiMin creía que él era igual que su padre? El tigre tragó con fuerza y sintió sus manos temblar. No podía asimilar lo que acababa de oír.
- Yo... - Le tembló la voz. - ¿Eso es lo que piensas de mí? ¿De verdad crees que soy como él? - Las lágrimas no se hicieron esperar. No eran sólo de tristeza, sino también de rabia y furia. Pero debía controlarse, no podía dejarse llevar por la ira y destrozar toda la habitación como su interior le pedía, eso asustaría a JiMin. Jamás permitiría que su omega tuviera miedo, mucho menos de él, mucho menos estando en estado, ni aunque pensara eso de él.
- ¡Yo ya no sé como eres! - Gruñó el omega. Aunque las lágrimas de su alfa habían hecho mella en él, no se permitiría dudar. Él era la víctima allí. - Has cambiado tan rápido desde que supiste que estaba encinta. Sólo le veo una explicación. - Sentenció. Se le había metido esa idea tan claramente en la cabeza que ya no podía aceptar otra explicación.
- ¿No...no puedes sentirlo aquí? - YoonGi se asustó llevando su mano al pecho. ¿Su pequeño ya no podía sentir lo mucho que le amaba? JiMin no había pensado en eso. Estaba tan centrado en sí mismo y en el bebé que había ignorado el lazo con su alfa. Entonces sintió la angustia del mayor como propia. ¿Qué había hecho? Le había llamado monstruo. Pero aún estaba enfadado y dolido porque había muchas cosas que no podía explicar.
- ¿Entonces por qué no pasas tu celo conmigo? ¿Por qué ya no me haces tuyo? Te necesito. - Lloró. - Y tú me dices que sólo te estás ausentando por el trabajo. Es mentira. Sé que es una mentira. ¿Ya no me ves atractivo? - Sorbió su nariz. - ¿Ya no quieres dominarme? ¿Ya no sientes la necesidad de tomarme como antes? - Quiso entenderlo e hizo un gran esfuerzo por hacer preguntas de las que anhelaba respuesta. - Dímelo por favor. Si ya no soy suficiente para ti...
- JiMin, ¿cómo puedes pensar eso? - Pronunció el alfa terriblemente dolido. - Eres mi omega. Mi única pareja. No deseo ni desearé jamás a nadie más. Sólo te quiero y te necesito a ti. Y claro que te sigo deseando de igual forma.
- Entonces no lo entiendo. - Aseguró. YoonGi se tragó su orgullo. Él no había hecho nada malo y había sido acusado muy cruelmente, sin embargo, por JiMin estaba dispuesto a ser quien diera el brazo a torcer. Se acercó con cautela a la cama para no espantarle. Se sentó en el borde y habló despacio.
- Sigues siendo precioso. Incluso más hermoso ahora que estás embarazado y puedo sentir a nuestro hijo dentro de ti. - Alargó la mano hacia el vientre de su omega con cuidado y JiMin se dejó acariciar. - JiMin, sabes como me gusta hacértelo en la cama. Soy duro y brusco. Más aún cuando estoy en celo, siento que no podré controlarme bien. ¿Qué haré si te hago daño a ti y al bebé? Podría caer encima de tu vientre sin querer o embestirte tan fuerte que la placenta se rompa o algo así. JiMin, podría dañar el canal del parto. ¿No lo entiendes? - Explicó. - No me atrevía a pasar contigo estas noches porque sabía que no podría frenarme. No sabes lo mal que lo he pasado en celo y sin ti a mi lado. - Aseguró. JiMin torció la cabeza confuso. -
- ¿Has estado conteniéndote para no hacer daño al bebé? ¿No estás con nadie más?
- Mi pequeño, ¿cómo has podido pensar que te pondría los cuernos? - Abrió los brazos para acogerle en su regazo. - Ven aquí. - JiMin se acomodó contra su pecho y siguió llorando, es vez de alivio. - Qué imaginación tienes, mi amor.
- Hyung, tonto.
- No sigas insultándome. - Rió un poco el alfa también liberado del susto.
- Es tu culpa. Has dejado que pensara cosas así. - YoonGi le abrazó con más fuerza. - Lo siento, Hyung. Dije cosas horribles. - No podía parar de llorar. - Estaba tan enfadado.
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Like Cats and Dogs. |YoonMin| |Omegaverse|
FanficLa sociedad está dividida entre aquellos que intentan demostrar que la convivencia entre felinos y cánidos es posible. Para ello, jóvenes híbridos, alfas y omegas de distintas especies, descendientes de las familias más influyentes del país se conce...