Like Cats and Dogs. |YoonMin| |Omegaverse|

Celos y relaciones

Cuando las chicas marcharon a sus casas, JiMin se alegró en demasía de perder de vista a Shina, pero ahora que estaba a solas con YoonGi, estaba demasiado enfadado con él. ¿Por qué le había llamado para verle si se iba a pasar el tiempo hablando con aquella tipa? ¿Acaso quería justamente eso? ¿Quería que él se diera cuenta de que no era tan importante en la vida de YoonGi cómo él se estaba imaginando? ¿Quería alejarle de él?
- Si quieres que me aparte dímelo, pero no seas así de cruel, por favor. - Sollozó el pequeño. - YoonGi frunció el ceño confundido. Estaba disfrutando en silencio de la presencia de JiMin. Tenerle cerca le hacía sentirse bien.
- ¿De qué hablas? - Preguntó sorprendido.
- No te entiendo, Hyung. Un día te portas como si yo fuera lo más importante y al día siguiente prácticamente me ignoras. - YoonGi torció la cabeza. ¿Ignorarle? Se pasaba el día y la noche pensando en él y se sentía frustrado por sólo verle unos pocos momentos en el descanso de las clases. Por eso le había llamado, para que pasaran la tarde juntos después del partido. - Yo me paso el día esperando a que llegue el recreo para estar con usted y cuando llega usted se la pasa dormitando en la hierba la mayor parte del tiempo. - Sorbió su nariz para no echarse a llorar. - Y ahora me llama para que venga y yo vengo más que ilusionado y usted se dedica a dejarme claro lo bien que se lleva con esa chica. - YoonGi, que había escuchado anonadado, al fin comprendió.
- Estás celoso. - Afirmó.
- No lo estoy. - Dijo negando la evidencia.
- Sube al coche. - Le pidió. Ya había estado una vez en el coche de YoonGi el día que se había perdido en el bosque, pero casi ni lo recordaba. - Shina es la capitana del equipo femenino. No hay nada más, pequeño. - Aseguró mientras ponía la llave en el contacto.
- Mientes. - YoonGi rió. Nunca esperó ver a JiMin celoso y mucho menos por Shina. Era adorable.
- No miento. - Rió suavemente Arrancó el coche y empezó a conducir. - No hay, ni habrá, ni ha habido nada entre nosotros. Sólo somos amigos, más bien es una relación de capitana-entrenador. Nos gusta el baloncesto y queríamos hablar unas cosas del partido de hoy. Nada más. - Explicó calmado. JiMin no parecía del todo agradado aún, pero confió en su palabra.
- Eso no explica que me ignore en el patio. - Argumentó.
- ¿Crees que yo no me paso el día esperando ese momento? - Aseguró. - Me siento todo el tiempo nervioso queriendo estar contigo. Cuando llega el receso y te veo, tu presencia me calma tanto que me conformo con saber que estás ahí. Cerca de mí. - Confesó. JiMin frunció el ceño. - Es la verdad. Ya sabes que soy un arisco dormilón. No pidas que sea de repente un osito amoroso. Estoy más confuso que tú con esta situación.
- ¿Qué situación? - Preguntó el tanuki.
- JiMin, yo no se nada de relaciones y no se que hacer ahora. Me siento un torpe.
- Esa es la mayor mentira que jamás contará. Todo el mundo sabe que usted ha estado con varias personas. - Dijo ofuscado. - Es más, me asusta conocer el número de personas con el que se ha acostado.
- No he dicho nada de sexo. - Aseguró. - Habló de relaciones serias de pareja. Los sentimientos son distintos. Soy tan novato como tú, así que vamos a tener que aprender juntos. - El coche se detuvo. JiMin ni si quiera había preguntado a dónde se dirigían. Levantó la cabeza y vio que estaban en el bosque. No debía haber nadie a varios kilómetros.
- ¿Dónde estamos, Hyung?
- Donde nadie nos molestará. Quiero hablar contigo sin distracciones. - Dijo firmemente. - JiMin, necesito que entiendas que lo mismo que sientes por mí, yo lo siento por ti. No sé si lo de las parejas destinadas es verdad o no. Me gustaría que fuéramos a hablar con alguien que nos ayudara a comprender esto, pero, la verdad es que tampoco me importa demasiado. Lo único que sé realmente es que quiero estar contigo. - JiMin se calmó por completó. Comprendió a la perfección las palabras de su Hyung, porque él se sentía igual. No importa las veces que tenga de explicártelo. Necesito que entiendas que no se trata de sexo y mucho menos de satisfacer mis parafilias. Seré lo que tú necesites que sea. Haré lo que quieras que haga.
- Yo también quiero estar con usted, Hyung. Pero yo no quiero que cambie por mí. Yo quiero poder complacerle a usted. - Confesó. Para JiMin era todo más fácil. No había preocupaciones que plantearse. Lo quería todo de su Hyung. Todo de él le gustaba. Incluso sus parafilias. Aunque... - Hyung. - Recordó algo importante y cambió de tema radicalmente. - Estuve estudiando.
- ¡Oh! - Se sorprendió. - Eso está bien. No puedes dejar a un lado tus estudios.
- No, Hyung. Estuve estudiando sobre el D/S. - YoonGi le miró sorprendido. - Encontré una película...
- Frena un poco. - Le interrumpió el tigre. - ¿Yo te habló de sentimientos y de separar el sexo y las parafilias de la conversación y tu me quieres contar que has estado viendo porno de Dominancia y Sumisión? - Expresó confundido. - Al menos no me digas que era para aprender.
- No, Hyung. Es que quería preguntarle. Era una película normal. Creo. - Aseguró el menor. YoonGi suspiró y le dejó hablar para que satisfaciera su curiosidad. - Hyung, en la película, el tipo cogía una fusta y pegaba a la sumisa. - Se encogió en su asiento. - Él parecía disfrutar, pero ella no. No lo entendí, Hyung. Usted dijo que no me pegaría.
- ¿Estuviste viendo 50 sombras de Grey, JiMin? - El tanuki asintió. - Yo no quiero pegarte. Ya lo dije. ¿Cómo te lo explico yo? Hay gente que disfruta haciendo sentir dolor a otras personas, eso se llama sádico. Y hay otras personas a las que les gusta sentir dolor, que son los masoquistas. Es un dolor controlado, claro. Está dentro de el mismo BDSM, pero no va conmigo. Yo me excito con el control, no causando dolor. Son parafilias distintas. Bueno, también me gusta el bondage, pero eso no tiene que ser doloroso. - JiMin asintió, ahora más tranquilo, a pesar de que no sabía que significaba esa última palabra. Lo investigaría en casa.
- No entiendo cómo a alguien le puede gustar que le hagan daño. - Confesó.
- Te sorprendería. - Dijo pensando en el secreto que guardaban Jin y NamJoon celosamente. - Pero yo no hablaba de eso, JiMin. - Se quejó. El tanuki observó como YoonGi tiró de una palanca e hizo retroceder su asiento para dejar más espacio entre él y el volante. Luego palmeó sus muslos. -.Ven aquí. - JiMin sonrió e hizo caso al instante. Saltó por encima de la palanca de cambios y se sentó a horcajadas sobre él, contento por poder tenerle tan cerca. YoonGi entrelazó sus manos por la espalda de JiMin abrazándole. - Eres un niño travieso. Te las das de tímido e inocente, pero no has dudado ni un instante. - Sonrió divertido.
- Le dije que yo no tengo problema con obedecerle. Quiero ser bueno para con Hyung. Quiero complecerle. - Aseguró. Se colocó bien sobre el regazo de YoonGi y se frotó ligeramente contra él.
- No creas que no sé lo que intentas. No me provoques. - JiMin sonrió aún más. - Tu primera vez no va a ser en un coche, mi pequeño. - JiMin abrazó a su Hyung por el cuello y se pegó a él, colocando su cabeza en su hombro. - Vaya, yo queriendo ser serio y mira con lo que me encuentro. Un omega mocoso necesitado de mimos. - Rió. De verdad necesitaba hacerle entender ciertas cosas. - JiMin. - Comenzó. - Quiero llevarte a un lugar un día de estos. No es un lugar fácil. Pero forma parte de mí por varias razones y necesito que lo veas para que entiendas. - JiMin asintió. - Deberás confiar mucho en mí y hacer todo lo que yo te diga en ese lugar.
- Sí, Hyung. - No habría problema. Confiaba en él.
- En ese lugar, verás el lado sórdido del mundo en el que te estás metiendo cada vez que dices cosas como las de ahora. - Explicó. - Dices que quieres complacerme y que quieres ser un buen chico para mí, pero no sabes nada de este mundo y no vas a entenderlo por mucho que veas películas estúpidas en tu casa. Eso no refleja el mundo real. ¿Recuerdas lo que te expliqué sobre el entrenamiento de un sumiso? - JiMin se separó para mirarle a los ojos y asintió fervientemente. - Antes de que aceptes, necesito que veas lo que tengo que enseñarte. ¿Comprendes eso? - Volvió a asentir. Esta vez más serio. - Pero que vayamos a tener ese tipo de relación o no, no quiere decir que no quiera tener una relación de pareja contigo. Si decides que el mundo de la sumisión no es para ti, me apartaré de ello. Pero eso no es lo me preocupa de verdad. - Aseguró. JiMin seguía escuchándoles cuidadosamente. Había dicho que, si a él no le gustaban sus parafilias, las abandonaría. Lo haría por él. - Me preocupa más que me digas que no a la propuesta que tengo que hacer ahora. - Confesó y acarició la espalda de JiMin por encima de la camiseta. - Quiero estar contigo, JiMin. Quiero que me aceptes como tu pareja. Como tu alfa. Quiero que seas mi...
- Sí, quiero- Le respondió sin pensar.

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