Like Cats and Dogs. |YoonMin| |Omegaverse|

Extra: Parte 5: El momento más esperado

 - Ahora es mi turno para jugar, mi querido alfa. - Aseguró YuGyeom. Se había quitado la diaema con orejas, el collar y el arnés también. Sólo quedaban las pinzas, el cobertor del vientre y las bolas chinas, que sentía a cada paso moviéndose dentro de su recto.

- Esas esposas eran para ponértelas a ti, no al revés. - Argumentó JungKook tragando con fuerza y caminando hacia atrás. - No te atreverás.

- ¡Oh, cielo mío! ¿Creías que yo soy como JiMin-Hyung? Sumiso y obediente. - Negó con diversión. - Tú ya te has divertido bastante. - Opinó. - Pon las manos a la espalda. - JungKook dudó un momento, pero si YuGyeom había confiado en él con el juego anterior, ¿qué excusa tendría él para hacerlo? Obedeció, y YuGyeom no sólo le ató las manos entre sí, sino que también pasó las esposas por detrás de una barra que iba del suelo al techo. Parecía una barra de streeptees o algo similar. El caso es que JungKook a penas se podía mover. El omega se colocó al frente y rebuscó en su bolsillo, quitándole el pena drive con el que antes le había extorsionado. Lo dejó en la cama y después desabrochó el pantalón del alfa. - Creo que voy a disfrutar con esto. - Le anunció a su pareja. Hincó las rodillas y bajó el pantalón del todo. - Así mejor. - Acarició el miembro del alfa por encima de la ropa interior. - Más liberado, ¿verdad?

- Estaría mejor si me quitas también el bóxer. - Propuso JungKook, pero YuGyeom no cedió fácilmente.

- No tan deprisa. - Volvió para coger el pen drive y se dirigió hacia la televisión. La encendió y lo conectó. Reprodujo el único vídeo que había. Era raro verse a sí mismo en esas circunstancias, pero también excitante. Vergonzoso y lujurioso al mismo tiempo. - ¿Qué sientes? - Le preguntó a su alfa. JungKook se lamió los labios. Tenía la boca seca sólo por ver las imágenes. - Reconozco esa expresión. Estás luchando por no empalmarte. - Se rió cruel pero dulcemente. Volvió a acercarse a él y a frotar un poco su miembro. - Pero parece que no lo estás consiguiendo del todo, amor. Y eso que no estás enfocando la vista. ¿Acaso sólo mis gemidos te provocan esto?

- No te tenía por un torturador. - Le sonrió. Se inclinó hacia adelante para intentar besarle, pero YuGyeom le esquivó y luego se acercó a su oído.

- ¿Sabes lo que me provoca a mí? - Le susurró. - Calor. Siento mucho calor. - Alegó lamiendo el lóbulo de su oreja. Luego se apartó comprobando complacido que sus palabras habían hecho mella en el alfa, quien era incapaz de quitarle los ojos de encima, como hipnotizado, mientras caminaba hasta la cama y se acostaba de espaldas y con las piernas abiertas, dándole una espléndida visión a JungKook. Sin dejar de mirarle con intensidad, llevó la mano a su miembro y empezó a masturbarse. La imagen y el sonido que salían de la pantalla creaban un ambiente lascivo y abrasador. YuGyeom se movía en la cama empezando a gemir. Las pinzas de sus pezones los presionaban estimulándolos constantemente. Lo mismo ocurría con las bolas chinas que no pareban de bailar en su interior debido a sus movimientos. Todo ello unido a la habilidosas caricias sobre su longitud y a la mirada que el alfa mantenía sobre él, le hacían sentirse tremendamente excitado.

- Amor. - Se oyó el ruido de las esposas repiquetear. - Quítame esto. - Le pidió. - Me estoy poniendo duro.

- ¿Y...y eso... por qué? - Jadeó el omega.

- ¿Cómo que por qué? Verte ahí... - Tragó con fuerza.

- ¿Te pone verme masturbarme? - Quiso saber,

- Claro que sí. Mucho. - Aseguró deseoso. - Vamos. Quítamelas. ¿No te parece que ya hemos jugado bastante? - Le preguntó. - Déjame ir contigo. Quiero hacertelo.

- ¿Hacerme qué, Kookie? - Respiraba de forma agitada. - ¿Qué quieres de mí?

- Quiero metertela. Tomarte tan profundo que no seas capaz de pensar en nada más.