1.- "La noche oscura en el rió Loira "

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Cuenta una leyenda, que hubo "Una noche con Luna negra" que dio por regalo a aquellos que llegaron al mundo en ese momento: ¡Dolor, tragedia y muerte! Esa fue su recompensa. El premio destinado para aquellos que nacieron en esa noche tan particular. Un cuento gitano muy popular que habla de un camino triste y desdichado para aquellos que llegaron al mundo en ese momento tan peculiar. Pena infinita, agonía en abundancia, desventura y muchas lágrimas son los regalos que recibirán aquellos que vinieron marcados por ella y sobre la vida con sus familias.

Esta historia se desarrolló a finales siglo XV, en el año de 1495, época en que la nobleza y la religión lo dominaban todo. Se mostrará la desgracia de dos amantes. Ellos estaban predestinados a conocerse, amarse y, desde sus primeros minutos de vida, llevarían una horrible y pesada sentencia trágica.

Todo comenzó en un poblado francés llamado Nantes, capital de Loira. Esa noche en especial la familia Leroy conformado por un par de hermanos gitanos de nombre, Poupi un joven de 21 años, con una notable enfermedad mental que le hacía comportarse como niño. Desafortunadamente, era una persona físicamente desagradable, su boca chueca y paladar hendido le provocaban gesticular con dificultad las palabras. Sus ojos grandes y saltones, uno de los cuales también tenía un tumor, lo que también le ocurría en el resto de su cuerpo. Todos los demás, a excepción de sus hermanos, lo consideraban un monstruo. Pero él era un ser inocente y bondadoso, incapaz de hacer daño a nadie. Sus vestimentas eran las típicas de los hombres gitanos de la época. Pantalón de lino, una camisa holgada con mangas anchas, a menudo llamada camisa poeta y chalecos. Algunos hombres llevaban sombreros de gitanos, pero su cultura no dictaba que un hombre se quite el sombrero al entrar a la casa. Tradicionalmente, los varones gitanos pueden usar un kiklo alrededor del cuello. A veces sujeto con un anillo. La ropa por lo general era de colores brillantes tanto para hombres como para mujeres.

Luba Lubadine, una mujer de 25 años, ciega de nacimiento, pero de carácter dulce y bello rostro. Pese a su semblante tosco, debido a su mentón puntiagudo y pómulos pronunciados, Luba, como la llamaban de cariño, tenía las cejas bien definidas, los labios y la nariz delgados, además de una hermosa piel morena clara. Su cabello largo y rizado, adornado con un pañuelo. En aquel adorno se podía escuchar el sonido de unas monedas que colgaban de él. Sus blusas holgadas con escote y su falda larga se lucían notoriamente. Ellos jugaban cerca del río Loira. Lugar donde se habían establecido hace aproximadamente unos tres días.

Mientras los hermanos jugaban, Athenois su hermano mayor que era un hombre de 34 años, sano, fuerte y sumamente inteligente. Además de buen espadachín y excelente ladrón, ese era uno de los oficios más notables de los gitanos. A diferencia de muchos pertenecientes a su clan, su cultura era muy amplia; sabía leer, escribir. Athenois Leroy era realmente atractivo, su cabello largo castaño, su piel morena clara, su bigote y barba lo hacían ver espectacular, además sus ojos y labios eran peculiarmente hipnóticos.

Este conseguía madera para que su fogata no se apagara. Poupi escuchó que del río salía un chillido muy peculiar, y sin avisarle a Lubadine, dejándola completamente sola, se acercó al sitio de donde provinieron esos lloriqueos para saciar su curiosidad y saber qué era lo que hacía ese ruido tan raro. "Poupi ¿Dónde estás?", preguntó Lubadine — ¿Acaso te has ido? No te escucho hermano, no me dejes sola.

Poupi observó, en la parte del río donde estaban acumulados las hierbas, los helechos y los pedazos de troncos, pero le llamó la a tinción que entre todas esas cosas había una canasta y que de ésta salía aquel extraño llanto. Tomó un pedazo de madera y lo usó para acercar la canasta. Sacándola del río, pudo ver un pequeño bebé que lloraba y temblaba de frío. Decidió llevarles lo que había encontrado a Lubadine y Athenois.

Por una parte, Luba buscaba desesperadamente a sus hermanos, mientras que Athenois gritaba fuertemente los nombres de Luba Poupi, preocupado como siempre. Gracias a alguna deidad piadosa, Athenois logró encontrar primero a Luba.

Ahmena y Dhivano [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora