El día se acercó Ahmena solo pensaba que llegara la hora para terminar el espectáculo he irse todos ya habían levantado el campamento, las cosas ya estaban listas para poder partir solo faltaba el espectáculo de la gran noche.
La hora marcada llego todos llegaron con sus carrozas a aquel gran catillo de "los Duques de Bretaña" Ahmena estaba vestida de odalisca con un velo que la tapaba toda y que solo la dejaban ver esos hermosos ojos verdes, jamás había entrado a ningún lugar así, estaba maravillada, pero a la vez muy triste solo pensaba en Garis no dejaba de pensar en él, tan solo sentía la necesidad de irse de Nantes.
El gran palacio estaba muy adornado grandes carretas con varios nobles llegaban al lugar uno de los invitados más especiales era el pariente lejano de su padre su primo el Duque de los Befordy de nombre; Carlos de Lancaster, hombre que siempre ha deseado la corona de su parientes lejanos, puesto las leyes de los Reyes dictan que cuando un Rey muere y no deja heredero alguno un pariente con algún lazo consanguíneo ya sea un pariente cercano o muy lejano siempre y cuando tenga sangre real en sus venas puede ocupar la corona, siempre que no haya a quien heredarle el duque Lancaster que bajo en la puerta principal y fue recibido por el Canciller Leonilo
El hombre que era un noble francés con sus túnicas rojas y su sombrero con una pluma blanca al costado con una barba tipo triangulo invertido y sus largos bigotes que terminaban en punta con joyas alrededor de su cuello y pulseras de oro en sus muñecas, con unos ojos de color marrón y saltón de piel blanca le dijo:
—oh cuanto tiempo sin visitar a la familia ¿Cómo ha estado el hermano indeseable de la corona? —menciono con voz burlona porque sabía todos los secretos de la familia real así que el canciller políticamente correcto le contesto—
—Muy bien duque, gracias pro preguntar, pase es pro aquí.
—está bien mi querido Leonilo, pero antes no voy a perder la oportunidad de ver a mi queridísimo primo así que avísale que ya llegué apenas puedas leal sirviente para que yo pueda hablar con él.
—si no se preocupe.
El duque entro al lugar mientras Leonilo seguía recibiendo a los invitados hasta que al fin llegó el clan de los Charpentier.
Ellos fueron recibidos de manera amble y cordial en aquel gran palacio muy lujoso con el piso de mármol el Canciller les dijo;
—Bien venidos al castillo de "los Duques de Bretaña" Señor Charpentier—dijo el canciller con mucha amabilidad al recibir al clan Charpentier—
—muchas gracias Canciller Leonilo D'Abbadie, le agradezco su hospital recibimiento—dijo el buen hombre con gran elogio al canciller—
—de nada, por favor pasen por aquí—hacia una reverencia el canciller con respeto hacia los gitanos— el Rey lo está esperando al igual que sus impacientes invitados, espero que estén bien preparados.
—si no se preocupe Señor Canciller—asintió François — no lo defraudaremos mire esta es mi familia los Charpentier compuesta por mi amada esposa Lubadine mi hijo Donatien y mi queridísima hija Ahmena que es la joya de este espectáculo.
—si he visto que es una mujer muy hermosa, ya la he visto sin ese velo, pues bien pasen por aquí, en un momento más prepárense para comenzar yo les aviso—condujo el canciller hacia el lugar para que se preparen para su gran espectáculo—
—como ordene Señor Canciller.
Todos ya establecidos en el palacio sacaron las cosas que iban a utilizar, Ahmena la cubrieron con un extraordinario traje que la hacía deslumbrar ante cualquiera que la viera
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Ahmena y Dhivano [Terminada]
Historical Fiction¿Alguna vez oíste de la Maldición de la Luna Negra? Conoce la historia del amor de Ahmena y Dhivano, dos amantes unidos por el destino y esta maldicion uno viene de la opulencia, el lujo y, sobre todo del rechazo de su padre. La otra viene de la pob...