35.-¡Enamorándose Cada Día Más!

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Mientras tanto los jóvenes Ahmena y Dhivano se frecuentaban cada día más los dos se reunían en el rio Loira se acostaban en el pasto tan solo para mirar observarse deleitarse cada uno con la presencia del otro, cada día Ahmena estaba más y más enamorada de Dhivano los dos juntaban sus manos, cada vez se amaban más, ella como siempre ofrecía sus bailes en las fiesta o reuniones del Rey y esa tarde mientras los dos se veían acostados en el pasto cerca de ese hermoso rio Loira, los jóvenes se sentaron y el Príncipe Dhivano le dijo:

—quiero que dejes de bailar para mi padre—dijo el príncipe como una orden.

—si lo sé, yo igual quiero eso Dhivano, pero no puedo abandonar a mi familia solo así, si dejara de bailar sé que mi madre aceptaría, pero mi padre no lo sé, a él lo adoro ¿me entiendes Dhivano? Aparte de que tu padre es el que tiene estipulado el tiempo

—lo sé pero ya no quiero que tengas esa vida Ahmena—giró a ver su amada diciéndole— yo veré como te ofrezco el mundo, todo en cuanto tenga es tuyo, quiero pedirte que huyamos los dos juntos para que jamás nadie, pueda separarnos, sé que mi padre jamás aceptaría que el hijo de un Rey se casara, con una plebeya y menos con una gitana, una mujer que no tenga sangre azul, que no posea un título de princesa o de nobleza, a mi sinceramente eso no me importa, por eso quiero huir, porque sé que mi padre jamás lo va aceptar.

—¿y cómo estas tan seguro de eso Dhivano?

—discutí con él en estos días, desea que ya tome lo de la corona enserio así que me exige saber que le diga todo lo que hago y que me case con una noble que ya elija esposa o lo elige él. Por eso me quiere vigilar todo lo que hago y eso no se lo permito, ni permitiré Ahmena ya no más, él no me apartara de lado tuyo.

—Entiendo mi amado Dhivano sabía que tu familia y la mía sobre todo tu padre lo poco que he conocido de él, es capaz de hacer lo que acabas de mencionar, sé que él jamás me aceptaría, me admite como la bailarina que soy, pero no como esposa de su hijo, sé que jama me aceptaría así—dijo Ahmena con mucha tristeza en sus ojos.

—Mira Ahmena sé que al irme contigo mi padre se pondría furioso y me desterraría como hijo, pero sinceramente eso no me importa ya no me importa solo me importas tú, solo tengo este corazón para ofrecerte, ya te lo he dicho tantas veces, pero quiero que te quede muy claro—apoyo su mano encima de la mano de su amada.

—Dhivano eso lo sé, pero son tantas cosas créeme en verdad te amo y con gusto acepto ese corazón que me ofreces. Dhivano hasta he pensado y si mejor no huimos, si poco a poco, le digo a mi familia sobre nosotros, ellos te han tomado aprecio en este tiempo que hemos convividos en el castillo., pero déjame que terminemos acá y podrías venir con nosotros sé que, si hablo con mis padres, ellos van aceptar, sé que mi madre no se opondría tan solo quiero que tú me des tiempo, de hacer bien la cosa dijo con esperanza la joven gitana a su amado—

—Ahmena tal vez tengas mucha razón, de eso de no huir ante todo deseo que tu familia me acepte—había convencido con aquellos argumentos a su amado.

—y Dhivano tal vez... tal vez podamos cambiar con nuestro amor la forma de pensar de mi familia— dijo Ahmena aun con más ahínco en aquellas palabras.

—si tengo la esperanza que así sea.

—Dhivano quería preguntarte algo desde hace días.

— ¿de qué se trata mi amada Ahmena?

La joven viéndolo a los ojos le pregunto.

—mira sé que la sirvienta no es tu madre, que tu madre que era la Reina murió cuando naciste, lo que no entiendo ¿Por qué jamás me lo mencionaste? Bueno, aunque la realidad es que no te pregunte o ni siquiera pensé que una sirvienta no podría ser tu madre—dijo aquella gitana de aquellos cabellos dorados.

Ahmena y Dhivano [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora