31.-"Fascinación y la nueva propuesta"

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 Mientras tanto el Rey no podía de quitarse la imagen de aquella joven sentía la necesidad de volverla a ver de qué se quedara junto a él, así que tomo una decisión ya que se decía así mismo que no podía perder de nuevo a su amada Madeleine, desde entonces el quedo como loco enseguida su mente que tenía tan presente los recuerdos de Madeleine, que se dijo que ella era la reencarnación de su amada esposa, no podía perderla si era que la vida se la había devuelto de nuevo, así que decidió que ella sería su bailarina personal, cueste lo que cueste y llamo al Canciller Leonilo:

—Señor ¿me llamo?

—así es Canciller le tengo un encargo

— ¿un encargo dices usted?

—sí, —contesto muy firmemente el rey—

—Y de que se trata mi Señor

—Canciller quiero que vaya con nuestro honorable Señor François Charpentier el gitano, para que venga que lo llamo yo el mismo Rey de Francia y que se quede en una conversación privada, que quiero tener con él.

—como ordene su Majestad—asintió muy obedientemente el sirviente

El Canciller Leonilo no perdió tiempo y se dirigió directo a los campamentos mejor dicho a las caravanas puesto que el campamento ya estaba levantado, donde ya se encontraban todos descansando dentro de los carromatos, el pregunto por François Charpentier este salió y el Canciller se le acercó y le dijo:

—le ruego que me acompañe ya que nuestro Rey desea hablar con usted y desea que valla enseguida. Le pide que se quede a una conversación privada, que desea tener con usted, Señor Charpentier.

François respondió:

— ¿para qué me solicita a una conversación privada? ¿No lo sabe usted? —pregunto al canciller ya que toda esa intriga lo envolvían de sobre manera—

—Lo ignoro por completo Señor Charpentier, pero me dijo que lo llevara enseguida.

Luba que estaba junto a François sintió que algo iba pasar algo que ella estaba evitando por mucho tiempo, pero no entendía muy bien que era. François le dijo a su esposa que se quedaría con sus hijos Donatien y con Ahmena.

—amada mía regresare en unos momentos te ruego que te quedes esperando con nuestros hijos.

—mi amado ¿te iras con el Rey?

—si debo ir al llamado del mismísimo Rey de Francia así que no te asustes ahora regreso

—está bien François, aquí te estaré esperando.

Enseguida el Canciller Leonilo y François llegaron al castillo de los "Duques de Bretaña" y este lo dirigió inmediatamente a la habitación del Rey Louis Edouard, el hombre entro al cuarto privado del Rey este lo vio y pidió que el Canciller se marchase del lugar y lo dejaran solo con François, enseguida lo abordo diciéndole para que lo quería.

—Le agradezco que haya venido, se preguntara ¿porque lo mande a llamar con tanta urgencia? ¿No es así? puesto que no tiene muchas horas de haber abandonado mi castillo, mi hogar.

François quedo viendo al rey sentía la intriga le corría por su todo su cuerpo

—si la verdad sí, estoy muy intrigado, ¿que desea su Majestad? De un simple gitano.

—mmm tome asiento mi buen hombre.

François enseguida se sentó y exclamo;

—gracias y bien ¿para qué me pidió venir?

El Rey saco de su estantería un exquisito vino en el cual sirvió en 2 copas uno para él y el otro para François, enseguida se lo dio y dijo:

—espero le guste, es mi mejor vino que tengo, Señor Charpentier

Ahmena y Dhivano [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora