El tiempo siguió pasando, al fin Ahmena aceptaba de a poco su destino, el Rey era feliz al fin todo iba bien, hasta que muy pronto la vida se cobraría el dolor y la infelicidad que el mismo había provocado. Pero mientras tanto una noticia alegraría al castillo, la joven Ahmena se había dado cuenta, que estaba preñada, que pronto seria madre, a así que como de costumbre bajaba al mausoleo real pero esta vez era para darles la noticia a su familia y a su amado Dhivano primero a ellos antes que a nadie.
Bajo a aquel lugar y esta lo observo, el lugar muchas veces ya la había recorrido, pero esta vez iba hacer diferente, no iba hacer como siempre porque aparte de darles la noticia descubriría un lugar que le daría mucha curiosidad por averiguar, así que bajo y se acercó a los osarios de metal con la ceniza de su familia y de su amado Dhivano. Y esta dijo:
—madre, padre, hermano estoy aquí para tratar de explicarles que los perdí y no sabía cómo sobrevivir a su ausencia y tuve que refugiarme en los brazos del Rey Louis Edouard que ahora se convirtió en mi esposo, si no fuera por él , por Louis Edouard no hubiese sabido que hacer en esos momentos tan llenos de soledad y de amargura de dolor que consumían mi vida, he de confesarles que he sido feliz, demasiado que siento que no lo merezco, siento que me traiciono a mí misma , a usted y sobre todo a mi amado Dhivano pero sé que tú me has de entender mejor que nadie, hoy les tengo una noticia, saben estoy embarazada pronto seré madre y me ha hecho feliz saber esto, a pesar de toda la desgracia que he pasado, no sé cómo explicarles como me siento, solo sé que me hacen falta y una parte de mi jamás podrá ser llenada.
Ahmena recordó a su familia e imágenes en su cabeza pasaban cuando ellos reían y convivían juntos, después beso cada osario, con los restos de sus familiares no podía más que sentir un gran amor por ellos.
Después fue con las cenizas de Dhivano y este lo tomo entre sus brazos y lloro y le dijo a Dhivano:
...perdóname Dhivano, mi amado Dhivano, no sé cómo explicarte, que no era mi intención amar a tu padre y mucho menos entregarme a él, pero no sabía qué hacer en esos momentos, ni mucho menos sabía que rumbo tomar, quería suicidarme pero me acorde de mi familia, de ti y si no hubiese sido por el amor de tu padre que me salvo, en estos momentos estaría perdida, quiero que me entiendas, yo sé que tú quieres mi felicidad y por eso quiero tu perdón, sé que me escuchas y sé que me entenderás, siempre te amare. Mucho más que a tu padre a él le tengo gratitud y como un refugio, a ti te tengo amor, eso es lo que en verdad siento mi amado Dhivano, siempre estarás presente en mi vida, por eso si mi hijo este niño que llevo en mi vientre llegara hacerlo, se llamara Dhivano igual que tú y si es niña se llamara Lubadine como mi madre, eso es lo que le prometo a todos.
Ahmena beso de nuevo los osarios con las cenizas de Dhivano y la acento cariñosamente en la urna, sin querer Ahmena se apoyó en una pared que enseguida abrió a otro lugar el cual al voltear vio un féretro de cristal muy hermoso, con la inscripción que decía Madeleine de Urbinio "amada esposa, madre y Reina de Francia" enseguida Ahmena le dio curiosidad ver aquel féretro de cristal al saber que era la esposa, de su ahora esposo Louis Edouard de Urbinio, se acercó a observarla cuidadosamente, solo que el tiempo había momificado su cuerpo, su hermoso rostro ahora estaba marchito las flores se habían secado y solo sus ropas estaban intactas, a un el cofre era de oro y aun sus cabellos dorados se conservaban, el lugar se observaban flores recién cortadas y colocadas de forma delicada y ahí observo en el suelo el anillo que su esposo había extraviado en la mañana, se dio cuenta que el igual bajaba a ver su difunta esposa y de ahí le nació la curiosidad de conocer un retrato, de aquella mujer, de saber quién fue la madre de su amado Dhivano, así que subió al castillo llena de curiosidad y más preguntándose el del por qué no había ni un retrato de ella en el castillo, si ella había amado tanto.
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Ahmena y Dhivano [Terminada]
Historical Fiction¿Alguna vez oíste de la Maldición de la Luna Negra? Conoce la historia del amor de Ahmena y Dhivano, dos amantes unidos por el destino y esta maldicion uno viene de la opulencia, el lujo y, sobre todo del rechazo de su padre. La otra viene de la pob...