Los jóvenes regresaron al baile, el Rey le pidió a su hijo que la dejara unos momentos a solas con Ahmena este le dijo:
—Dhivano déjame a solas con Ahmena, necesito aclarar algunas cosas.
—no lo hare después de lo que le hiciste, no confió en ti—vio con una mirada desafiante a su padre—
—es de eso que quiero hablarle, por favor y sabes que nunca pido favores déjame hablar con ella.
Él estaba renuente a hacerlo, pero la joven Ahmena le pidió que hiciera lo que su padre quería.
—Dhivano no te preocupes por mi estaré bien, por favor déjame a solas con tu padre por favor.
— ¿Realmente esos deseas Ahmena, dejarte con él?
—sí, por favor.
El joven no podía negarle nada a su amada así que accedió, contra sus deseos de él, pero no contra los deseos de su amada.
—está bien si eso deseas lo hare, pero si usted padre le hace algo, le juro que nunca se lo perdonare, me retiro iré al baile, Ahmena ahí te esperare. —le dijo a su amada con la esperanza que recapacitara en el último momento peor Ahmena no lo haría estaba segura de querer enfrentar a solas el rey.
—si Dhivano no te preocupes, ahí iré apenas termine de hablar con tu padre.
—está bien entonces te dejo. —el joven se retiró.
El Rey con su dura rudeza, le pidió a la joven Ahmena seriamente que lo acompañara. En la llevo hacia la habitación de su amada esposa.
—entre por favor.
Ahmena sintió un cuarto algo frio, pero a la vez este era muy hermoso, el Rey con sus manos hacia su espalda y empuñadas le dijo.
—no soy un hombre de pedir disculpas a nadie de echó nunca lo hago por ningún motivo excepto, que soy un hombre que se reconocer mis errores y quiero pedirle disculpas por lo sucedido con mi hijo, la verdad Dhivano es tan trasparente que me di cuenta esta noche que él se siente atraído por usted tenía en el rostro esa mirada que alguna vez tuve yo por mi difunta esposa Madeleine y al igual sentí en el rostro de usted que le correspondía... dígame Señorita Ahmena dígame la verdad.
El Rey le iba hacer Ahmena la pregunta que más le consumía el alma, quería asegurarse si la joven estaba enamorada de su hijo así que le pregunto:
— ¿usted se siente atraída hacia mi hijo?
Ahmena quedo perpleja a tal pregunta puesto tenía miedo de responder tan solo quedo callada el Rey al notar su falta de respuesta intuyo que era así. Este decidió desilusionarla y le dijo:
—veo que la falta de respuesta es un sí, pero quiero que sepa que lamentablemente Dhivano es un joven muy enamoradizo y no quería de cierta manera que usted le creyera, alguna de sus intenciones que pudieran ser inapropiadas, ya que él será el futuro Rey de Francia, y por esos motivos no puedo permitirle inmadureces, por eso tuve que ser rudo para que el entendiera que no es correcto jugar de esa manera, menos con una mujer tan dulce como usted, nunca fue mi intención el ofenderla, si la he traído hasta aquí es por la sencilla razón de que pueda entender mi actitud de esta noche—decía de una manera dulce, calmada y sumamente apenado "El gran rey implacable"
—fue un hombre duro no le he de negar, que de verdad me sorprendió no creí ver ese lado tan duro de usted, y que esa parte me lastimara de esa forma—se sinceraba y ella abría su corazón a aquel monarca mezquino.
—lo sé y por eso me disculpo, pero ¿ve esta habitación? es la habitación de mi difunta esposa
Ahmena quedo sorprendida al escuchar eso.
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Ahmena y Dhivano [Terminada]
Historical Fiction¿Alguna vez oíste de la Maldición de la Luna Negra? Conoce la historia del amor de Ahmena y Dhivano, dos amantes unidos por el destino y esta maldicion uno viene de la opulencia, el lujo y, sobre todo del rechazo de su padre. La otra viene de la pob...