Mientras, en el castillo llegó la partera, quien era nada más y menos que la partera que había a tendido a la Reina, Madeleine aquel fatal día de su muerte.
Enseguida entró a la habitación de la Reina Ahmena y sin más la a tendió, al verla quedó asustada sintió que vio el fantasma de la Reina Madeleine, sus recuerdos vinieron sin cesar a su memoria. Sabía que tenía que salvar a la Reina a como diera lugar, sino esta vez no habría perdón alguno por parte del Rey. Le dijo a la joven.
—Reina tiene que ayudarme, tiene que nacer su hijo.
La joven respondió:
—Él tiene que nacer.
La partera quedó muy asustada al escuchar aquellas mismas palabras que la Reina Madeleine dijera, pero continuó con su labor, hasta que al fin él bebe nació, la cara de la partera era de susto y no ahora por la sensación de la joven Ahmena, sino por el ya recién nacido y dijo:
—Oh Dios mío
Cuando Ahmena se dio cuenta de la reacción de la mujer exigió ver a su hijo.
— ¿Qué pasa? ¿Le sucedió algo a mi hijo? ¿Dónde está el? muéstremelo quiero verlo.
La partera le dijo:
—Reina tranquilícese, no es conveniente que lo vea ahora:
Pero la joven Ahmena solo quería ver a su hijo así que se lo exigió:
—Tráigame a mi hijo se lo exijo.
La partera le acercó a su hijo envuelto en unas mantas. Ahmena levantó la sábana que envolvía el rostro de su hijo y enseguida se encontró con el horror más grande. De inmediato pegó un grito desgarrador; su hijo había nacido deforme
—No mi hijo no, no puede ser posible.
Ahmena empezó a llorar, el Rey esperaba afuera; la partera salió del lugar y enseguida él le preguntó:
—Dígame ¿qué paso'? ¿Por qué escuché a mi esposa gritar?
La partera con miedo respondió.
—Señor yo, es que.
—Dígame sin rodeos ¿qué pasa? ¿Acaso mi hijo nació muerto? No me diga que a mi esposa le pasó algo.
Tomó entre sus manos a la mujer y la sacudió y enfurecido le gritó:
—Dígame ¿qué pasó?
La partera quedó sin habla, no podía responderle estaba muy asustada, quedó totalmente muda, así que el Rey la aporreó en la pared y decidió entrar a la habitación donde estaba la joven con su hijo en brazos y llorando, cuando la otra sirvienta le quitó al bebé y lo colocó en la cuna y el Rey se acercó a observarlo, su hijo había nacido totalmente deforme y dijo:
—No, no puede ser posible esto.
Se volteó y se agarró la cabeza con sus dos manos y le pegó a la pared con una de sus manos y este empezó a llorar.
Ahmena se había desmayado, y el Rey salió de la habitación, no tenía cabeza para pensar que hacer, ni que decisiones tomar, así que se dirigió a su cuarto a tomar y pensar, estaba como loco aporreando cosas y diciéndose entre la oscuridad de la noche:
—Maldita Alise ella me maldijo a mí y a toda mi descendencia, su maldición gitana, cayó sobre mi familia, no puede ser maldita bruja.
Y el Rey aporreó la botella y la copa de vino que tenía entre sus manos, estaba enfurecido por lo sucedido y se puso a llorar en el suelo.
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Ahmena y Dhivano [Terminada]
Historical Fiction¿Alguna vez oíste de la Maldición de la Luna Negra? Conoce la historia del amor de Ahmena y Dhivano, dos amantes unidos por el destino y esta maldicion uno viene de la opulencia, el lujo y, sobre todo del rechazo de su padre. La otra viene de la pob...