Ahmena y Dhivano [Terminada]

36.-"El Rey y sus Verdaderos Sentimientos; ... Ahmena"

El tiempo seguía pasando ahora en esta etapa de sus vidas de Ahmena y Dhivano ya empezaría acercarse más a lo que realmente deseaban del uno del otro y con el andar del sendero de sus destinos ambos descubrirían terribles secretos que los envolverían a ambos y el cual no podría escapar.

Mientras tanto el Rey decidió invitar más seguido a la joven decidió invitarla a una cena privada y ahí confirmaría lo que su corazón sentía atracción en realidad era amor, el amor que de apoco a poco crecía y ya le profesaba a la joven.

El Rey invito particularmente esa noche a la joven Ahmena solo ella y el Príncipe Dhivano fue enviado a París, por el para un encargo, todo planeado para que nadie molestara en esa noche particular, el Rey tenía una copa de vino en sus manos la joven lucia muy hermosa y el solo la miraba y no dejaba de ver sus hermosos ojos verdes aquellos grandes, enigmáticos y hermosos, que instante se aferraban a los de él y le dijo

——me alegra que haya aceptado mis invitaciones y en especial esta. —Con mucha delicadeza le decía.

——Señor no se preocupe lo hago porque prácticamente usted es un honorable cliente—le decía Cortez mente

——pues la honorable es usted Señorita, déjeme decirle que es muy hermosa sabes sus ojos son tan bellos, son insostenibles, hay que mirarlos siempre, ya que ellos me pierden dentro, de su mirada que olvido en donde estoy.

La joven no sabía que contestarle a su señor por aquellos halagos. Así que solo le dijo;

—gracias.

Ahmena por alguna extraña razón se sentía muy incómoda, pero a la vez como si estuviera cerca de un ambiente familiar. El Rey la miro y le pidió que le bailara.

——puedo pedirle que baile esta noche para mí.

—Señor, pero aún no hay público. No han llegado sus invitados

—No llegara nadie no estaba de humor hoy—le revelo a la joven gitana—por esa razón hizo que esta noche solo estemos nosotros dos, quiero que baile en privado para mí, que solo sea usted la que me deleite hoy es un día memorable.

La joven quedo extrañada ya que no podía creer lo que el rey le proponía buscaba hacer que el olvidara su propuesta así que decidió hacerla más patica;

— ¿Un día memorable dice usted?

——si fue el día más feliz de toda mi vida fue el día que me case con mi esposa dentro de 2 meses será el día más esperado del año cuando ella dejo de existir en este mundo—comento el rey Louis Edouard a su bailarina particular.

—entiendo—contesto Ahmena

——así es de ella quien le hablo esta noche espero no incomodarla.

Ahmena por alguna razón sentía pena por el rey, verlo tan vulnerable cuando hablaba de su amada reina.

——disculpe que se lo pregunte. ¿Pero por qué ella es un tema tan cerrado en este lugar?

El Rey solo bajo la cabeza y se levantó de su asiento con la copa entre sus manos mirando la ventana de la habitación y el contenido de su copa y le dijo.

—sabe ¿qué es amar con todo el ser?, ¿amar con todo el cuerpo? y ¿toda el alma? ¿Lo ha experimentado acaso? Sentir en el cuerpo en cada centímetro de él, esa vibración de la felicidad del amor muy pocas personas somos capaces de conocer ese tipo de sentimiento aquel que puede amenazar como un arma letal y certera, o puede lastimar profundamente con un simple desprecio; o puede, en el extremo opuesto, con una sonrisa de bondad, hacer que el corazón baile de alegría sin parar.