Ahmena y Dhivano [Terminada]

52.-"La trampa del Rey; matrimonio arreglado"

El joven Dhivano estaba más que dispuesto a decirle a su padre sobre su decisión se le aseguro a la familia de Ahmena, aparte de decirle que, aunque el Rey no estuviera de acuerdo el lucharía por estar con Ahmena pese a quien le pese.

Al día siguiente llego el gran Rey con un invitado especial su primo El Duque de Lancaster puesto estaba en negociaciones con ese hombre el motivo; ya había decidido que su hijo se una en MATRIMONIO con su hija. Ese mismo día el joven hablaría con su padre, ya que estableció casarse con Ahmena la semana entrante bajo las costumbres gitanas.

El Rey que estaba en conversaciones con su primo el Duque de Lancaster, el príncipe entro sin avisar.

—padre, necesito hablar contigo con urgencia

El rey un poco sorprendido y a la vez le enojaba que lo interrumpa le dijo;

—Dhivano ¿qué es lo que deseas? No ves que estoy muy ocupado ¿por qué motivos entras sin avisar?

— pero es urgente que hable contigo te tengo que comunicar una noticia de importancia—decía muy seguro de si puesto que el no veía a nadie más a su alrededor la urgencia de su gran noticia no podía esperar necesitaba gritárselo a toda costa el deseo más grande que tenía en ese momento—

El Duque que había estado callado en ese momento dijo;

—Valla espero que este joven esté listo para gobernar, ya que sus impertinencias y sus groserías no hablan muy bien de él querido primo, espero no, nos dé un descendiente tan estúpido como él.

El joven al escuchar aquellas palabras, se sorprendió y él dijo;

—¿aquí se refiere con decendientes?

—vaya sí que eres un experto querido primo de ocultarle verdades a tu hijo acaso no sabe de la unión de el con mi queridísima hija.

—¿De qué está hablando el duque padre?

—Pues sabes el motivo de mi viaje, Es porque fui a darte en compromiso con la hija del Duque de Lancaster y su hija te casaras con ella en 3 días ya Leonilo lo hará oficial en todo el Reino. Por ese motivo él está aquí, vino a firmar el acuerdo de su unión.

—¿Qué? Pero padre como osa en tomar decisiones en mi nombre y tanto que ha odiado a su primo, tanto que ha luchado contra el para que no tome la corona y ¿se lo quiere entregar?

—prefiero mil veces que el Duque tome la corona a verte en unión con una vulgar gitana. Eso nunca Dhivano jamás—dijo el rey con mucha seguridad en sus palabras.

— no me casare deshaga esa unión, sino simplemente no me presentare en la boda.

—eres un Príncipe Dhivano, un futuro Rey no puede desobedecer a tus obligaciones no puedes hacer eso. Es impensable para ti, y como aun no eres el Rey aun puedo tomar derechos y obligaciones en tu nombre y obligarte a que lo aceptes quieras o no.

—no me importa ya que usted no es mi dueño, mucho menos de mis decisiones, así que padre no lo hare, no desposare a ninguna noble que eso le quede claro, ya que mi motivo para venir a verlo es porque desposare a Ahmena en matrimonio, es con la única que me casare.

El Rey se voltea con grandes ojos de odio y exclamo a gritos

— ¿Qué Dhivano? no puedes estar hablando enserio, no es verdad sé que lo haces solo para enfurecerme.

—se equivoca padre no lo hago para enojarlo, lo hago porque me nació amarla, con todo el corazón la amo, más de lo que se pueda imaginar.

—ya le he cumplido con avisarle y no le temo a sus Amenazas

El rey se acercó a su hijo y enfurecido lleno de mucha cólera lo abofeteo

—Ingrato... solo eso eres, sabes perfectamente que tú eres el próximo Rey de Francia no puedes burlarte a si de tu país entero, ni de tu pueblo, desposando a una gitana, sabes ¿que significaría eso para el Reino? Si es necesario te golpeara hasta que entiendas las cosas.

El Príncipe muy decidido le dijo a su padre;

—padre no me importa cuántas veces quiera golpearme, mucho menos la corona, si es necesario renunciare a ella, solo me importa Ahmena y así tenga que desafiarlo lo hare.

—nunca aprobare esa unión, nunca me escuchaste bien.

—Eso nunca jamás lo permitiré Dhivano te casaras quieras o no y con respecto a Ahmena la dejaras así tenga que matarte con mis propias manos.

En esas últimas palabras ni el mismo Rey conocía el alcance de su pasión ¿realmente el sería capaz de ese acto por aquella ocasión?, ya que no estaba dispuesto a permitir ese grado de dominio por parte de su hijo hacia la mujer que él amaba y tal vez lo impediría a cualquier costa o ¿tal vez no?, el joven Dhivano solo tomo las palabras de su padre como de disgusto ya que no las tomo enserio por que no conocía inalcance de su pasión de su progenitor, ni el de su vocasión por una mujer o tal vez se detenga y recapacite, eso solo lo diría el tiempo.